Connect with us

Ciencia y Tecnología

Spotify ya no es un reproductor de música. Es un “Netflix del audio” que quiere devorar tu día entero

Published

on

Spotify ya no es un reproductor de música. Es un "Netflix del audio" que quiere devorar tu día entero

Tras 18 años palmando dinero, Spotify estrenó su mayoría de edad este año con su primer ejercicio rentable en su historia. A ese hito le han seguido buenas noticias como sus últimos resultados trimestrales, que cuentan su propia historia.

Una historia que va mucho más allá de sus 696 millones de usuarios –276 millones de ellos, premium–. Es la de una metamorfosis silenciosa pero bestial. Spotify ha dejado de ser un reproductor de música para convertirse en algo distinto.

Es una máquina de capturar tiempo.

Cuando Daniel Ek dice que “la gente llega a Spotify y se queda en Spotify” está describiendo sutilmente su estrategia: colonizar cada vez más momentos sonoros de nuestro día a día.

Hace unos años, el competidor natural de Spotify era Apple Music. Y YouTube Music, Deezer, Tidal. Hoy sus rivales son más bien TikTok, YouTube, Netflix, Instagram, y hasta tu propia capacidad de concentración. Compite por tu atención sostenida. No le vale con ser quien pone música de fondo.

El crecimiento en usuarios activos –un 11%– es, más que más gente escuchando música, más gente entregando fragmentos de su día a la misma plataforma:

  • Música para ir a trabajar.
  • Un podcast mientras trabajas.
  • Otra música mientras hacer deporte.
  • Un audiolibro ants de dormir.
  • Videoclips con los que matar ratos muertos.

Spotify ha ido tejiendo una red que atrapa rutinas, no un rato suelto. Esa es la estrategia: asaltar cada momento en el que consumimos audio.

Y hacia eso va la empresa, hacia ser mucho más que una gramola moderna. Quiere ser el ente a quien deleguemos la decisión qué escuchar en cada contexto de nuestro día.

Los audiolibros parecían una chuchería, algo terciario, pero la decisión de competir con Audible cada vez parece más importante. El motivo: Spotify necesita contenido que funcione en momentos muertos que la música no puede llenar del todo.

  • Trayectos largos en coche.
  • Horas de limpieza en casa.
  • Paseos nocturnos.

Los audiolibros, como los podcasts, convierten a Spotify en compañía para toda ocasión, en el Netflix del audio que prometían ser. Spotify detectó que había una guerra silenciosa por los momentos de “atención parcial”. Mientras conducimos, cocinamos, limpiamos, nos aseamos. Momentos en los que la música funciona, pero donde una conversación interesante te puede enganchar más.

Por eso se gastaron cientos de millones en Joe Rogan y compañía. Para ocupar territorios temporales que escapaban a su control.

Con los audiolibros ganando peso, Spotify ha completado su transformación. Ya no es una app de música. Ni una app de música que tiene podcasts. Es una plataforma de audio total que casualmente también reproduce canciones, homogeneizando todo en esa palabra maldita llamada “contenido”.

Han renunciado a ser perfectos en algo para ser indispensables en todo. Y está funcionando: casi 700 millones de personas han decidido estar en un espacio que sirve de universo sonoro único y que no despacha hacia varias aplicaciones especializadas.

Imagen destacada | @felipepelaquim

En Xataka | El problema ya no es que Spotify se haya llenado de artistas IA: es que la IA está “reviviendo” a músicos muertos


La noticia

Spotify ya no es un reproductor de música. Es un “Netflix del audio” que quiere devorar tu día entero

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Lacort

.

​Tras 18 años palmando dinero, Spotify estrenó su mayoría de edad este año con su primer ejercicio rentable en su historia. A ese hito le han seguido buenas noticias como sus últimos resultados trimestrales, que cuentan su propia historia.

Una historia que va mucho más allá de sus 696 millones de usuarios –276 millones de ellos, premium–. Es la de una metamorfosis silenciosa pero bestial. Spotify ha dejado de ser un reproductor de música para convertirse en algo distinto.

Es una máquina de capturar tiempo.

Cuando Daniel Ek dice que “la gente llega a Spotify y se queda en Spotify” está describiendo sutilmente su estrategia: colonizar cada vez más momentos sonoros de nuestro día a día.

Hace unos años, el competidor natural de Spotify era Apple Music. Y YouTube Music, Deezer, Tidal. Hoy sus rivales son más bien TikTok, YouTube, Netflix, Instagram, y hasta tu propia capacidad de concentración. Compite por tu atención sostenida. No le vale con ser quien pone música de fondo.

En Xataka

Daniel Ek nos cuenta cómo pretende que Spotify supere los 1.000 millones de suscriptores de pago. La música ya no será tan importante.

El crecimiento en usuarios activos –un 11%– es, más que más gente escuchando música, más gente entregando fragmentos de su día a la misma plataforma:

Música para ir a trabajar.
Un podcast mientras trabajas.
Otra música mientras hacer deporte.
Un audiolibro ants de dormir.
Videoclips con los que matar ratos muertos.

Spotify ha ido tejiendo una red que atrapa rutinas, no un rato suelto. Esa es la estrategia: asaltar cada momento en el que consumimos audio.

Y hacia eso va la empresa, hacia ser mucho más que una gramola moderna. Quiere ser el ente a quien deleguemos la decisión qué escuchar en cada contexto de nuestro día.

Los audiolibros parecían una chuchería, algo terciario, pero la decisión de competir con Audible cada vez parece más importante. El motivo: Spotify necesita contenido que funcione en momentos muertos que la música no puede llenar del todo.

Trayectos largos en coche.
Horas de limpieza en casa.
Paseos nocturnos.

Los audiolibros, como los podcasts, convierten a Spotify en compañía para toda ocasión, en el Netflix del audio que prometían ser. Spotify detectó que había una guerra silenciosa por los momentos de “atención parcial”. Mientras conducimos, cocinamos, limpiamos, nos aseamos. Momentos en los que la música funciona, pero donde una conversación interesante te puede enganchar más.

Por eso se gastaron cientos de millones en Joe Rogan y compañía. Para ocupar territorios temporales que escapaban a su control.

Con los audiolibros ganando peso, Spotify ha completado su transformación. Ya no es una app de música. Ni una app de música que tiene podcasts. Es una plataforma de audio total que casualmente también reproduce canciones, homogeneizando todo en esa palabra maldita llamada “contenido”.

Han renunciado a ser perfectos en algo para ser indispensables en todo. Y está funcionando: casi 700 millones de personas han decidido estar en un espacio que sirve de universo sonoro único y que no despacha hacia varias aplicaciones especializadas.

Imagen destacada | @felipepelaquim

En Xataka | El problema ya no es que Spotify se haya llenado de artistas IA: es que la IA está “reviviendo” a músicos muertos

– La noticia

Spotify ya no es un reproductor de música. Es un “Netflix del audio” que quiere devorar tu día entero

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Javier Lacort

.   

​   

​ 

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *