Ciencia y Tecnología
Microsoft ha metido Copilot en Excel. Y también ha avisado de que no lo uses si necesitas que los resultados sean correctos

La inteligencia artificial por fin ha aterrizado en una de las hojas de cálculo más famosas del mundo: Excel. Pero no lo ha hecho como muchos imaginaban. ¿Hablarle en lenguaje natural al programa y que resuelva automáticamente todo por nosotros? Solo en parte. Los atajos de Copilot permiten resumir, clasificar y ordenar datos, pero no convierten a Excel en un agente capaz de tomar el control de un proyecto de principio a fin. Además, la novedad llega con límites claros: la función puede cometer errores.
Microsoft está probando Copilot como una función nativa dentro del motor de cálculo de Excel. La idea es sencilla: escribir una instrucción en lenguaje natural dentro de la hoja y obtener un resultado que se coloca directamente en la cuadrícula, con el mismo comportamiento que cualquier salida de Excel. La integración permite seguir trabajando con rangos, tablas y nombres definidos sin cambiar la estructura del archivo, y los resultados se actualizan cuando cambian los datos, sin recurrir a scripts ni complementos externos.
Copilot está aterrizando en Microsoft Excel
Como vemos, es una función útil, pero con limitaciones claras. De momento no podemos pedirle en lenguaje natural cosas como “fusiona los libros de las filiales, conviértelo todo a euros al cambio oficial, elimina duplicados y entrégame un balance consolidado trimestral con gráficos comparativos”. Copilot, por ahora, juega en otro terreno: entiende instrucciones en lenguaje natural, sí, pero lo hace dentro de Excel y siempre sobre los datos que tengas en la propia hoja.
Aceptado que Copilot no es un piloto automático, merece la pena explorar en qué sí resulta práctico. Microsoft apunta a cuatro frentes cotidianos que se resuelven sin abandonar la hoja:
- Lluvia de ideas sin salir de la hoja. Pedir una lista de conceptos, títulos o palabras clave a partir de una descripción breve. Si lo necesitamos, podemos pedir que reescriba un texto en un tono más claro o más formal y deje el resultado listo para pulir.
- Resúmenes que van al grano. Señalar un rango amplio y solicitar un texto corto con tendencias, picos y caídas. Esto es útil cuando hay que convertir una tabla en un párrafo entendible para un informe.
- Clasificación directa en la cuadrícula. Entregar una columna con comentarios, tickets o respuestas de encuesta. Podemos pedir que devuelva etiquetas como “positivo/neutral/negativo” y una categoría breve. Todo se volcaría en nuevas columnas para seguir trabajando.
- Listas y tablas al vuelo. A partir de una descripción, que proponga una tabla con las columnas que le indiquemos (tarea, responsable, fecha, estado). Es una base para organizarnos sin perder tiempo maquetando.
⠀
En la nota oficial, Catherine Pidgeon (equipo de Excel) ofrece un ejemplo muy claro de lo que hoy puede hacer Copilot. Imagina una hoja con una columna llena de opiniones sobre una nueva cafetera en la oficina. Algunas valoran el sabor, otras se quejan del ruido o del tamaño del depósito. Copilot puede leer esa columna y devolvernos, justo al lado, una tabla con dos campos: el sentimiento de cada comentario (positivo, neutro o negativo) y una categoría corta que te ayude a agrupar (“sabor”, “ruido”, “capacidad”). En minutos pasaríamos de un listado desordenado a algo analizable. Ahí decidimos: filtrar por los problemas más frecuentes, hacer un recuento por categoría o preparar un resumen.
¿Y cómo se utiliza en la práctica? Exactamente igual que cualquier otra función de Excel: escribiendo el signo igual al inicio de una celda y a continuación el nombre de la función. En este caso, basta con poner =COPILOT() y añadir dentro la instrucción en lenguaje natural o el rango de datos que queramos usar como contexto. No hay trucos ni menús ocultos, se invoca como se invoca un =SUMA() o un =BUSCARV(), lo que hace que el aprendizaje sea mínimo y la experiencia resulte familiar desde el primer momento.
