Tras el sorpresivo traspaso de Micah Parsons a los Packers, el duelo contra los Cowboys en la Semana 4 de la NFL se ha convertido en uno de los más esperados de la temporada.
En conferencia de prensa, Jerry Jones reconoció que enfrentar a Parsons será “muy problemático” y sugirió a su cuerpo técnico “correr el balón” para evitar que el exjugador de Dallas domine el encuentro desde la defensa.
El movimiento se concretó luego de que Jones decidiera no ofrecer una extensión de contrato a Parsons. Los Packers aprovecharon la oportunidad y ofrecieron dos selecciones de primera ronda y al liniero defensivo Kenny Clark. Además, aseguraron a Parsons con un contrato de $188 millones por cuatro años, incluyendo $120 millones garantizados.
Jones comparó la situación con el momento en que tuvo que enfrentar a Emmitt Smith cuando jugaba para los Cardinals. “Sabemos que Micah será muy problemático. Yo sugeriría que corramos el balón”, dijo el propietario, en una clara señal de respeto por el talento del linebacker.
Tras el traspaso, Jones no descartó realizar otro movimiento importante antes del inicio de la temporada. “Nada dice que no podamos usar esas selecciones ahora mismo para conseguir a alguien”, afirmó. Aunque no hay nombres confirmados, los Cowboys podrían buscar reforzar su defensa ante la ausencia de Parsons.
El enfrentamiento entre los Cowboys y los Packers el próximo 28 de septiembre en el AT&T Stadium será más que un partido: será una prueba emocional y táctica para Jerry Jones y su equipo. Con Micah Parsons como rival, la estrategia será clave para evitar que el exestrella de Dallas se convierta en el protagonista de la noche.
