Ciencia y Tecnología
Roig cree que en 2050 ya no tendremos cocinas en casa porque compraremos la comida fuera. La ciencia no lo tiene tan claro

La cita estaba pensada para presumir de resultados, pero durante la presentación de su memoria de 2024, Juan Roig, presidente de Mercadona, lanzó un pronóstico que acaparó casi más titulares que la milmillonaria facturación de la empresa. Para pasmo de muchos, el valenciano vaticinó que los bebés que nazcan en treinta años no sabrán que es tener ollas o una vitrocerámica en casa. “Lo dije y lo mantengo: a mitad del siglo XXI no habrá cocinas”. ¿El motivo? La gente se alimentará fuera de casa o a base de platos precocinados ‘listos para comer’ como los que vende la propia Mercadona, según la particular distopía gastronómica de Roig.
Un estudio reciente sugiere que el valenciano quizás se precipitó en su pronóstico y que, pese a los cambios de hábitos, España sigue siendo un país lleno de cocinillas.
Un porcentaje: 59,1%. ¿Qué porcentaje de españoles sigue cocinando con frecuencia? ¿Y cómo lo hacen? Preguntas parecidas a esas son las que se planteó hace un tiempo Elena Sandri, de la Universidad Católica de Valencia (UCV). Para resolverlas realizó una encuesta con más de 1.500 participantes que arrojó algunas conclusiones interesantes, ahora plasmadas en un artículo publicado en la revista International Journal of Gastronomy and Food Science. En concreto hay un dato que parece cuestionar que el futuro sin cocinas profetizado por Roig esté a la vuelta de la esquina: el 59,1% de los españoles todavía cocina a diario o casi a diario.
“Sigue siendo central”. El estudio no se queda ahí. El estudio revela que el tiempo promedio que ese 59,1% dedica a la cocina ronda la hora y media y que sigue habiendo una clara diferencias entre sexos: ellas cocinan con más frecuencia, aplican técnicas más saludables y hacen gala de conocimientos gastronómicos más amplios. Su puntuación es varios puntos superior al de los hombres. Si nos fijamos en las edades se aprecian también diferencias claras: los adultos cocinan más.
Con esos datos la experta llega a una conclusión clara: “La cocina casera sigue siendo central en la cultura española”. Su estudio revela además la importancia del conocimiento para favorecer “prácticas culinarias saludables” o las “disparidades sociodemográficas”, sobre todo entre hombres, personas con bajo nivel educativo, jóvenes y gente que vive sola. “Tienden a recurrir más a la comida rápida y platos preparados, a menudo debido a la falta de tiempo, habilidades o conocimiento”.
¿Es el único estudio? No. A lo largo de los últimos años varios estudios han intentado responder a la misma pregunta: ¿Seguimos cocinando los españoles? En 2023 FESNAD, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, hizo un estudio con una muestra de 1.075 y obtuvo una fotografía algo diferente a la de Sandri: según sus cálculos, alrededor del 46% de los españoles siguen encendiendo todos los días sus vitros o fogones. Es un porcentaje considerable, aunque cruza ya la frontera de la mitad de la población.
“Nuestra cocina en el hogar está perdiendo importancia, no cocinamos a diario y cocinamos solos. No cocinamos todos los días por el poco tiempo que tenemos y la rapidez con la que vivimos”, señalaba la vicepresidenta de FESNAD, Rosaura Leis. Otra perspectiva interesante la aporta el medio Canal Cocina, que realizó también su propio estudio con 2.251 entrevistas a personas de entre 20 y 65 años. ¿Qué averiguó? Que la amplia mayoría de la población (alrededor del 90%) cocina al menos una vez a la semana, pero solo un paupérrimo 20% lo hace a diario.
Nuevos tiempos, nuevos hábitos. El dato anterior, eso sí, debe analizarse teniendo en cuenta otra clave que desliza el informe de Canal Cocina: casi cuatro de cada diez españoles (36%) practican el batch cooking, por lo que dedican un día a cocinar gran parte de la comida que consumen a lo largo de la semana. Entre los jóvenes esa práctica se eleva al 41% y si hablamos de Madrid la han incorporado a sus vidas el 46%. El estudio revela también que más de la mitad de los españoles come de táper al menos una vez a la semana, sobre todo los almuerzos de lunes a jueves, y el 43% los recibe de otras personas, sobre todo (sí) de sus madres.
¿Es el único cambio? De nuevo, la respuesta es ‘no’. A lo largo de los últimos años industria e investigadores han ido deslizando datos que revelan que, si bien el pronóstico de Juan Roig puede sonar aún lejano, en España cada vez resulta más fácil encontrarse con personas que se alimentan (de forma puntual o a menudo) sin encender un solo fogón o coger una sartén. La asociación de fabricantes de platos preparados (Asefapre) calcula que en 2024 el consumo de sus productos se disparó un 6,6% en los hogares, superando la barrera de las 700.000 toneladas.
