Ciencia y Tecnología
Rusia tiene hasta cuatro robots inéditos en una guerra. La respuesta de Ucrania tampoco la habíamos visto: Flamingo

La guerra en Ucrania ha dado lugar a una competencia tecnológica que trasciende los drones aéreos: el frente terrestre se ha convertido en un laboratorio improvisado de vehículos no tripulados, donde tanto Kiev como Moscú buscan fórmulas para suplir carencias humanas y logísticas con ingenio mecánico. Rusia está acelerando su propio programa con diseños que van desde lo rudimentario hasta lo insólito, todos orientados a ganar tiempo, confundir al enemigo y compensar el alto desgaste de personal en el frente. Ucrania tiene a Flamingo.
Prototipos improvisados. Lo contamos hace un tiempo. Entre los ejemplos “robóticos” más llamativos figura el “Termit”, un buggy de cuatro ruedas teledirigido presentado por canales prorrusos como un dron de asalto. En realidad, no lleva armas integradas, sino una silla en la que puede viajar un soldado completamente expuesto, con espacio adicional para transportar agua, alimentos o municiones.
Otro diseño observado en el campo de batalla resultó ser poco más que una caja abierta sobre ruedas, destinada a llevar provisiones, pero destruida por un dron ucraniano de visión en primera persona antes de cumplir su cometido. Estos modelos, aunque rudimentarios, reflejan un esfuerzo por adaptar recursos mínimos a las exigencias de la guerra mecanizada.
Lanzar cohetes sin humanos. Más ambiciosa es la propuesta de un sistema de lanzacohetes múltiple no tripulado, cuyas maquetas circuladas en medios especializados lo muestran capaz de disparar diez municiones de forma autónoma.
Inspirado en el TOS-1A soviético, aunque con una tercera parte de sus tubos, este prototipo sugiere un intento de trasladar la artillería pesada al terreno de los sistemas robotizados, eliminando el riesgo humano en operaciones de saturación y añadiendo una capa más a la guerra a distancia.
Themit
Hoverboards explosivos. Quizá la faceta más insólita de esta experimentación sea el uso de hoverboards convertidos en plataformas para portar cargas explosivas o minas antitanque. En abril, vídeos de blogueros militares rusos mostraron prototipos fabricados con simples scooters de consumo, adaptados como vehículos kamikaze, sistemas de humo, plataformas de observación e incluso para labores de desminado.
Su bajo coste y la estabilidad proporcionada por giroscopios los hacen aptos para ser producidos en masa, lo que convierte a estas soluciones improvisadas en una amenaza multiplicada por la posibilidad de desplegar cientos de unidades simultáneamente.
El dronobus. Otro desarrollo destacado es el “Dronobus”, presentado por la agencia estatal TASS, un vehículo no tripulado concebido como “nave nodriza” de drones por cable de fibra óptica, con capacidad para operar dos unidades a la vez con 15 kilómetros de alcance.
Este tipo de plataforma apunta a un modelo de integración, en el que los vehículos terrestres no tripulados no actúan de forma aislada, sino como nodos de una red de armas autónomas capaces de coordinarse en el campo de batalla.
Dronobus ruso
La respuesta de Kiev. Por su parte, Ucrania ha revelado la existencia del Flamingo, un misil de crucero terrestre con un alcance declarado de 3.000 kilómetros y una ojiva de más de una tonelada, capaz de poner bajo amenaza directa a Moscú, San Petersburgo e incluso a ciertas regiones de Siberia.
Según informaciones iniciales difundidas por la prensa ucraniana y confirmadas visualmente en vídeos de lanzamientos desde rampas móviles, el misil ya habría sido empleado en ataques dentro de territorio ruso. Su producción corre a cargo de la empresa Fire Point y se presenta como el sistema de largo alcance más ambicioso desarrollado hasta ahora por Kiev, con un potencial destructivo superior al de cualquier arma previa en su arsenal.
El enigma de sus orígenes. El Flamingo guarda una semejanza casi exacta con el FP-5, un misil de crucero exhibido por la compañía emiratí Milanion, que en el pasado ya suministró material a las fuerzas ucranianas. El FP-5 cuenta con especificaciones de velocidad sub-sónica de hasta 950 km/h, una envergadura de seis metros y un peso máximo al despegue de 6.000 kilos, con una ojiva de una tonelada.
Además, incluye sistemas de guiado mixtos que combinan navegación satelital e inercial con protección contra la guerra electrónica. Aunque no está confirmado si el Flamingo es una variante directa del FP-5 o un desarrollo independiente inspirado en él, la coincidencia en parámetros técnicos y diseño resulta difícil de obviar.
Comparaciones. Analistas han comparado el Flamingo con referentes históricos como la bomba volante V-1 alemana o el misil estadounidense MGM-13 Mace, ambos sistemas de crucero lanzados desde rampas terrestres durante la Guerra Fría. También recuerda en ciertos aspectos a los viejos drones soviéticos Tu-141 y Tu-143, convertidos por Ucrania en armas de ataque a larga distancia.
Sin embargo, lo que diferencia al Flamingo es la magnitud de su alcance, muy por encima de las alternativas ucranianas previas, y su capacidad de carga explosiva, que lo sitúa en una categoría estratégica similar a la del Kalibr ruso, usado con frecuencia por Moscú desde barcos y submarinos, aunque con un radio menor.
Impacto estratégico. La aparición del Flamingo otorga a Ucrania una herramienta que altera el equilibrio de alcance de fuego frente a Rusia. Su alcance cubre prácticamente todo el corazón del territorio ruso y, en teoría, permitiría lanzar ataques devastadores contra bases aéreas de bombarderos estratégicos, infraestructuras energéticas y centros logísticos clave.
Además, al tratarse de un desarrollo nacional y no de un sistema entregado por aliados occidentales, Ucrania tendría plena libertad para usarlo sin las limitaciones políticas que pesan sobre armas como Storm Shadow, SCALP-EG o ATACMS. Dicho de otra forma, convierte al misil en un elemento con gran valor tanto militar como diplomático, ya que evidencia la capacidad ucraniana de innovar y fabricar armas estratégicas por su cuenta.
Producción masiva. Un aspecto clave del Flamingo es la posibilidad de fabricarlo en serie a un coste relativamente bajo, según sus desarrolladores. Si Ucrania lograra producir grandes cantidades, podría lanzar oleadas de misiles combinadas con enjambres de drones, saturando las defensas aéreas rusas que ya han demostrado dificultades para frenar ataques de menor envergadura.
Aunque el Flamingo carece de furtividad y, al ser subsónico, no es inmune a la intercepción, el volumen de fuego podría sobrecargar la capacidad de respuesta de Moscú. Plus: la incorporación de señuelos y otras tácticas de engaño incrementaría su letalidad operativa.
Perspectivas y límites. Queda por ver hasta qué punto Ucrania puede materializar el potencial del Flamingo. Su eficacia dependerá no solo de la perfección técnica del sistema, sino sobre todo de la capacidad industrial para fabricarlo en números significativos.
Si Kiev logra hacerlo, dispondrá por primera vez de un arma estratégica nacional con poder para alterar la profundidad de la guerra. Si no, el Flamingo podría quedar como un símbolo de ingenio tecnológico, pero de impacto limitado.
Robotización rusa. En cuanto a Moscú, la proliferación de prototipos, desde vehículos de fortuna hasta plataformas avanzadas de artillería no tripulada, evidencia que la guerra en Ucrania se ha convertido en el campo de pruebas más importante para la robotización terrestre. La innovación surge tanto de ingenieros de Moscú como de improvisadores en el frente, con soluciones que oscilan entre la chapuza útil y el embrión de sistemas más sofisticados.
Así, lo que hoy parecen esbozos de máquinas reales, puede anticipar un futuro en el que los ejércitos dependan cada vez más de sistemas robóticos para sostener la guerra prolongada, sustituyendo a soldados agotados por enjambres de máquinas diseñadas para resistir allí donde el humano no llega.
Imagen | Ukraine, Telegram, Milrem Robotics, Telegram
–
La noticia
Rusia tiene hasta cuatro robots inéditos en una guerra. La respuesta de Ucrania tampoco la habíamos visto: Flamingo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Miguel Jorge
.
