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Ciencia y Tecnología

La ventana que no parece panel solar, pero lo es: China busca que cada fachada de cristal produzca energía limpia

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La ventana que no parece panel solar, pero lo es: China busca que cada fachada de cristal produzca energía limpia

En las últimas décadas, el autoconsumo eléctrico ha crecido de forma imparable en muchos países. Primero fueron los tejados cubiertos de paneles fotovoltaicos, después llegaron los balcones solares. Ahora, la innovación apunta aún más alto: convertir cada ventana de vidrio en un generador de energía limpio y transparente. Un equipo de investigadores chinos acaba de presentar una tecnología que podría transformar las fachadas acristaladas de los edificios en centrales solares invisibles.

Un panel que no es un panel solar. La investigación de la Universidad de Nanjing, publicada en la revista PhotoniX, presenta un concentrador solar transparente, incoloro y unidireccional (CUSC, por sus siglas en inglés). El dispositivo se aplica directamente sobre el vidrio estándar de una ventana y permite captar la luz solar sin alterar su apariencia.

¿Cómo funciona? Una explicación sencilla del proceso sería que la ventana se ve igual que siempre, pero el recubrimiento especial hace que parte de la luz del sol se “deslice” hasta los bordes del cristal. Allí, unas pequeñas células solares transforman esa luz en electricidad. En resumen: la ventana sigue siendo transparente, pero se comporta como un panel solar oculto.

Desde un punto más técnico. El secreto está en unas capas de cristales líquidos colestéricos (CLC), que redirigen la luz solar de manera selectiva. El vidrio mantiene una transparencia visible del 64,2% y un índice de reproducción cromática del 91,3, muy parecido al de una ventana normal. Las pruebas son prometedoras: un prototipo de apenas una pulgada movió un ventilador de 10 mW bajo el sol. Y las simulaciones muestran que una ventana de dos metros podría concentrar la luz 50 veces y reducir en un 75% la cantidad de células solares necesarias, según han explicado en la investigación.

El autoconsumo se reinventa. El auge de estas innovaciones encaja en la tendencia global del BIPV (Building Integrated Photovoltaics), la integración de la fotovoltaica en elementos arquitectónicos. Según hemos detallado Xataka, ya existen barandillas solares como el sistema SolarRail, desarrollado por la canadiense Mitrex, que convierte balcones en generadores eléctricos.

Europa, además, obligará a que todos los edificios de nueva construcción sean de cero emisiones a partir de 2030. Esto acelera la búsqueda de soluciones que no solo produzcan energía, sino que respeten la estética urbana y aprovechen cada superficie posible.

China pisa el acelerador. No es casualidad que esta innovación surja en China. El país se ha convertido en el mayor laboratorio mundial de energía solar, con un despliegue a un ritmo sin precedentes. Según hemos señalado Xataka, solo en el primer trimestre de 2025 instaló 36 GW de energía solar en tejados, más que toda Europa en varios años. En total, fueron 60 GW en apenas tres meses, cifras que muestran la magnitud de su apuesta.

Con este contexto, la ventana solar transparente no es solo un experimento de laboratorio, sino una pieza más en una estrategia nacional de electrificación y descarbonización a gran escala. Mientras Europa avanza con trámites burocráticos, China parece decidida a cubrir tejados, balcones y ahora también fachadas con tecnologías que generen electricidad limpia.

Previsiones. El equipo de Nanjing ya trabaja en mejorar la eficiencia de banda ancha, optimizar el control de la polarización y aplicar esta tecnología más allá de los rascacielos: invernaderos agrícolas y pantallas solares transparentes son dos de los campos en los que se plantea su uso.

“El diseño del CUSC es un paso adelante en la integración de la tecnología solar en el entorno construido sin sacrificar la estética”, ha subrayado a EurekAlert el profesor Wei Hu, autor correspondiente del estudio.

Un futuro de fachadas generadoras. Las ciudades del futuro podrían estar cubiertas de cristal que no solo deja pasar la luz, sino que también alimenta con ella. Desde balcones solares hasta barandillas fotovoltaicas, el autoconsumo está evolucionando hacia una integración completa en la arquitectura urbana.

La ventana que no parece panel solar, pero lo es, se perfila como una de las innovaciones más prometedoras para cumplir con el reto climático: cada fachada como una planta solar invisible.

Imagen | Freepik y Center for Liquid Crystal and Photonics/ Nanjing University

Xataka | Una de las zonas más áridas de China está reverdeciendo. El motivo: un planta con siete millones de paneles solares


La noticia

La ventana que no parece panel solar, pero lo es: China busca que cada fachada de cristal produzca energía limpia

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Alba Otero

.

