Las tensiones se dispararon durante el partido entre los Houston Astros y los Boston Red Sox, culminando en un tenso enfrentamiento en el campo que vació los banquillos. El altercado se desató después de que el lanzador de los Astros, Héctor Neris, se preocupara de que el corredor en segunda base de los Red Sox, Trevor Story, estuviera retransmitiendo sus señales al bateador. El incidente reavivó una de las controversias más antiguas del béisbol, pero con un giro irónico que rápidamente fue señalado por los comentaristas.
En medio de la acalorada situación, el comentarista de los Red Sox, Will Middlebrooks, no tardó en señalar la “hipocresía” de los Astros. El equipo de Houston fue el centro de un masivo escándalo de robo de señales en 2017, un engaño que implicó el uso de una cámara en el jardín central y dispositivos electrónicos para retransmitir las señales a los bateadores. Middlebrooks contrastó ese método ilegal con lo que los Red Sox supuestamente estaban haciendo, una práctica que, según él y las reglas del béisbol, es una parte legítima del juego.
La confrontación comenzó en la séptima entrada, cuando Neris, visiblemente preocupado por la posición de Trevor Story en segunda base, realizó un balk intencional para obligarlo a avanzar a tercera y eliminar su capacidad de ver el agarre del lanzador. A pesar de que los banquillos se vaciaron y las palabras volaron entre Neris y el entrenador de tercera base, Kyle Hudson, no hubo agresiones.
Will Middlebrooks fue contundente en su análisis, defendiendo las acciones de los Red Sox. “Imaginen a los Astros enojados por robar señales”, comentó. “Pero adivinen qué, eso es parte del juego, cuando puedes ver el agarre en un guante. Si no te gusta, escondes mejor tu agarre. Esto no es hacer trampa”. Su argumento se centra en la diferencia crucial entre el uso de tecnología ilegal y la habilidad de un corredor para descifrar las señales con sus propios ojos.
Para los aficionados familiarizados con el deporte, la ironía del incidente es evidente. El escándalo de los Astros en 2017 resultó en multas millonarias, pérdida de selecciones del draft y las suspensiones del gerente general y el mánager del equipo. Irónicamente, el mánager de los Red Sox, Alex Cora, formó parte del cuerpo técnico de los Astros durante ese período y los Red Sox también fueron objeto de su propia investigación por robo de señales en 2018.
El debate entre expertos y aficionados seguirá estando presente y cada uno tendrá su postura al respecto. Lo cierto es que esto ya pasó hace unos años y, al parecer, la desconfianza está instalada, con la idea de que, ojalá, no vuelva a pasar nunca más.