Para ser más precisos, la ingesta per cápita creció un 3,8% hasta rozar los 17,2 kg anuales. Lectura similar deja otro informe de la consultora Kantar, que revela que la compra de platos “listos para comer” se ha disparado un 48% en cuestión de dos años en los supermercados españoles. Es más, su encuesta muestra que en el 20% de los casos el cliente ni siquiera los consumo en casa. “El interés en este momento radica en la búsqueda de equilibrio entre tiempo, salud y placer culinario”, resume Veronika Kurshudyan, directora del área de clientes de la consultora.
“Busca soluciones”. Sencillamente, y aunque España sigue siendo aún un país llenos de cocinillas, la gente ya “no solo compra alimentos”, advierte Kurshudyan. Ahora demanda algo más cuando acude a los supermercados: “busca soluciones”. Desde ese planteamiento se entiende mejor que cuando hace unos meses el CIS se dedicó a preguntar a los españoles si creían que la cocina industrial y la fast food estaban eclipsando a la cocina casera se encontrarse con un resultado llamativo: la mayoría (tres de cada cuatro) personas respondieron afirmativamente.
¿Cuál es la conclusión? La clave la daba hace unos días Miquel Echarri en El Comidista- El País: quizás la comida preparada esté ganando terreno a buen ritmo y haya ya un 40,9% de españoles que no cocinan nunca o lo hacen muy de tarde en tarde (la otra lectura que deja el estudio de Sandri), pero la cocina casera está lejos de ser una práctica minoritaria. “Si la cocina popular se muere en España, sigue siendo un moribundo que goza de una mala salud de hierro”, escribe Echarri.
Hoy en España se calcula que hay más de ocho millones de personas que viven sobre todo a base de comida preparada. La gran pregunta es… ¿Cómo evolucionará ese grupo? Y sobre todo, ¿llegará a ser tan dominante en 2050 como cree Roig?
Imágenes | Priscilla Du Preez 🇨🇦 (Unspash) y Soroush Karimi (Unsplash)
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La noticia
Roig cree que en 2050 ya no tendremos cocinas en casa porque compraremos la comida fuera. La ciencia no lo tiene tan claro
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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La cita estaba pensada para presumir de resultados, pero durante la presentación de su memoria de 2024, Juan Roig, presidente de Mercadona, lanzó un pronóstico que acaparó casi más titulares que la milmillonaria facturación de la empresa. Para pasmo de muchos, el valenciano vaticinó que los bebés que nazcan en treinta años no sabrán que es tener ollas o una vitrocerámica en casa. “Lo dije y lo mantengo: a mitad del siglo XXI no habrá cocinas”. ¿El motivo? La gente se alimentará fuera de casa o a base de platos precocinados ‘listos para comer’ como los que vende la propia Mercadona, según la particular distopía gastronómica de Roig.
Un estudio reciente sugiere que el valenciano quizás se precipitó en su pronóstico y que, pese a los cambios de hábitos, España sigue siendo un país lleno de cocinillas.
Un porcentaje: 59,1%. ¿Qué porcentaje de españoles sigue cocinando con frecuencia? ¿Y cómo lo hacen? Preguntas parecidas a esas son las que se planteó hace un tiempo Elena Sandri, de la Universidad Católica de Valencia (UCV). Para resolverlas realizó una encuesta con más de 1.500 participantes que arrojó algunas conclusiones interesantes, ahora plasmadas en un artículo publicado en la revista International Journal of Gastronomy and Food Science. En concreto hay un dato que parece cuestionar que el futuro sin cocinas profetizado por Roig esté a la vuelta de la esquina: el 59,1% de los españoles todavía cocina a diario o casi a diario.
“Sigue siendo central”. El estudio no se queda ahí. El estudio revela que el tiempo promedio que ese 59,1% dedica a la cocina ronda la hora y media y que sigue habiendo una clara diferencias entre sexos: ellas cocinan con más frecuencia, aplican técnicas más saludables y hacen gala de conocimientos gastronómicos más amplios. Su puntuación es varios puntos superior al de los hombres. Si nos fijamos en las edades se aprecian también diferencias claras: los adultos cocinan más.
Con esos datos la experta llega a una conclusión clara: “La cocina casera sigue siendo central en la cultura española”. Su estudio revela además la importancia del conocimiento para favorecer “prácticas culinarias saludables” o las “disparidades sociodemográficas”, sobre todo entre hombres, personas con bajo nivel educativo, jóvenes y gente que vive sola. “Tienden a recurrir más a la comida rápida y platos preparados, a menudo debido a la falta de tiempo, habilidades o conocimiento”.
