La MLB se encuentra inmersa en una crisis de integridad. Un informe delicado del informante de la MLB, Héctor Gómez, ha puesto a los Cleveland Guardians en el centro de un escándalo de apuestas que podría tener consecuencias de por vida. Según Gómez, existe “evidencia irrefutable” que vincula al cerrador estrella Emmanuel Clase y al lanzador Luis Ortiz con supuestas apuestas y arreglo de partidos, en una historia que amenaza con sacudir a todo el deporte.
La situación es bastante grave y los aficionados exigen respuestas lo antes posible. El mundo de las apuestas se ha tomado diversos deportes y situaciones como estas ponen en duda la integridad de los deportistas y de las instituciones que fomentan la participación en apuestas por millonarios auspicios.
La investigación, que según los informes ha estado en curso desde la temporada pasada, se intensificó con dos lanzamientos de Ortiz que levantaron todas las alarmas. Ortiz, quien fue suspendido por el equipo el 3 de julio, lanzó dos sliders inexplicablemente descontrolados en junio. La actividad de apuestas se disparó en las casas de apuestas que permiten apostar lanzamiento por lanzamiento, con pronósticos que anticipaban que los lanzamientos de Ortiz serían bolas.
El 15 de junio, un lanzamiento rebotó en la tierra, mientras que el 27 de junio otro se fue varios pies de la zona de strike, ambos resultando en apuestas ganadoras, lo que fue una señal de alarma imposible de ignorar para la MLB, por lo cual, se intensificaron las investigaciones al respecto.
La situación escaló cuando el nombre de Emmanuel Clase, una de las figuras clave del equipo, fue vinculado a la misma investigación. Esto complicó aún más la fecha límite de cambios de Cleveland. Para el 1 de agosto, según la información de The Athletic, los casilleros de ambos lanzadores fueron vaciados y su suspensión se ha extendido hasta el 31 de agosto, sin que se haya hecho pública ninguna resolución oficial. Con una posible prohibición de por vida acechando, el futuro de ambos jugadores en el béisbol profesional parece estar muy oscuro.
El escándalo ha generado una gran indignación entre los aficionados, quienes exigen a la MLB que tome medidas inmediatas. El silencio de la liga ha sido particularmente criticado, ya que muchos señalan la hipocresía de una organización que ha forjado profundos lazos financieros con gigantes de las apuestas.
La percepción es que la línea entre el deporte y el juego se ha vuelto tan borrosa que ha creado un entorno de tentación, llevando a los jugadores a comprometer la integridad del juego. Si las acusaciones de Gómez se confirman, el béisbol podría estar ante una de sus crisis más profundas en la historia reciente, con los nombres de Clase y Ortiz grabados como advertencia para toda una generación.