​En las últimas décadas, el autoconsumo eléctrico ha crecido de forma imparable en muchos países. Primero fueron los tejados cubiertos de paneles fotovoltaicos, después llegaron los balcones solares. Ahora, la innovación apunta aún más alto: convertir cada ventana de vidrio en un generador de energía limpio y transparente. Un equipo de investigadores chinos acaba de presentar una tecnología que podría transformar las fachadas acristaladas de los edificios en centrales solares invisibles.

Un panel que no es un panel solar. La investigación de la Universidad de Nanjing, publicada en la revista PhotoniX, presenta un concentrador solar transparente, incoloro y unidireccional (CUSC, por sus siglas en inglés). El dispositivo se aplica directamente sobre el vidrio estándar de una ventana y permite captar la luz solar sin alterar su apariencia.

¿Cómo funciona? Una explicación sencilla del proceso sería que la ventana se ve igual que siempre, pero el recubrimiento especial hace que parte de la luz del sol se “deslice” hasta los bordes del cristal. Allí, unas pequeñas células solares transforman esa luz en electricidad. En resumen: la ventana sigue siendo transparente, pero se comporta como un panel solar oculto.

En Xataka

China está convirtiendo sus tejados en centrales eléctricas. Ha conseguido en tres meses lo que en Europa cuesta tres años

Desde un punto más técnico. El secreto está en unas capas de cristales líquidos colestéricos (CLC), que redirigen la luz solar de manera selectiva. El vidrio mantiene una transparencia visible del 64,2% y un índice de reproducción cromática del 91,3, muy parecido al de una ventana normal. Las pruebas son prometedoras: un prototipo de apenas una pulgada movió un ventilador de 10 mW bajo el sol. Y las simulaciones muestran que una ventana de dos metros podría concentrar la luz 50 veces y reducir en un 75% la cantidad de células solares necesarias, según han explicado en la investigación.

El autoconsumo se reinventa. El auge de estas innovaciones encaja en la tendencia global del BIPV (Building Integrated Photovoltaics), la integración de la fotovoltaica en elementos arquitectónicos. Según hemos detallado Xataka, ya existen barandillas solares como el sistema SolarRail, desarrollado por la canadiense Mitrex, que convierte balcones en generadores eléctricos.

Europa, además, obligará a que todos los edificios de nueva construcción sean de cero emisiones a partir de 2030. Esto acelera la búsqueda de soluciones que no solo produzcan energía, sino que respeten la estética urbana y aprovechen cada superficie posible.

China pisa el acelerador. No es casualidad que esta innovación surja en China. El país se ha convertido en el mayor laboratorio mundial de energía solar, con un despliegue a un ritmo sin precedentes. Según hemos señalado Xataka, solo en el primer trimestre de 2025 instaló 36 GW de energía solar en tejados, más que toda Europa en varios años. En total, fueron 60 GW en apenas tres meses, cifras que muestran la magnitud de su apuesta.

Con este contexto, la ventana solar transparente no es solo un experimento de laboratorio, sino una pieza más en una estrategia nacional de electrificación y descarbonización a gran escala. Mientras Europa avanza con trámites burocráticos, China parece decidida a cubrir tejados, balcones y ahora también fachadas con tecnologías que generen electricidad limpia.

Previsiones. El equipo de Nanjing ya trabaja en mejorar la eficiencia de banda ancha, optimizar el control de la polarización y aplicar esta tecnología más allá de los rascacielos: invernaderos agrícolas y pantallas solares transparentes son dos de los campos en los que se plantea su uso.

“El diseño del CUSC es un paso adelante en la integración de la tecnología solar en el entorno construido sin sacrificar la estética”, ha subrayado a EurekAlert el profesor Wei Hu, autor correspondiente del estudio.

Un futuro de fachadas generadoras. Las ciudades del futuro podrían estar cubiertas de cristal que no solo deja pasar la luz, sino que también alimenta con ella. Desde balcones solares hasta barandillas fotovoltaicas, el autoconsumo está evolucionando hacia una integración completa en la arquitectura urbana.

La ventana que no parece panel solar, pero lo es, se perfila como una de las innovaciones más prometedoras para cumplir con el reto climático: cada fachada como una planta solar invisible.

Imagen | Freepik y Center for Liquid Crystal and Photonics/ Nanjing University

Xataka | Una de las zonas más áridas de China está reverdeciendo. El motivo: un planta con siete millones de paneles solares

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La ventana que no parece panel solar, pero lo es: China busca que cada fachada de cristal produzca energía limpia

fue publicada originalmente en

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por
Alba Otero

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