Ciencia y Tecnología
Ceres: un planeta enano que pudo albergar vida microbiana

Un estudio de la NASA sugiere que Ceres, el mayor objeto del cinturón de asteroides, tuvo agua líquida, energía y moléculas esenciales que podrían haber permitido vida microbiana hace millones de años.
Un estudio de la NASA sugiere que Ceres, el mayor objeto del cinturón de asteroides, tuvo agua líquida, energía y moléculas esenciales que podrían haber permitido vida microbiana hace millones de años.
Investigadores de la NASA descubrieron que Ceres, un planeta enano situado entre Marte y Júpiter, pudo haber tenido condiciones adecuadas para albergar vida hace millones de años, según se detalla en un estudio publicado el miércoles (20.08.2025) por la revista Science Advances.
Aunque en la actualidad es un cuerpo gélido que derriba toda esperanza para la vida, Ceres pudo en algún momento de su historia haber contado con fuentes de energía interna y moléculas esenciales para el desarrollo de algunos metabolismos microbianos, detallan los científicos.
Los descubrimientos de la misión Dawn
Ceres, con 940 km de diámetro, es el objeto más grande del cinturón de asteroides. La misión Dawn de la NASA, finalizada en 2018, descubrió que las regiones brillantes de su superficie estaban compuestas por sales provenientes de líquidos subterráneos.
En 2020, otro análisis reveló que ese líquido era una salmuera bajo la superficie. Además, se detectaron moléculas de carbono, esenciales para la vida, aunque no suficientes por sí solas.
Energía química: la clave de la habitabilidad
El nuevo estudio aporta un elemento crucial: energía química duradera. Si es que alguna vez surgieron microorganismos en Ceres, esta energía podría haber permitido su supervivencia.
“La habitabilidad podría ser una consecuencia natural de reunir los ingredientes adecuados, que parecen ser comunes en el sistema solar”, afirma a New Scientist Sam Courville, autor principal e investigador de la Universidad Estatal de Arizona.
Un océano cálido bajo la superficie
Los modelos térmicos y químicos de los científicos muestran que hace 2.500 millones de años Ceres tenía un océano subsuperficial con agua caliente y gases disueltos provenientes del núcleo rocoso.
“En la Tierra, cuando el agua caliente del subsuelo se mezcla con el océano, el resultado suele ser un bufé para los microbios. Por eso podría tener grandes implicaciones si pudiéramos determinar si el océano de Ceres tuvo una afluencia de fluido hidrotermal en el pasado”, explica Courville, en un comunicado de la NASA.
¿Y hoy? Un mundo congelado
Actualmente, Ceres es más frío, con menos agua líquida y más hielo. El calor interno ya no es suficiente para evitar la congelación, mientras que el líquido restante es una salmuera concentrada.
Los autores estiman que el periodo más probable de habitabilidad en este planeta enano fue entre 500 y 2.000 millones de años después de su formación, cuando su núcleo alcanzó su temperatura máxima.
Implicaciones para otros mundos helados
Ceres no tiene el calentamiento interno que generan las fuerzas gravitacionales de planetas cercanos, como ocurre con Encélado (luna de Saturno) o Europa (luna de Júpiter). Sin embargo, su historia sugiere que el universo podría albergar cuerpos similares que podrían ser habitables.
“Si Ceres fue habitable en el pasado, probablemente haya decenas de asteroides y lunas que también lo fueron. Y si se pueden mantener calientes, tal vez [sigan siendo] habitables hoy en día”, concluye el coautor Joe O’Rourke, en declaraciones recogidas por el medio científico.
Editado por Jose Urrejola, con información de NASA, New Scientist y Science Advances
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