Toca poner las cautelas sobre la mesa. Copilot trabaja dentro del propio libro: no accede a la web ni a documentos de la empresa, y sus resultados deben revisarse y validarse antes de incluirlos en informes o decisiones de negocio. Microsoft es clara al respecto: no es apropiado para escenarios de alto riesgo (con implicaciones legales, regulatorias o de cumplimiento). También hay límites operativos: la función tiene cupos de uso (hasta 100 llamadas cada diez minutos y 300 por hora).
Lo que estamos viendo tampoco debería sorprendernos. La inteligencia artificial ha avanzado a pasos de gigante, pero sigue teniendo un punto débil: puede equivocarse. A estas imprecisiones se las suele llamar “alucinaciones” y, aunque la tecnología mejora con cada generación, las propias compañías que la desarrollan advierten de que no conviene fiarse al cien por cien. Es casi un recordatorio de cortesía que ya hemos normalizado: cada vez que abrimos un chatbot como Copilot, ChatGPT o Gemini, encontramos un aviso que nos recuerda que lo que leemos puede contener errores.
¿Llegará el día en que estas fallas desaparezcan? No hay respuesta clara. Incluso pagando por las versiones más avanzadas, las más rápidas o las más caras, la seguridad absoluta no existe. Esa es la reflexión que también aplica en Excel: Copilot resulta útil y abre posibilidades, pero nunca sustituye la tranquilidad que da comprobar por uno mismo que los números cuadran.
Copilot no llega todavía a todo el mundo. Microsoft lo está desplegando de forma gradual y, de momento, solo pueden probarlo quienes tienen una licencia de Microsoft 365 Copilot y están en el canal Beta, tanto en Windows como en Mac. La compañía asegura que en los próximos meses también estará disponible en la versión web de Excel a través del programa Frontier. No hay que hacer nada especial para activarlo: la función aparece en la hoja cuando se cumplen los requisitos, y su uso es completamente opcional.
Imágenes | Microsoft | wirestock
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La noticia
Microsoft ha metido Copilot en Excel. Y también ha avisado de que no lo uses si necesitas que los resultados sean correctos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
.
La inteligencia artificial por fin ha aterrizado en una de las hojas de cálculo más famosas del mundo: Excel. Pero no lo ha hecho como muchos imaginaban. ¿Hablarle en lenguaje natural al programa y que resuelva automáticamente todo por nosotros? Solo en parte. Los atajos de Copilot permiten resumir, clasificar y ordenar datos, pero no convierten a Excel en un agente capaz de tomar el control de un proyecto de principio a fin. Además, la novedad llega con límites claros: la función puede cometer errores.
Microsoft está probando Copilot como una función nativa dentro del motor de cálculo de Excel. La idea es sencilla: escribir una instrucción en lenguaje natural dentro de la hoja y obtener un resultado que se coloca directamente en la cuadrícula, con el mismo comportamiento que cualquier salida de Excel. La integración permite seguir trabajando con rangos, tablas y nombres definidos sin cambiar la estructura del archivo, y los resultados se actualizan cuando cambian los datos, sin recurrir a scripts ni complementos externos.
Copilot está aterrizando en Microsoft Excel
Como vemos, es una función útil, pero con limitaciones claras. De momento no podemos pedirle en lenguaje natural cosas como “fusiona los libros de las filiales, conviértelo todo a euros al cambio oficial, elimina duplicados y entrégame un balance consolidado trimestral con gráficos comparativos”. Copilot, por ahora, juega en otro terreno: entiende instrucciones en lenguaje natural, sí, pero lo hace dentro de Excel y siempre sobre los datos que tengas en la propia hoja.
Aceptado que Copilot no es un piloto automático, merece la pena explorar en qué sí resulta práctico. Microsoft apunta a cuatro frentes cotidianos que se resuelven sin abandonar la hoja:
Lluvia de ideas sin salir de la hoja. Pedir una lista de conceptos, títulos o palabras clave a partir de una descripción breve. Si lo necesitamos, podemos pedir que reescriba un texto en un tono más claro o más formal y deje el resultado listo para pulir.