¿Es el único estudio? No. A lo largo de los últimos años varios estudios han intentado responder a la misma pregunta: ¿Seguimos cocinando los españoles? En 2023 FESNAD, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, hizo un estudio con una muestra de 1.075 y obtuvo una fotografía algo diferente a la de Sandri: según sus cálculos, alrededor del 46% de los españoles siguen encendiendo todos los días sus vitros o fogones. Es un porcentaje considerable, aunque cruza ya la frontera de la mitad de la población.
“Nuestra cocina en el hogar está perdiendo importancia, no cocinamos a diario y cocinamos solos. No cocinamos todos los días por el poco tiempo que tenemos y la rapidez con la que vivimos”, señalaba la vicepresidenta de FESNAD, Rosaura Leis. Otra perspectiva interesante la aporta el medio Canal Cocina, que realizó también su propio estudio con 2.251 entrevistas a personas de entre 20 y 65 años. ¿Qué averiguó? Que la amplia mayoría de la población (alrededor del 90%) cocina al menos una vez a la semana, pero solo un paupérrimo 20% lo hace a diario.
En Xataka
Juan Roig cree que cocinar en casa no tiene futuro. Hay ocho millones de españoles que ya le están dando la razón
Nuevos tiempos, nuevos hábitos. El dato anterior, eso sí, debe analizarse teniendo en cuenta otra clave que desliza el informe de Canal Cocina: casi cuatro de cada diez españoles (36%) practican el batch cooking, por lo que dedican un día a cocinar gran parte de la comida que consumen a lo largo de la semana. Entre los jóvenes esa práctica se eleva al 41% y si hablamos de Madrid la han incorporado a sus vidas el 46%. El estudio revela también que más de la mitad de los españoles come de táper al menos una vez a la semana, sobre todo los almuerzos de lunes a jueves, y el 43% los recibe de otras personas, sobre todo (sí) de sus madres.
¿Es el único cambio? De nuevo, la respuesta es ‘no’. A lo largo de los últimos años industria e investigadores han ido deslizando datos que revelan que, si bien el pronóstico de Juan Roig puede sonar aún lejano, en España cada vez resulta más fácil encontrarse con personas que se alimentan (de forma puntual o a menudo) sin encender un solo fogón o coger una sartén. La asociación de fabricantes de platos preparados (Asefapre) calcula que en 2024 el consumo de sus productos se disparó un 6,6% en los hogares, superando la barrera de las 700.000 toneladas.
Para ser más precisos, la ingesta per cápita creció un 3,8% hasta rozar los 17,2 kg anuales. Lectura similar deja otro informe de la consultora Kantar, que revela que la compra de platos “listos para comer” se ha disparado un 48% en cuestión de dos años en los supermercados españoles. Es más, su encuesta muestra que en el 20% de los casos el cliente ni siquiera los consumo en casa. “El interés en este momento radica en la búsqueda de equilibrio entre tiempo, salud y placer culinario”, resume Veronika Kurshudyan, directora del área de clientes de la consultora.
“Busca soluciones”. Sencillamente, y aunque España sigue siendo aún un país llenos de cocinillas, la gente ya “no solo compra alimentos”, advierte Kurshudyan. Ahora demanda algo más cuando acude a los supermercados: “busca soluciones”. Desde ese planteamiento se entiende mejor que cuando hace unos meses el CIS se dedicó a preguntar a los españoles si creían que la cocina industrial y la fast food estaban eclipsando a la cocina casera se encontrarse con un resultado llamativo: la mayoría (tres de cada cuatro) personas respondieron afirmativamente.
¿Cuál es la conclusión? La clave la daba hace unos días Miquel Echarri en El Comidista- El País: quizás la comida preparada esté ganando terreno a buen ritmo y haya ya un 40,9% de españoles que no cocinan nunca o lo hacen muy de tarde en tarde (la otra lectura que deja el estudio de Sandri), pero la cocina casera está lejos de ser una práctica minoritaria. “Si la cocina popular se muere en España, sigue siendo un moribundo que goza de una mala salud de hierro”, escribe Echarri.
Hoy en España se calcula que hay más de ocho millones de personas que viven sobre todo a base de comida preparada. La gran pregunta es… ¿Cómo evolucionará ese grupo? Y sobre todo, ¿llegará a ser tan dominante en 2050 como cree Roig?
Imágenes | Priscilla Du Preez 🇨🇦 (Unspash) y Soroush Karimi (Unsplash)
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Roig cree que en 2050 ya no tendremos cocinas en casa porque compraremos la comida fuera. La ciencia no lo tiene tan claro
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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