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LaLiga ya no puede monetizar más sus partidos en España. Así que empieza a jugarlos donde sí: EEUU

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LaLiga ya no puede monetizar más sus partidos en España. Así que empieza a jugarlos donde sí: EEUU

LaLiga está a punto de conseguir lo que lleva intentando desde 2018: jugar un partido oficial en Estados Unidos. El Villarreal-Barcelona del 20 de diciembre en Miami es el reconocimiento oficial de que el fútbol europeo ha aceptado que su futuro pasa por dejar de pertenecer únicamente a las ciudades que representa.

Por qué ahora. Varios astros alineados para culminar un largo proceso:

  • El partido se jugará siete meses antes del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. El país estará más receptivo que nunca al fútbol.
  • Messi –precisamente en Miami– está acelerando la consolidación de la MLS, contra los intereses de LaLiga.
  • Los derechos televisivos en España parecen haber tocado techo, es un producto comercializado con una oferta tensionada por el modelo actual.

No parece haber margen para subir precios para un negocio, el del fútbol, que quiere seguir creciendo para no quedarse atrás respecto a la Premier League. Y para atajar la fuga de talento a la propia Premier o a la liga saudí.

Mientras tanto, el mercado estadounidense ofrece la combinación perfecta para seguir creciendo:

  • Más de 60 millones de hispanos interesados en el fútbol.
  • Alto poder adquisitivo.
  • Un prime time favorable que Asia no puede igualar.

La ecuación. Un partido en Miami puede generar 50 millones de euros directos frente a los 5 millones que generaría en el estadio de La Cerámica. Con más de la mitad de los ingresos de LaLiga procediendo ya de derechos internacionales, este es un movimiento anticipado. Se veía venir.

LaLiga de hecho lleva años con presencia física en Estados Unidos haciendo crecer su negocio allí. Ningún movimiento supone un salto mayor que acoger un partido oficial. No un amistoso veraniego, sino uno con puntos en juego.

La selección. El Barça era imprescindible al ser una marca global que mueve grandes audiencias. El Real Madrid lo es tanto o más, pero su larguísima guerra abierta con LaLiga hacía inviable su participación aquí.

El Villarreal también resulta conveniente: equipo lo suficientemente atractivo (este año juega Champions) pero a la vez manejable con sus 20.000 socios.

  • Su presidente ha prometido viajes gratis a Miami para todos los socios que quieran asistir.
  • Los que no quieran viajar recibirán la devolución del 20% del precio de su abono, pese a que solo se perderán un partido, el 5% de los jugados en liga.
  • Es un parche que funciona para un club de su dimensión en este primer desplazamiento, pero difícilmente será sostenible si los partidos en el extranjero se normalizan.

El precedente. Si todo sale como se espera y LaLiga desea, con FIFA y UEFA dando luz verde junto a una RFEF que ya lo ha autorizado, no habrá vuelta atrás. En cinco años podemos esperar bastante más que un solo partido al año y no solo en LaLiga, también en otras ligas europeas importantes que buscan crecer. Presumiblemente, Serie A y Bundesliga.

La transformación. El fútbol va dejando de ser un ritual social de representación ciudadana para convertirse en contenido global con consumidores. Los partidos irán donde esté el dinero, no donde estén las raíces.

Es la misma lógica que ha llevado el Mundial de Clubes a Estados Unidos y la Supercopa española a Arabia Saudí.

  • NBA y NFL llevan una década haciendo esto.
  • El fútbol europeo simplemente ha vencido el tabú que provocaba el fuerte arraigo local de sus clubes.

Y ahora qué. Este no es el final del proceso sino el principio. Los aficionados locales que han pagado abonos, camisetas y derechos televisivos durante décadas van a encontrarse con algunos partidos –en el caso del Villarreal-Barça, quizás el mejor de la temporada– jugándose a miles de kilómetros.

Esto no es ni bueno ni malo per se, aunque va a generar discrepancias entre aficionados locales que rechazan este modelo. Es la consecuencia lógica de un deporte que factura como industria global pero mayoritariamente sigue operando con estructuras locales. LaLiga no está innovando, está haciendo lo mismo que hacen otros deportes desde hace diez años.

  • La pregunta no es si esto debería pasar o no, ya ha pasado.
  • La pregunta es qué otras tradiciones del fútbol europeo están a punto de caer.

Desde Xataka hemos contactado con LaLiga para conocer su visión sobre este movimiento, pero la organización ha preferido no hacer declaraciones por el momento.

En Xataka | El nuevo equipo de fútbol de Ibai ya tiene nombre y campo. El problema es que le falta lo más importante: tradición

Imagen destacada | LaLiga


La noticia

LaLiga ya no puede monetizar más sus partidos en España. Así que empieza a jugarlos donde sí: EEUU

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Lacort

.

​LaLiga está a punto de conseguir lo que lleva intentando desde 2018: jugar un partido oficial en Estados Unidos. El Villarreal-Barcelona del 20 de diciembre en Miami es el reconocimiento oficial de que el fútbol europeo ha aceptado que su futuro pasa por dejar de pertenecer únicamente a las ciudades que representa.

Por qué ahora. Varios astros alineados para culminar un largo proceso:

El partido se jugará siete meses antes del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. El país estará más receptivo que nunca al fútbol.
Messi –precisamente en Miami– está acelerando la consolidación de la MLS, contra los intereses de LaLiga.
Los derechos televisivos en España parecen haber tocado techo, es un producto comercializado con una oferta tensionada por el modelo actual.

No parece haber margen para subir precios para un negocio, el del fútbol, que quiere seguir creciendo para no quedarse atrás respecto a la Premier League. Y para atajar la fuga de talento a la propia Premier o a la liga saudí.

Mientras tanto, el mercado estadounidense ofrece la combinación perfecta para seguir creciendo:

Más de 60 millones de hispanos interesados en el fútbol.
Alto poder adquisitivo.
Un prime time favorable que Asia no puede igualar.

La ecuación. Un partido en Miami puede generar 50 millones de euros directos frente a los 5 millones que generaría en el estadio de La Cerámica. Con más de la mitad de los ingresos de LaLiga procediendo ya de derechos internacionales, este es un movimiento anticipado. Se veía venir.

LaLiga de hecho lleva años con presencia física en Estados Unidos haciendo crecer su negocio allí. Ningún movimiento supone un salto mayor que acoger un partido oficial. No un amistoso veraniego, sino uno con puntos en juego.

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Su presidente ha prometido viajes gratis a Miami para todos los socios que quieran asistir.
Los que no quieran viajar recibirán la devolución del 20% del precio de su abono, pese a que solo se perderán un partido, el 5% de los jugados en liga.
Es un parche que funciona para un club de su dimensión en este primer desplazamiento, pero difícilmente será sostenible si los partidos en el extranjero se normalizan.

El precedente. Si todo sale como se espera y LaLiga desea, con FIFA y UEFA dando luz verde junto a una RFEF que ya lo ha autorizado, no habrá vuelta atrás. En cinco años podemos esperar bastante más que un solo partido al año y no solo en LaLiga, también en otras ligas europeas importantes que buscan crecer. Presumiblemente, Serie A y Bundesliga.

La transformación. El fútbol va dejando de ser un ritual social de representación ciudadana para convertirse en contenido global con consumidores. Los partidos irán donde esté el dinero, no donde estén las raíces.

Es la misma lógica que ha llevado el Mundial de Clubes a Estados Unidos y la Supercopa española a Arabia Saudí.

NBA y NFL llevan una década haciendo esto.
El fútbol europeo simplemente ha vencido el tabú que provocaba el fuerte arraigo local de sus clubes.

Y ahora qué. Este no es el final del proceso sino el principio. Los aficionados locales que han pagado abonos, camisetas y derechos televisivos durante décadas van a encontrarse con algunos partidos –en el caso del Villarreal-Barça, quizás el mejor de la temporada– jugándose a miles de kilómetros.

Esto no es ni bueno ni malo per se, aunque va a generar discrepancias entre aficionados locales que rechazan este modelo. Es la consecuencia lógica de un deporte que factura como industria global pero mayoritariamente sigue operando con estructuras locales. LaLiga no está innovando, está haciendo lo mismo que hacen otros deportes desde hace diez años.

La pregunta no es si esto debería pasar o no, ya ha pasado.
La pregunta es qué otras tradiciones del fútbol europeo están a punto de caer.

Desde Xataka hemos contactado con LaLiga para conocer su visión sobre este movimiento, pero la organización ha preferido no hacer declaraciones por el momento.

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Imagen destacada | LaLiga

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LaLiga ya no puede monetizar más sus partidos en España. Así que empieza a jugarlos donde sí: EEUU

fue publicada originalmente en

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por
Javier Lacort

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