Connect with us

Ciencia y Tecnología

Nueva Zelanda está llena de tesoros naturales. Ahora ha decidido cobrar a los turistas extranjeros que quieran verlos

Published

on

Nueva Zelanda está llena de tesoros naturales. Ahora ha decidido cobrar a los turistas extranjeros que quieran verlos

Mount Cook (Aroaki) es uno de los lugares más emblemáticos de Oceanía, una montaña de algo más de 3.700 m de altitud situada en plenos Alpes neozelandeses y famosa por sus cumbres nevadas. El enclave es fascinante, igual que lo es la playa de Cathedral Cove, Milford Track o el Parque Nacional Tongariro, todos tesoros naturales de Nueva Zelanda. Si los planes de su Gobierno salen adelante en no mucho tiempo los extranjeros deberán rascarse el bolsillo para disfrutarlos.

¿El motivo? Nueva Zelanda quiere cobrarles una tasa.

Amigos sorprendidos. El anuncio lo hicieron el sábado el Primer Ministro del país, Christopher Luxon, y el ministro de Conservación, Tama Potaka: el Gobierno quiere cobrar una tasa extra a los extranjeros que visiten algunos de los espacios protegidos más populares de Nueva Zelanda para que ayuden a conservarlos.

“Los turistas contribuyen a nuestra economía y nadie quiere que eso cambie”, reconoce Luxon. “Pero muchas veces he escuchado de amigos extranjeros su sorpresa al poder visitar algunos de los lugares más bellos del mundo gratis”.

e

Los grandes iconos. “Los lugares que son especiales para los neozelandeses deben estar protegidos, por lo que daremos más apoyo al DOC (Departamento de Conservación) al introducir un cargo para que los visitantes extranjeros accedan a los espacios más concurridos”, confirma el primer ministro. Al menos de entrada el Ejecutivo tiene en mente cuatro de los espacios más icónicos del país: Cathedral Cove/Te Wahanganui-a-Hei, Tongarino Crossing, Milford Sound y Aoraki Mount Cook, espacios donde los extranjeros suelen representar el 80% de las visitas.

Una cifra: 20 €. El Gobierno no solo maneja una lista de enclaves, también ha pensado una posible tarifa. En un comunicado publicado este sábado el Gobierno desliza que lo “justo” es que los extranjeros que acuden a esos “lugares especiales” abonen un pago extra de entre 20 y 40 dólares neozelandeses por persona, lo que traducido en euros equivale a una horquilla de entre 10 y 20 euros, más o menos.

“Para el patrimonio natural eso supondrá unos ingresos de hasta 62 millones de dólares al año (casi 32 millones de euros) que se reinvertirán directamente en esas mismas zonas, de modo que podamos seguir invirtiendo en los lugares que apoyan gran parte de nuestro sector turístico”, reivindia Potaka. La idea es que el canon lo abonen solo los extranjeros, no los lugareños, que podrán seguir accediendo sin costes. “Es nuestra herencia colectiva y los kiwis no deberían tener que pagar”.

¿Se sabe algo más? Sí. El periódico The Guardian desliza que probablemente las tarifas se impongan a partir del año que viene. Otra de las claves a las que está dando vueltas ya el Gobierno es cómo diferenciar a los visitantes extranjeros de los neozelandeses, aunque no parece que eso vaya a suponer un gran desafío.

“Cuando acudes al Museo Auckland Domain, tienes que demostrar que eres de Auckland si quieres un precio diferente”, recuerda Potaka. Lo mismo ocurre con el precio diferenciado de las rutas. Los extranjeros pagan un poco más que los locales y hay diferentes formas de demostrarlo, mediante pasaportes, certificados, etc.”