Resúmenes que van al grano. Señalar un rango amplio y solicitar un texto corto con tendencias, picos y caídas. Esto es útil cuando hay que convertir una tabla en un párrafo entendible para un informe.
Clasificación directa en la cuadrícula. Entregar una columna con comentarios, tickets o respuestas de encuesta. Podemos pedir que devuelva etiquetas como “positivo/neutral/negativo” y una categoría breve. Todo se volcaría en nuevas columnas para seguir trabajando.
Listas y tablas al vuelo. A partir de una descripción, que proponga una tabla con las columnas que le indiquemos (tarea, responsable, fecha, estado). Es una base para organizarnos sin perder tiempo maquetando.
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En la nota oficial, Catherine Pidgeon (equipo de Excel) ofrece un ejemplo muy claro de lo que hoy puede hacer Copilot. Imagina una hoja con una columna llena de opiniones sobre una nueva cafetera en la oficina. Algunas valoran el sabor, otras se quejan del ruido o del tamaño del depósito. Copilot puede leer esa columna y devolvernos, justo al lado, una tabla con dos campos: el sentimiento de cada comentario (positivo, neutro o negativo) y una categoría corta que te ayude a agrupar (“sabor”, “ruido”, “capacidad”). En minutos pasaríamos de un listado desordenado a algo analizable. Ahí decidimos: filtrar por los problemas más frecuentes, hacer un recuento por categoría o preparar un resumen.
¿Y cómo se utiliza en la práctica? Exactamente igual que cualquier otra función de Excel: escribiendo el signo igual al inicio de una celda y a continuación el nombre de la función. En este caso, basta con poner =COPILOT() y añadir dentro la instrucción en lenguaje natural o el rango de datos que queramos usar como contexto. No hay trucos ni menús ocultos, se invoca como se invoca un =SUMA() o un =BUSCARV(), lo que hace que el aprendizaje sea mínimo y la experiencia resulte familiar desde el primer momento.
Toca poner las cautelas sobre la mesa. Copilot trabaja dentro del propio libro: no accede a la web ni a documentos de la empresa, y sus resultados deben revisarse y validarse antes de incluirlos en informes o decisiones de negocio. Microsoft es clara al respecto: no es apropiado para escenarios de alto riesgo (con implicaciones legales, regulatorias o de cumplimiento). También hay límites operativos: la función tiene cupos de uso (hasta 100 llamadas cada diez minutos y 300 por hora).
Microsoft es clara al respecto: no es apropiado para escenarios de alto riesgo.
Lo que estamos viendo tampoco debería sorprendernos. La inteligencia artificial ha avanzado a pasos de gigante, pero sigue teniendo un punto débil: puede equivocarse. A estas imprecisiones se las suele llamar “alucinaciones” y, aunque la tecnología mejora con cada generación, las propias compañías que la desarrollan advierten de que no conviene fiarse al cien por cien. Es casi un recordatorio de cortesía que ya hemos normalizado: cada vez que abrimos un chatbot como Copilot, ChatGPT o Gemini, encontramos un aviso que nos recuerda que lo que leemos puede contener errores.
¿Llegará el día en que estas fallas desaparezcan? No hay respuesta clara. Incluso pagando por las versiones más avanzadas, las más rápidas o las más caras, la seguridad absoluta no existe. Esa es la reflexión que también aplica en Excel: Copilot resulta útil y abre posibilidades, pero nunca sustituye la tranquilidad que da comprobar por uno mismo que los números cuadran.
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Copilot no llega todavía a todo el mundo. Microsoft lo está desplegando de forma gradual y, de momento, solo pueden probarlo quienes tienen una licencia de Microsoft 365 Copilot y están en el canal Beta, tanto en Windows como en Mac. La compañía asegura que en los próximos meses también estará disponible en la versión web de Excel a través del programa Frontier. No hay que hacer nada especial para activarlo: la función aparece en la hoja cuando se cumplen los requisitos, y su uso es completamente opcional.
Imágenes | Microsoft | wirestock
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Microsoft ha metido Copilot en Excel. Y también ha avisado de que no lo uses si necesitas que los resultados sean correctos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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