En medio de una temporada turbulenta para los Yankees de Nueva York, las críticas hacia el manager Aaron Boone se han intensificado. Pero no todos están de acuerdo con esa narrativa.
Uno de sus exjugadores, Lance Lynn, ha salido al paso con un mensaje claro: si no has estado dentro del clubhouse, no entiendes lo que realmente pasa. Y sus palabras han encendido una nueva perspectiva sobre el rol del estratega.
La presión sobre Aaron Boone ha aumentado durante las últimas semanas, especialmente tras una preocupante caída en el rendimiento de los Yankees. Desde el 28 de mayo, el equipo pasó de liderar su división con marca de 35-20, a sufrir una racha negativa que los ha dejado 25-32 desde entonces.
La reciente barrida histórica por parte de los Marlins y la pérdida de 18 de sus últimos 26 juegos han hecho sonar las alarmas en la fanaticada y los medios. Las voces que exigen un cambio de dirección técnica han ganado volumen, señalando a Boone por no mostrar mano dura ni asumir suficiente responsabilidad en público.
Lance Lynn, exlanzador de los Yankees en 2018, tiene una visión completamente diferente. Lynn, quien jugó bajo la dirección de Boone tras ser traspasado a mitad de temporada, dejó claro que muchas de las críticas carecen de contexto y conocimiento real.
Si es necesario abordarlo, lo está abordando. Lo que pasa en el clubhouse, se queda ahí
Lance Lynn
El veterano pitcher dejó entrever que Aaron Boone sí ejerce liderazgo y presión interna, aunque no lo haga de forma pública. Para Lynn, el hecho de que el manager no exponga a sus jugadores frente a los medios no significa que no esté haciendo su trabajo tras bambalinas.
Uno de los puntos más fuertes que resaltó Lance Lynn es que la verdadera responsabilidad no siempre se exhibe frente a los micrófonos. A diferencia de figuras como Alex Rodríguez, quien recientemente cuestionó la falta de disciplina visible en el equipo, Lynn recalca que hay dinámicas internas que no deben salir a la luz por respeto al grupo.
Este estilo de manejo no siempre es comprendido por los fanáticos, que esperan ver reacciones públicas y decisiones drásticas. Pero según Lynn, el clubhouse de los Yankees opera con otro tipo de liderazgo, basado en la confianza y no en los titulares.
Aunque públicamente Aaron Boone suele proteger a sus jugadores, en privado el tono cambia. Un ejemplo reciente fue el error de corrido de bases de Jazz Chisholm Jr., al que Boone defendió ante los medios como una jugada “agresiva”,según fuentes internas, fue claro en que ese tipo de errores no se pueden repetir dentro de los partidos.
Esto refleja que Boone sí toma medidas, aunque no siempre sean visibles para el público general. Es un enfoque que prioriza el respeto al equipo por encima del espectáculo mediático, y que, según Lynn, ha funcionado dentro del vestidor.
El debate sobre la continuidad de Aaron Boone seguirá vigente mientras los resultados no mejoren. Pero su estilo, aunque menos estridente, cuenta con el respaldo de quienes han estado dentro del sistema. Las palabras de Lynn ponen el foco en un aspecto poco discutido: el valor del liderazgo silencioso en un ambiente tan demandante como el de Nueva York.