Pendientes del turismo. La decisión del Gobierno llega después de que la economía zelandesa entrase en recesión técnica el año pasado, lo que ha llevado al Gobierno a buscar fórmulas para estimular el crecimiento. Con ese telón de fondo, el turismo se ha revelado una vía de ingresos valiosa. Durante los últimos meses el Gobierno ha intensificado su promoción, flexibilizado las normas para la llegada de nómadas digitales y se lo ha puesto más fácil a los visitantes chinos.

A partir de noviembre el país probará un programa de exención de visa para los viajeros con pasaporte chino que viajen desde Australia con una visa australiana válida. “Esto hará que resulte más fácil, barato y rápido para ellos cruzar el mar de Tasmania y visitar nuestras costas”, razona la ministra de Inmigración, Erica Stanford. El país cerró 2024 con 3,3 millones de visitantes extranjeros.

¿Hay más cambios? Sí. Nueva Zelanda no solo planea cobrar un impuesto extra los extranjeros. En el mismo comunicado en el que anuncian esa medida Luxon y Potaka adelantan sus planes de modificar la Ley de Conservación para facilitar “una nueva ola de concesiones” en sectores como el turismo o la agricultura.

¿El motivo? El Ejecutivo recuerda que gran parte del territorio es suelo protegido por su valor histórico, cultural y biodiversidad, y aunque ya hay negocios en ese espacio (pastores o pistas de esquí, por ejemplo) no resulta fácil montarlos.

“Para hacerlo se necesita una concesión, y el régimen de concesiones está totalmente roto. A menudo lleva años obtenerlo o renovarlo y deja a las empresas en un limbo burocrático”. El Ejecutivo habla de “normas obsoletas” y adelanta su intención de fomentar “más empleo, crecimiento y salarios más altos”. El anuncio ya le ha valido las críticas de la organización medioambiental Forest & Bird.

Imágenes | Christian Michel (Flickr) y Bernard Spragg. NZ (Flickr)

En Xataka | El norte de España lleva años quejándose del turismo masivo. Asturias ha descubierto las amargas consecuencias de perderlo


La noticia

Nueva Zelanda está llena de tesoros naturales. Ahora ha decidido cobrar a los turistas extranjeros que quieran verlos

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Carlos Prego

.

​Mount Cook (Aroaki) es uno de los lugares más emblemáticos de Oceanía, una montaña de algo más de 3.700 m de altitud situada en plenos Alpes neozelandeses y famosa por sus cumbres nevadas. El enclave es fascinante, igual que lo es la playa de Cathedral Cove, Milford Track o el Parque Nacional Tongariro, todos tesoros naturales de Nueva Zelanda. Si los planes de su Gobierno salen adelante en no mucho tiempo los extranjeros deberán rascarse el bolsillo para disfrutarlos.

¿El motivo? Nueva Zelanda quiere cobrarles una tasa.

Amigos sorprendidos. El anuncio lo hicieron el sábado el Primer Ministro del país, Christopher Luxon, y el ministro de Conservación, Tama Potaka: el Gobierno quiere cobrar una tasa extra a los extranjeros que visiten algunos de los espacios protegidos más populares de Nueva Zelanda para que ayuden a conservarlos.

“Los turistas contribuyen a nuestra economía y nadie quiere que eso cambie”, reconoce Luxon. “Pero muchas veces he escuchado de amigos extranjeros su sorpresa al poder visitar algunos de los lugares más bellos del mundo gratis”.

Los grandes iconos. “Los lugares que son especiales para los neozelandeses deben estar protegidos, por lo que daremos más apoyo al DOC (Departamento de Conservación) al introducir un cargo para que los visitantes extranjeros accedan a los espacios más concurridos”, confirma el primer ministro. Al menos de entrada el Ejecutivo tiene en mente cuatro de los espacios más icónicos del país: Cathedral Cove/Te Wahanganui-a-Hei, Tongarino Crossing, Milford Sound y Aoraki Mount Cook, espacios donde los extranjeros suelen representar el 80% de las visitas.

