Todo parecía estar alineado para que Gavin Williams escribiera su nombre en los libros de historia de la MLB con 126 lanzamientos y ocho entradas con un tercio sin permitir hits, el joven abrido de los Guardianes de Cleveland estaba a punto de lograr su primer no-hitter en solitario de la temporada 2025. La afición en el Progressive Field contenía la respiración en cada lanzamiento, su recta seguía viva, se veía sóldo y con confianza intacta.
Pero de repente, la historia tomó un giro drástico cuando apareció Juan Soto en la caja de bateo. El pelotero dominicano de los Mets de Nueva York, conocido por su temple en momentos críticos conectó un homerun monumental con cuenta de 1-0, enviando la pelota más alla del guante de Angel Martínez por el jardín central. Así, el sueño de Williams se desmoronó con un solo swing que borró ocho entradas perfectas de dominio.
El batazo de Juan Soto no solo arruinó el intento de no-hitter, sino que fue la única carrera que los Mets lograron anotar en todo el juego. Fue su cuadrangular número 26 en la temporada, una muestra de poder y precisión que lo ha convertido en uno de los bates más temidos de las Grandes Ligas. Aunque los Guardianes terminaron con la victoria 4-1, el sabor fue agridulce para su abrido, que vio escapar su hazaña.
El mánager Stephen Vogt había apostado por mantener a Williams en el montículo a pesar de tener el conteo de lanzamientos muy alto, sin embargo, la apuesta fue interrumpida por Juan Soto, un bateador que se convirtió en el villano que acabó con algo que pudo ser histórico.
Con este intento frustrado, los Guardianes siguen sin lanzar un no-hitter desde el juego perfecto de Len Barker en 1981. Y a nivel de Grandes Ligas, la espera por el primer juego sin hit del 2025 continúa desde que Blake Snell lo consiguiera en agosto de 2024 con los Gigantes de San Francisco. Gavin Williams estuvo más cerca que nadie, pero la historia se le escapó del brazo.
Aún así la actuación del derecho fue notable con 8 innings 2/3, 6 ponches, un solo hit y una efectividad de 3.17, la mejor de su joven carrera. La imagen de Juan Soto recorriendo las bases mientras William veía el cielo podría ser una de las postales más recordadas de esta temporada.