Connect with us

Ciencia y Tecnología

Rusia se está empezando a quedar sin las armas que heredó de la URSS. Así que está tirando de las de Corea del Norte

Published

on

Rusia se está empezando a quedar sin las armas que heredó de la URSS. Así que está tirando de las de Corea del Norte

Los vastos arsenales soviéticos que Rusia empleó al inicio de su invasión de Ucrania se están agotando. Según un análisis del Instituto de la Escuela de Economía de Kiev, los envíos desde los principales almacenes militares rusos han caído en picado: de 242.000 toneladas en 2022 a unas 119.000 toneladas previstas para 2025, prácticamente los niveles anteriores al conflicto.

El contexto del problema. Durante décadas, Rusia mantuvo enormes depósitos de armamento heredado de la Unión Soviética. Al comenzar la guerra en Ucrania, Moscú echó mano de estos stocks para equipar rápidamente sus fuerzas. Tanques T-72 y T-80 de los años 70 fueron reacondicionados y enviados al frente. Incluso algunos T-54, que entraron en producción a finales de los 40, han visto combate en territorio ucraniano.

La realidad actual. El análisis revela que el equipamiento de mejor calidad y más fácil restauración fue el primero en ser movilizado. Pavlo Shkurenko, analista del Instituto, explica que ahora “Rusia está enviando menos material para reacondicionamiento y reparación del que sabemos que pueden manejar las estaciones de reparación”. Esta caída sugeriría que las reservas han bajado el nivel significativamente.

La solución desesperada. Para compensar esta escasez, el Kremlin ha recurrido masivamente a sus aliados asiáticos. Los datos muestran que el 52% de los envíos marcados como “materiales explosivos” hacia los arsenales rusos en 2024 procedían de Nakhodka, un puerto en el Mar de Japón utilizado por Corea del Norte. Estos envíos pasaron de cero antes de la guerra a 250.000 toneladas en 2024. Según el jefe de inteligencia militar ucraniano, Kyrylo Budanov, el 40% de toda la munición rusa procede ahora de Pyongyang.

Más allá de Corea del Norte. El análisis también identifica cerca de 13.000 toneladas de material explosivo que, por su punto de entrada cerca del Mar Caspio, probablemente proceden de Irán. Mientras tanto, China se ha convertido en el proveedor clave de la industria de defensa rusa, aunque no envíe ayuda militar directa. Los envíos desde las regiones fronterizas orientales de Rusia hacia centros de producción militar se han casi duplicado desde 2021, superando los 3 millones de toneladas.

El dilema estratégico. A priori, parece mentira que Rusia dependa tanto de sus socios externos, sobre todo teniendo en cuenta que quieren sacar pecho de su imagen de autosuficiencia. Franz-Stefan Gady, analista militar vienés, sugiere que Moscú está usando munición norcoreana para mantener el ritmo de fuego en el frente mientras reserva munición rusa de mayor calidad para posibles conflictos futuros con la OTAN.

Lo que viene. Rusia planea invertir enormes sumas en rearme futuro, pero su situación actual expone las limitaciones de su capacidad militar local. La guerra que Putin imaginó como una demostración de fuerza se ha transformado en toda una prueba de resistencia en la que ha acabado dependiendo de aliados y un coste económico cada vez mayor.

Imagen de portada | Kremlin

En Xataka | Ya sabemos cuál es el truco de Rusia para  multiplicar sus drones: se llama “unidades de refrigeración” y viene  directo de China


La noticia

Rusia se está empezando a quedar sin las armas que heredó de la URSS. Así que está tirando de las de Corea del Norte

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Antonio Vallejo

.

​Los vastos arsenales soviéticos que Rusia empleó al inicio de su invasión de Ucrania se están agotando. Según un análisis del Instituto de la Escuela de Economía de Kiev, los envíos desde los principales almacenes militares rusos han caído en picado: de 242.000 toneladas en 2022 a unas 119.000 toneladas previstas para 2025, prácticamente los niveles anteriores al conflicto.

El contexto del problema. Durante décadas, Rusia mantuvo enormes depósitos de armamento heredado de la Unión Soviética. Al comenzar la guerra en Ucrania, Moscú echó mano de estos stocks para equipar rápidamente sus fuerzas. Tanques T-72 y T-80 de los años 70 fueron reacondicionados y enviados al frente. Incluso algunos T-54, que entraron en producción a finales de los 40, han visto combate en territorio ucraniano.

En Xataka

Europa se ha dado cuenta de que el rearme debe empezar en las carreteras: una invasión rusa desataría una congestión fatal

La realidad actual. El análisis revela que el equipamiento de mejor calidad y más fácil restauración fue el primero en ser movilizado. Pavlo Shkurenko, analista del Instituto, explica que ahora “Rusia está enviando menos material para reacondicionamiento y reparación del que sabemos que pueden manejar las estaciones de reparación”. Esta caída sugeriría que las reservas han bajado el nivel significativamente.

La solución desesperada. Para compensar esta escasez, el Kremlin ha recurrido masivamente a sus aliados asiáticos. Los datos muestran que el 52% de los envíos marcados como “materiales explosivos” hacia los arsenales rusos en 2024 procedían de Nakhodka, un puerto en el Mar de Japón utilizado por Corea del Norte. Estos envíos pasaron de cero antes de la guerra a 250.000 toneladas en 2024. Según el jefe de inteligencia militar ucraniano, Kyrylo Budanov, el 40% de toda la munición rusa procede ahora de Pyongyang.

Más allá de Corea del Norte. El análisis también identifica cerca de 13.000 toneladas de material explosivo que, por su punto de entrada cerca del Mar Caspio, probablemente proceden de Irán. Mientras tanto, China se ha convertido en el proveedor clave de la industria de defensa rusa, aunque no envíe ayuda militar directa. Los envíos desde las regiones fronterizas orientales de Rusia hacia centros de producción militar se han casi duplicado desde 2021, superando los 3 millones de toneladas.

El dilema estratégico. A priori, parece mentira que Rusia dependa tanto de sus socios externos, sobre todo teniendo en cuenta que quieren sacar pecho de su imagen de autosuficiencia. Franz-Stefan Gady, analista militar vienés, sugiere que Moscú está usando munición norcoreana para mantener el ritmo de fuego en el frente mientras reserva munición rusa de mayor calidad para posibles conflictos futuros con la OTAN.

Lo que viene. Rusia planea invertir enormes sumas en rearme futuro, pero su situación actual expone las limitaciones de su capacidad militar local. La guerra que Putin imaginó como una demostración de fuerza se ha transformado en toda una prueba de resistencia en la que ha acabado dependiendo de aliados y un coste económico cada vez mayor.

Imagen de portada | Kremlin

En Xataka | Ya sabemos cuál es el truco de Rusia para  multiplicar sus drones: se llama “unidades de refrigeración” y viene  directo de China

– La noticia

Rusia se está empezando a quedar sin las armas que heredó de la URSS. Así que está tirando de las de Corea del Norte

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Antonio Vallejo

.   

​   

​ 

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *