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Mbappé, una nueva vida, un nuevo Real Madrid y la felicidad cinco veranos después
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<ul class="ue-c-article__byline ue-l-article--grow-from-desktop" aria-label="Redacción:">
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<p>MIGUEL ANGEL LARA</p>
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<p>Actualizado<br />
13/08/2025<br />
&#8211;<br />
 06:28<br />
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<p class="ue-c-article--first-letter-highlighted">Era un partido con un nivel de exigencia muy lejano al que el Real Madrid y <strong>Mbappé </strong>enfrentarán a lo largo y ancho de una temporada que enseñará los dientes a los blancos el próximo martes, cuando Osasuna sea su rival en <strong>Chamartín.</strong> Pero a veces basta con ver las sensaciones de un jugador sobre el campo para entender que está fino, con chispa. Y ese fue el caso del 10 del Madrid en <strong>Innsbruck</strong>, no solo por los dos goles que se trajo de vuelta a la capital de España.</p>
<p><strong>Mbappé</strong> llega a las puertas de LaLiga con muy buenas sensaciones. En el amistoso de Austria, jugó como delantero centro durante tres cuartas partes del tiempo que estuvo en el campo. De todos los delanteros que tienen el Madrid o Francia, ninguno es capaz de interpretar como él los registros en cualquier zona de la delantera. Se le vio fino, cómodo y con chispa, tanto física como mentalmente. <strong>Mbappé </strong>afronta la temporada 2025-26 después de semanas en las que ha podido olvidarse del fútbol, centrarse en recuperar fuerzas, dejar atrás el virus que lo tuvo groggy en el Mundial de Clubes y tener en mente solo la próxima temporada. Eso es algo que hace tiempo no disfrutaba.</p>
<p>Hasta el último día de mercado estuvo abierta la puerta para que el PSG aceptara la oferta del <strong>Madrid por Mbappé</strong>. El delantero parisino había lanzado distintos mensajes que ponían en duda su interés por seguir en la capital francesa. En el verano de 2021, el caso se disparó. Su fichaje estaba en el momento que tanto esperaba el Madrid para presionar al PSG: o lo vendían o se arriesgaban a perderlo gratis. El Madrid jugó cartas que parecían ganadoras. Con el &#8216;sí&#8217; del jugador y el dinero para afrontar el fichaje, se dio por hecho. La tensión entre clubes, incrementada por la Superliga, alcanzó su pico más alto. &#8220;Merecen ser sancionados. Llevan dos años hablando de él y es irrespetuoso&#8221;, lanzó <strong>Leonardo</strong> tras un verano en el que <strong>Mbappé </strong>y su futuro en el Madrid estuvieron en boca de todos.</p>
<p> El verano se cerró la decisión del PSG de no venderlo y apurar sus opciones de renovarlo reteniéndolo en París un año más, aunque eso suponga no ingresar ni un euro si no lo consigue. <strong>Mbappé,</strong> superado el mal trago de su no traspaso al Madrid, reconoció su plan de marcharse al Madrid: &#8220;Pedí irme en julio, porque desde el momento en el que no quería renovar, le dije al PSG que quería marcharme&#8221;. Era imposible que su cabeza estuviese centrada en septiembre.</p>
<p>Todo estaba encaminado para que <strong>Mbappé l</strong>legara al Madrid. Se daba por hecho en la <strong>Casa Blanca</strong>. Durante meses no hubo en Madrid ni una sola duda. Incluso fue ovacionado cuando el campeón francés visitó el Bernabéu en la Champions, a pesar de haber decidido la ida y de tener al Madrid contra las cuerdas hasta que se desató la locura. Pero, mientras tanto, en el <strong>PSG y en Doha</strong> se movían con sigilo, en una operación que incluyó a <strong>Macron y al Palacio del Elíseo</strong>.</p>
<p> El viaje de la madre del jugador a <strong>Qatar </strong>lo cambió todo. Se filtró una renovación con cifras estratosféricas que finalmente se produjo. El Madrid se quedó a cuadros cuando, el 21 de mayo, Mbappé renovó con el <strong>PSG hasta 2025,</strong> aunque podía liberarse un año antes. No pasó mucho tiempo hasta que quedó claro que no estaba nada convencido de que quedarse en París fuera la decisión correcta.</p>
<p>Debía ser el verano más tranquilo, porque le quedaba un año por delante. Pero la cabeza de <strong>Mbappé </strong>ya estaba en Madrid. Vivía con la presión de estar seguro de que era su última temporada en París y la última oportunidad de darle la Champions al PSG. De repente, todo se tensó. En julio, Mbappé fue apartado del equipo de Luis Enrique y tuvo que entrenarse con los descartes. Otra vez, el Madrid entendió que se podía abrir una puerta para acelerar el fichaje un año antes. Pero esta vez, el club blanco dejó todo en manos del jugador. Era <strong>Mbappé</strong> quien tenía que dar el paso. A pesar de que se habló de un fichaje inminente, al cerrarse el mercado, Mbappé seguía siendo jugador del PSG. <strong>Luis Enrique</strong> volvió a contar con él, pero la guerra con el club ya estaba declarada.</p>
<p>En junio de 2024, <strong>Mbappé</strong> fichó por el Madrid. Era un jugador extenuado. La temporada había sido muy dura: batalla tras batalla con el PSG, sin sintonía con <strong>Luis Enrique</strong>, la Champions entregada en semifinales ante el Dortmund, y una Eurocopa frustrante en la que una fractura nasal le pasó factura. Cuando se incorporó al Madrid, se juntaron todo eso más la presión, que pronto entendió que nada tenía que ver con lo que había vivido antes. Como resultado, Deschamps lo dejó fuera de las listas de <strong>Francia</strong> e insinuó que necesitaba resetear su mente.</p>
<p>A pesar de todo eso, <strong>Mbappé </strong>cerró la temporada con 44 goles, una cifra nunca vista antes en un jugador recién llegado al Madrid. De esa cantidad parte ahora, con el 10 a la espalda. Ya sabe <strong>qué es y cómo es el Madrid</strong>. Encarará la temporada con ese bagaje, unas semanas en las que el futuro no le genera inquietud y la certeza de ser el mando en el ataque del Madrid. Ante Mbappé se presenta la misión de que sus goles &#8211;que nadie duda que llegarán por decenas&#8211; se transformen en grandes títulos para el club. En especial uno: la Champions, que tanto se le resistió en el <strong>PSG </strong>y que se celebró en París justo el año que él se marchó.</p>
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