Ciencia y Tecnología
300 piscinas españolas ya han tenido que cerrar por el mismo motivo este verano: gente cagando en el agua

La alerta de cada año vuelve a las piscinas españolas: un reto viral que consiste, simplemente, en defecar en el agua, una broma pesada para los bañistas que, sin embargo, tiene consecuencias que van más allá del desalojo de la zona. Desde que se detectan noticias sobre el tema a finales de la década pasada, centenares de piscinas se ven afectadas cada año.
Plaga nacional. Este año, el reto ha afectado a más de 300 piscinas de toda España. Según cuenta eltiempo.es, han resultado afectados municipios como Sant Joan de Vilatorrada, Bellver de Cerdanya y Berga, en Cataluña; Orduña y Sopela, en Euskadi; Canals y Carcaixent, en la Comunidad Valenciana; y Torrelavega, Los Corrales de Buelna o Reocín, en Cantabria. Son, además, sucesos que se repiten varias veces en las mismas piscinas, llegando a registrarse más de media docena de veces en un mes en algunas de estas instalaciones.
Ni rastro del reto. Aunque se está calificando en los medios al fenómeno como “reto viral”, esto no lo es exactamente. Los retos virales a menudo nacen con intenciones promocionales o diseñados por un influencer. Sin embargo, aquí es complicado encontrar a usuarios de redes siguiendo el reto (es decir, defecando en las piscinas): tan solo hay reacciones infinitas al descubrimiento de hece. Se trata más bien de un fenómeno de contagio que nace con un vídeo concreto de 2023 muy difundido del tiktoker @iigormorales y, que fue utilizado para ilustrar noticias veraniegas en televisión y en prensa acerca de la aparición de heces en piscinas (un fenómeno de vandalismo que sucede, en menor proporción, todos los veranos).
Por su aparición en medios de mayor alcance, el vídeo de @iigormorales (y no un “reto” como tal) generó un “efecto llamada” que se está confundiendo con un reto como tal, y que muchos están empleando como justificación para vandalizar las instalaciones.
Hay castigo. No existe una legislación que penalice de forma específica defecar en las piscinas, pero se pueden aplicar sanciones administrativas o tomar medidas disuasorias, basándose en los delitos tipificados contra la salud pública. Puede haber multas (de hasta 600.000 euros en casos graves de reincidencia) y, por supuesto, expulsión de las instalaciones, una medida que se puede extender varios años. En algunos de los municipios mencionados se están revisando las grabaciones hechas con cámaras de sguridad para determinar la autoría de la falta.
Riesgos para la salud. Aunque los excrementos en las piscinas pueden parecer un tema anecdótico, su presencia entraña riesgos para la salud. La asociación de Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos advierten de que algunas de las bacterias patógenas presentes en las heces (las del género Cryptosporidium, por ejemplo, pero también la Escherichia coli, el virus de la hepatitis A o el parásito Giardia) sobreviven en agua de la piscina durante días. Incluso aunque se extraigan los excrementos y se clore y trate de nuevo, la más mínima disolución en el agua (como sucede si la persona tiene una leve diarrea) es peligrosa.
Alcance internacional. Aunque lo que nos afecta son los excrementos flotantes en nuestras piscinas, el reto viral parece tener alcance internacional, y ya hay usuarios de redes sociales avisando de avistamientos en la piscina de Central Park en Nueva York, en Madre Selva (Bolivia) o Turquía. Las deposiciones internacionales parece también tendencia, hasta el punto que el año pasado, con intenciones muy distintas a las de una broma viral, se propuso “cagar en el Sena” como forma de protestar por los Juegos Olímpicos de París.
Cabecera | Foto de Andrii Leonov en Unsplash
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La noticia
300 piscinas españolas ya han tenido que cerrar por el mismo motivo este verano: gente cagando en el agua
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
.
La alerta de cada año vuelve a las piscinas españolas: un reto viral que consiste, simplemente, en defecar en el agua, una broma pesada para los bañistas que, sin embargo, tiene consecuencias que van más allá del desalojo de la zona. Desde que se detectan noticias sobre el tema a finales de la década pasada, centenares de piscinas se ven afectadas cada año.
Plaga nacional. Este año, el reto ha afectado a más de 300 piscinas de toda España. Según cuenta eltiempo.es, han resultado afectados municipios como Sant Joan de Vilatorrada, Bellver de Cerdanya y Berga, en Cataluña; Orduña y Sopela, en Euskadi; Canals y Carcaixent, en la Comunidad Valenciana; y Torrelavega, Los Corrales de Buelna o Reocín, en Cantabria. Son, además, sucesos que se repiten varias veces en las mismas piscinas, llegando a registrarse más de media docena de veces en un mes en algunas de estas instalaciones.
Ni rastro del reto. Aunque se está calificando en los medios al fenómeno como “reto viral”, esto no lo es exactamente. Los retos virales a menudo nacen con intenciones promocionales o diseñados por un influencer. Sin embargo, aquí es complicado encontrar a usuarios de redes siguiendo el reto (es decir, defecando en las piscinas): tan solo hay reacciones infinitas al descubrimiento de hece. Se trata más bien de un fenómeno de contagio que nace con un vídeo concreto de 2023 muy difundido del tiktoker @iigormorales y, que fue utilizado para ilustrar noticias veraniegas en televisión y en prensa acerca de la aparición de heces en piscinas (un fenómeno de vandalismo que sucede, en menor proporción, todos los veranos).
Por su aparición en medios de mayor alcance, el vídeo de @iigormorales (y no un “reto” como tal) generó un “efecto llamada” que se está confundiendo con un reto como tal, y que muchos están empleando como justificación para vandalizar las instalaciones.
En Xataka
“Yo cago en el Sena”: a menos de dos meses de los Juegos Olímpicos París tiene un enorme problema con su río
Hay castigo. No existe una legislación que penalice de forma específica defecar en las piscinas, pero se pueden aplicar sanciones administrativas o tomar medidas disuasorias, basándose en los delitos tipificados contra la salud pública. Puede haber multas (de hasta 600.000 euros en casos graves de reincidencia) y, por supuesto, expulsión de las instalaciones, una medida que se puede extender varios años. En algunos de los municipios mencionados se están revisando las grabaciones hechas con cámaras de sguridad para determinar la autoría de la falta.
Riesgos para la salud. Aunque los excrementos en las piscinas pueden parecer un tema anecdótico, su presencia entraña riesgos para la salud. La asociación de Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos advierten de que algunas de las bacterias patógenas presentes en las heces (las del género Cryptosporidium, por ejemplo, pero también la Escherichia coli, el virus de la hepatitis A o el parásito Giardia) sobreviven en agua de la piscina durante días. Incluso aunque se extraigan los excrementos y se clore y trate de nuevo, la más mínima disolución en el agua (como sucede si la persona tiene una leve diarrea) es peligrosa.
Alcance internacional. Aunque lo que nos afecta son los excrementos flotantes en nuestras piscinas, el reto viral parece tener alcance internacional, y ya hay usuarios de redes sociales avisando de avistamientos en la piscina de Central Park en Nueva York, en Madre Selva (Bolivia) o Turquía. Las deposiciones internacionales parece también tendencia, hasta el punto que el año pasado, con intenciones muy distintas a las de una broma viral, se propuso “cagar en el Sena” como forma de protestar por los Juegos Olímpicos de París.
Cabecera | Foto de Andrii Leonov en Unsplash
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– La noticia
300 piscinas españolas ya han tenido que cerrar por el mismo motivo este verano: gente cagando en el agua
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
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