Una cifra: 20 €. El Gobierno no solo maneja una lista de enclaves, también ha pensado una posible tarifa. En un comunicado publicado este sábado el Gobierno desliza que lo “justo” es que los extranjeros que acuden a esos “lugares especiales” abonen un pago extra de entre 20 y 40 dólares neozelandeses por persona, lo que traducido en euros equivale a una horquilla de entre 10 y 20 euros, más o menos.

“Para el patrimonio natural eso supondrá unos ingresos de hasta 62 millones de dólares al año (casi 32 millones de euros) que se reinvertirán directamente en esas mismas zonas, de modo que podamos seguir invirtiendo en los lugares que apoyan gran parte de nuestro sector turístico”, reivindia Potaka. La idea es que el canon lo abonen solo los extranjeros, no los lugareños, que podrán seguir accediendo sin costes. “Es nuestra herencia colectiva y los kiwis no deberían tener que pagar”.

En Xataka

En Italia los agricultores están tan hartos de los turistas que están instalando tornos en las montañas. Literalmente

¿Se sabe algo más? Sí. El periódico The Guardian desliza que probablemente las tarifas se impongan a partir del año que viene. Otra de las claves a las que está dando vueltas ya el Gobierno es cómo diferenciar a los visitantes extranjeros de los neozelandeses, aunque no parece que eso vaya a suponer un gran desafío.

“Cuando acudes al Museo Auckland Domain, tienes que demostrar que eres de Auckland si quieres un precio diferente”, recuerda Potaka. Lo mismo ocurre con el precio diferenciado de las rutas. Los extranjeros pagan un poco más que los locales y hay diferentes formas de demostrarlo, mediante pasaportes, certificados, etc.”

Pendientes del turismo. La decisión del Gobierno llega después de que la economía zelandesa entrase en recesión técnica el año pasado, lo que ha llevado al Gobierno a buscar fórmulas para estimular el crecimiento. Con ese telón de fondo, el turismo se ha revelado una vía de ingresos valiosa. Durante los últimos meses el Gobierno ha intensificado su promoción, flexibilizado las normas para la llegada de nómadas digitales y se lo ha puesto más fácil a los visitantes chinos.

A partir de noviembre el país probará un programa de exención de visa para los viajeros con pasaporte chino que viajen desde Australia con una visa australiana válida. “Esto hará que resulte más fácil, barato y rápido para ellos cruzar el mar de Tasmania y visitar nuestras costas”, razona la ministra de Inmigración, Erica Stanford. El país cerró 2024 con 3,3 millones de visitantes extranjeros.

¿Hay más cambios? Sí. Nueva Zelanda no solo planea cobrar un impuesto extra los extranjeros. En el mismo comunicado en el que anuncian esa medida Luxon y Potaka adelantan sus planes de modificar la Ley de Conservación para facilitar “una nueva ola de concesiones” en sectores como el turismo o la agricultura.

¿El motivo? El Ejecutivo recuerda que gran parte del territorio es suelo protegido por su valor histórico, cultural y biodiversidad, y aunque ya hay negocios en ese espacio (pastores o pistas de esquí, por ejemplo) no resulta fácil montarlos.

“Para hacerlo se necesita una concesión, y el régimen de concesiones está totalmente roto. A menudo lleva años obtenerlo o renovarlo y deja a las empresas en un limbo burocrático”. El Ejecutivo habla de “normas obsoletas” y adelanta su intención de fomentar “más empleo, crecimiento y salarios más altos”. El anuncio ya le ha valido las críticas de la organización medioambiental Forest & Bird.

Imágenes | Christian Michel (Flickr) y Bernard Spragg. NZ (Flickr)

En Xataka | El norte de España lleva años quejándose del turismo masivo. Asturias ha descubierto las amargas consecuencias de perderlo

– La noticia

Nueva Zelanda está llena de tesoros naturales. Ahora ha decidido cobrar a los turistas extranjeros que quieran verlos

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Carlos Prego

.   

​   

​ 

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *