Después de tocar fondo en Canadá con un accidente que dio alas a las dudas sobre su mentalidad, Lando Norris llega al Gran Premio de Bélgica con viento de cola. El británico ha encadenado dos victorias de autoridad —en Austria y en su casa, en Silverstone— que lo devuelven a la pelea por el título y lo colocan a solo ocho puntos de Oscar Piastri, su compañero en McLaren F1 y principal rival este año.
La temporada 2025 de Norris está siendo una montaña rusa, pero la tendencia es clara: va hacia arriba. “Me siento como si hubiera vuelto un poco a donde estaba antes”, confesó el jueves en Spa. “Austria fue donde me sentí más feliz, incluso más que en Silverstone. Con el coche, con el conocimiento de dónde y cómo puedo apretar. Todo encajó”.
Las dudas sobre su rendimiento mental, especialmente en comparación con un Piastri frío y eficaz que incluso llegó a ganar tres carreras seguidas, parecían justificadas hace apenas un mes. Ahora, en cambio, el Norris más fino y competitivo vuelve a escena. ¿El motivo? Según él, no tanto una mejora técnica como personal. “He trabajado en mi pilotaje. En mi capacidad para adaptarme a más estilos de conducción. Ese ha sido el punto clave”, explicó. “Al final, mi trabajo es exprimir al máximo el coche que me den, aunque no me guste”.
Además, destacó la importancia del trabajo fuera del coche, con su equipo más cercano: “Tengo un grupo muy bueno a mi alrededor. Hemos trabajado en cómo abordar mejor los fines de semana, tanto dentro como fuera de la pista”.
El británico también habló de su curiosa maniobra defensiva en Austria, cuando jugaba con el DRS para frenar a Piastri sin perder posición: “Sí, fue intencionado. Si seguía con el DRS, me pondría por delante y él podría intentar el cambio de trayectoria. Fue para mantenerlo por fuera con la misma velocidad. Buen ojo para quien lo vio…”.

Foto de: Erik Junius
Aunque se nota más cómodo y competitivo, Norris todavía no se siente al nivel de 2024: “Me siento mejor, sí. Pero aún no creo que esté rindiendo como el año pasado de manera constante. Sé que hay margen, y eso me motiva”. Eso sí, lo que más valora no son las victorias en sí, sino lo que representan: “Lo más positivo de esas dos semanas fue que el ritmo ya estaba ahí desde el principio. Estaba más cómodo, entendiendo cómo sacar lo mejor del coche. Eso me hace sonreír más que ganar la carrera. Es progreso, y eso siempre es muy gratificante”.
Sobre el GP de Bélgica, no se confía pese al potencial del McLaren: “Es un fin de semana con muchas oportunidades, incluso más que en Silverstone. Pero no espero tener la misma ventaja. Con la meteorología aquí, todo puede cambiar en cuestión de minutos. Va a ser una carrera de consistencia”.
Incluso bromeó sobre su nariz, herida durante la celebración en Silverstone: “Se está curando bien. Esta vez me la arreglaron de forma más profesional. Pero son buenos recuerdos. Si algún día quiero mirar algo bonito en el espejo, miraré mi nariz”, dijo entre risas.
De hundirse en Montreal a resurgir en Austria y Silverstone, Norris parece haber dado con la tecla. En Spa, con la moral alta y el campeonato al rojo vivo, buscará igualar a Piastri con tres victorias consecutivas. Y lo hace con un mensaje claro: está de vuelta, pero aún puede dar más.
En este artículo
Pol Hermoso
Fórmula 1
Lando Norris
McLaren F1
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