La guerra en Ucrania ha dado lugar a una competencia tecnológica que trasciende los drones aéreos: el frente terrestre se ha convertido en un laboratorio improvisado de vehículos no tripulados, donde tanto Kiev como Moscú buscan fórmulas para suplir carencias humanas y logísticas con ingenio mecánico. Rusia está acelerando su propio programa con diseños que van desde lo rudimentario hasta lo insólito, todos orientados a ganar tiempo, confundir al enemigo y compensar el alto desgaste de personal en el frente. Ucrania tiene a Flamingo.
Prototipos improvisados. Lo contamos hace un tiempo. Entre los ejemplos “robóticos” más llamativos figura el “Termit”, un buggy de cuatro ruedas teledirigido presentado por canales prorrusos como un dron de asalto. En realidad, no lleva armas integradas, sino una silla en la que puede viajar un soldado completamente expuesto, con espacio adicional para transportar agua, alimentos o municiones.
Otro diseño observado en el campo de batalla resultó ser poco más que una caja abierta sobre ruedas, destinada a llevar provisiones, pero destruida por un dron ucraniano de visión en primera persona antes de cumplir su cometido. Estos modelos, aunque rudimentarios, reflejan un esfuerzo por adaptar recursos mínimos a las exigencias de la guerra mecanizada.
En Xataka
Lo peor no es que llevemos los 20 días más calurosos de la historia de agosto: es que dependemos del Caribe para corregirlo
Lanzar cohetes sin humanos. Más ambiciosa es la propuesta de un sistema de lanzacohetes múltiple no tripulado, cuyas maquetas circuladas en medios especializados lo muestran capaz de disparar diez municiones de forma autónoma.
Inspirado en el TOS-1A soviético, aunque con una tercera parte de sus tubos, este prototipo sugiere un intento de trasladar la artillería pesada al terreno de los sistemas robotizados, eliminando el riesgo humano en operaciones de saturación y añadiendo una capa más a la guerra a distancia.
Themit
Hoverboards explosivos. Quizá la faceta más insólita de esta experimentación sea el uso de hoverboards convertidos en plataformas para portar cargas explosivas o minas antitanque. En abril, vídeos de blogueros militares rusos mostraron prototipos fabricados con simples scooters de consumo, adaptados como vehículos kamikaze, sistemas de humo, plataformas de observación e incluso para labores de desminado.
Su bajo coste y la estabilidad proporcionada por giroscopios los hacen aptos para ser producidos en masa, lo que convierte a estas soluciones improvisadas en una amenaza multiplicada por la posibilidad de desplegar cientos de unidades simultáneamente.
El dronobus. Otro desarrollo destacado es el “Dronobus”, presentado por la agencia estatal TASS, un vehículo no tripulado concebido como “nave nodriza” de drones por cable de fibra óptica, con capacidad para operar dos unidades a la vez con 15 kilómetros de alcance.
Este tipo de plataforma apunta a un modelo de integración, en el que los vehículos terrestres no tripulados no actúan de forma aislada, sino como nodos de una red de armas autónomas capaces de coordinarse en el campo de batalla.
Dronobus ruso
La respuesta de Kiev. Por su parte, Ucrania ha revelado la existencia del Flamingo, un misil de crucero terrestre con un alcance declarado de 3.000 kilómetros y una ojiva de más de una tonelada, capaz de poner bajo amenaza directa a Moscú, San Petersburgo e incluso a ciertas regiones de Siberia.
Según informaciones iniciales difundidas por la prensa ucraniana y confirmadas visualmente en vídeos de lanzamientos desde rampas móviles, el misil ya habría sido empleado en ataques dentro de territorio ruso. Su producción corre a cargo de la empresa Fire Point y se presenta como el sistema de largo alcance más ambicioso desarrollado hasta ahora por Kiev, con un potencial destructivo superior al de cualquier arma previa en su arsenal.
El enigma de sus orígenes. El Flamingo guarda una semejanza casi exacta con el FP-5, un misil de crucero exhibido por la compañía emiratí Milanion, que en el pasado ya suministró material a las fuerzas ucranianas. El FP-5 cuenta con especificaciones de velocidad sub-sónica de hasta 950 km/h, una envergadura de seis metros y un peso máximo al despegue de 6.000 kilos, con una ojiva de una tonelada.
Además, incluye sistemas de guiado mixtos que combinan navegación satelital e inercial con protección contra la guerra electrónica. Aunque no está confirmado si el Flamingo es una variante directa del FP-5 o un desarrollo independiente inspirado en él, la coincidencia en parámetros técnicos y diseño resulta difícil de obviar.
Comparaciones. Analistas han comparado el Flamingo con referentes históricos como la bomba volante V-1 alemana o el misil estadounidense MGM-13 Mace, ambos sistemas de crucero lanzados desde rampas terrestres durante la Guerra Fría. También recuerda en ciertos aspectos a los viejos drones soviéticos Tu-141 y Tu-143, convertidos por Ucrania en armas de ataque a larga distancia.
Sin embargo, lo que diferencia al Flamingo es la magnitud de su alcance, muy por encima de las alternativas ucranianas previas, y su capacidad de carga explosiva, que lo sitúa en una categoría estratégica similar a la del Kalibr ruso, usado con frecuencia por Moscú desde barcos y submarinos, aunque con un radio menor.
Impacto estratégico. La aparición del Flamingo otorga a Ucrania una herramienta que altera el equilibrio de alcance de fuego frente a Rusia. Su alcance cubre prácticamente todo el corazón del territorio ruso y, en teoría, permitiría lanzar ataques devastadores contra bases aéreas de bombarderos estratégicos, infraestructuras energéticas y centros logísticos clave.
Además, al tratarse de un desarrollo nacional y no de un sistema entregado por aliados occidentales, Ucrania tendría plena libertad para usarlo sin las limitaciones políticas que pesan sobre armas como Storm Shadow, SCALP-EG o ATACMS. Dicho de otra forma, convierte al misil en un elemento con gran valor tanto militar como diplomático, ya que evidencia la capacidad ucraniana de innovar y fabricar armas estratégicas por su cuenta.
Producción masiva. Un aspecto clave del Flamingo es la posibilidad de fabricarlo en serie a un coste relativamente bajo, según sus desarrolladores. Si Ucrania lograra producir grandes cantidades, podría lanzar oleadas de misiles combinadas con enjambres de drones, saturando las defensas aéreas rusas que ya han demostrado dificultades para frenar ataques de menor envergadura.
Aunque el Flamingo carece de furtividad y, al ser subsónico, no es inmune a la intercepción, el volumen de fuego podría sobrecargar la capacidad de respuesta de Moscú. Plus: la incorporación de señuelos y otras tácticas de engaño incrementaría su letalidad operativa.
Perspectivas y límites. Queda por ver hasta qué punto Ucrania puede materializar el potencial del Flamingo. Su eficacia dependerá no solo de la perfección técnica del sistema, sino sobre todo de la capacidad industrial para fabricarlo en números significativos.
Si Kiev logra hacerlo, dispondrá por primera vez de un arma estratégica nacional con poder para alterar la profundidad de la guerra. Si no, el Flamingo podría quedar como un símbolo de ingenio tecnológico, pero de impacto limitado.
En Xataka
No es que la guerra haya entrado en su fase Mad Max, es que Ucrania está utilizando los camiones de vimos en la película
Robotización rusa. En cuanto a Moscú, la proliferación de prototipos, desde vehículos de fortuna hasta plataformas avanzadas de artillería no tripulada, evidencia que la guerra en Ucrania se ha convertido en el campo de pruebas más importante para la robotización terrestre. La innovación surge tanto de ingenieros de Moscú como de improvisadores en el frente, con soluciones que oscilan entre la chapuza útil y el embrión de sistemas más sofisticados.
Así, lo que hoy parecen esbozos de máquinas reales, puede anticipar un futuro en el que los ejércitos dependan cada vez más de sistemas robóticos para sostener la guerra prolongada, sustituyendo a soldados agotados por enjambres de máquinas diseñadas para resistir allí donde el humano no llega.
Imagen | Ukraine, Telegram, Milrem Robotics, Telegram
En Xataka | No es que la guerra haya entrado en su fase Mad Max, es que Ucrania está utilizando los camiones de vimos en la película
En Xataka | Ucrania ha abierto el drone kamikaze más avanzado de Rusia. Ahora saben cuál es la llave de su potencia: NVIDIA
– La noticia
Rusia tiene hasta cuatro robots inéditos en una guerra. La respuesta de Ucrania tampoco la habíamos visto: Flamingo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Miguel Jorge
.