Deportes
La ridícula norma de la F1 que podría haber hecho más justo el duelo por el título 2025

La campaña por el título de Lando Norris acaba de complicarse un poco más. Su abandono en Zandvoort quema en la práctica su único ‘comodín’ para la segunda mitad del año, lo que significa que no puede permitirse más retiradas si quiere batir a Oscar Piastri en la lucha por el campeonato. El australiano reforzó sus opciones con otra victoria más, pero ¿qué resultado tendrá que descartar al final de la temporada?.
Este tipo de resumen puede sonar extraño a los aficionados actuales de la F1, pero si el campeonato del mundo hubiera mantenido el sistema de puntuación de los años 70, la batalla Piastri–Norris no se vería tan sombría para Norris como sugiere la actual diferencia de 34 puntos entre los dos pilotos de McLaren.
En una época en la que los abandonos técnicos eran habituales – y los pilotos salían a pista sabiendo que había una posibilidad muy real de no ver la bandera a cuadros – el sistema tenía sentido. Solo a partir de 1991 los pilotos empezaron a conservar todos los puntos conseguidos durante la temporada en la clasificación oficial.
Desde los primeros años del campeonato del mundo, solo contaban una selección de resultados: los peores se descartaban. En la práctica, todos tenían ‘comodines’ que gastar durante la campaña, la mayoría absorbidos por abandonos mecánicos. La lógica era reducir el papel de la suerte y dejar que los mejores resultados del piloto más rápido decidieran el título.
En 1950, solo contaban los cuatro mejores resultados de siete carreras. Luego pasó a ser cinco o seis, según el calendario. Y desde 1967, la temporada se dividía en dos mitades, con un número de resultados determinado que contaba en cada una. En ese año, se descartaba el peor resultado de cada mitad de temporada.

Foto de: Joe Portlock / LAT Images via Getty Images
Si ese sistema – con un resultado descartado por cada mitad de temporada – siguiera vigente en el calendario actual de 24 carreras, el abandono de Norris en Canadá no le supondría ningún problema. Para Piastri, la cosa sería algo distinta: perdería dos puntos de Melbourne como su peor resultado en la primera parte del año – nada decisivo, pero un pequeño ajuste.
Zandvoort, sin embargo, sería el verdadero punto de inflexión.
Con resultados descartados, seguiría siendo un golpe para Norris, pero simplemente sería su resultado no contabilizado – lo que significaría que no podría permitirse más abandonos si quería mantener opciones reales de ganar el título. En el caso de Piastri, implicaría que no podría contar sus 18 puntos de Hungría, ya que ese segundo puesto sería su ‘peor’ resultado de la segunda mitad. En definitiva, bajo ese sistema, si terminara primero o segundo en todas las carreras restantes, perdería efectivamente esos 18 puntos.
¿Raro? Sin duda. ¿Innecesariamente complicado? Claro. ¿Injusto? Bueno… al menos, debatible.
Lo que le pasó a Norris en Zandvoort puede resultar fácilmente decisivo – y probablemente lo será – en un mundo donde una victoria da 25 puntos y un abandono da cero. Pensemos en Lewis Hamilton en Malasia 2016: si su motor no hubiera fallado, habría tenido muchas más opciones de batir a Nico Rosberg por el título – y, sin quitarle mérito a su excompañero, también habría sido un campeón merecido ese año.
El hecho de que la única retirada técnica de McLaren este año le haya tocado a Norris es sin duda difícil de aceptar para el británico. Sí, la F1 es un deporte técnico. Pero, ¿refleja realmente la actual diferencia de 34 puntos la distancia de rendimiento entre él y Piastri? En clasificación, a menudo se trata de milésimas. Es justo decir que Oscar ha sido más constante y muy rápido este año; Norris no está muy lejos, ni mucho menos.

Foto de: Ercole Colombo
En 1980 el sistema pasó a contar los ’11 mejores’ resultados del año, lo que cumplía con el objetivo de premiar más las victorias que una suma interminable de segundos puestos. Pero la temporada 1988 precipitó el fin de la regla: Alain Prost sumó más puntos a lo largo del año, pero perdió el título frente a Ayrton Senna bajo la norma de los ’11 mejores’. A medida que la fiabilidad de los coches mejoró, el factor suerte se redujo, y el concepto de resultados descartados fue finalmente eliminado.
Había otro factor: la complejidad. Cualquier fórmula que excluya los peores resultados de un piloto añade una capa aritmética que no ayuda cuando se trata de acercar nuevos aficionados al deporte. En fútbol aprendes el sistema 3-1-0 en primaria; mantener simple la F1 también importa. No hay forma realista de que aquel sistema vuelva.
Pero ¿haría más justo el duelo actual por el título? Quizá, un poco. Ahora mismo, Norris tiene que compensar mucho por culpa de la mala suerte – y no esperarías que un tenista empezara un set en contra por algo que no depende de él.
Dicho esto, la F1 es, por diseño, distinta. El elemento técnico – incluso cuando parece injusto – forma parte del espectáculo y del reto.
El sistema de puntuación es un debate interesante – y siempre resulta entretenido intentar aplicar diferentes fórmulas a resultados históricos para ver cuánto habrían cambiado las cosas.
Pero, en última instancia, un campeonato deportivo no existe para identificar al ‘atleta más fuerte’ en abstracto; existe para determinar un ganador bajo unas reglas predefinidas. Y esas dos cosas no siempre son lo mismo.
En este artículo
Oleg Karpov
Fórmula 1
Lando Norris
Oscar Piastri
McLaren F1
Sé el primero en enterarte y suscríbete para recibir actualizaciones por email de noticias en tiempo real sobre estos temas.