Ciencia y Tecnología
“Nos tratan como máquinas”: los empleados de los cruceros con jornadas de 11 horas al día y 7 días a la semana

En las cubiertas más brillantes de los cruceros de lujo transcurren vacaciones de ensueño, piscinas infinitas, bufés espectaculares y espectáculos nocturnos. Pero bajo toda esa diversión, en las cubiertas inferiores, se esconde la verdadera maquinaria humana que hace funcionar estos colosos del turismo: una población de empleados que trabaja jornadas de 12 horas.
La industria de los cruceros sigue creciendo: 34,64 millones de pasajeros embarcarán en 2025, según los últimos informes de la Cruise Lines International Association (CLIA), lo que ha generado una demanda récord de personal. Conseguir uno de estos empleos requiere, en muchos casos, dominar el inglés, obtener certificaciones reglamentarias y aceptar contratos de meses de duración, con descansos mínimos y lejos del hogar. El reclutamiento masivo permite que cada vez más trabajadores de países con economías emergentes y bajos salarios formen parte de la tripulación, tal y como publica Le Monde.
Vida y trabajo en las cubiertas inferiores. Bajo los lujos de las cubiertas principal se agolpa una comunidad diversa de empleados procedentes de India, Filipinas o Perú, Honduras o Colombia. Allí, los camarotes dejan de ser privados y la moqueta se sustituye por el frío metal.
La mayoría comparte habitación con otros compañeros, en espacios de dos literas y sin apenas lugares para el descanso personal, como confirmaba el informe de Alba Sud ‘Trabajo en cruceros. De la ampliación a la intensificación de las jornadas laborales’.
Ese informe de 2021 confirma que los puestos jerárquicamente más bajos soportan una media de 11,3 horas de trabajo diario y 6,97 días por semana, acumulando alrededor de 80 horas semanales. Las condiciones laborales impiden disponer de días libres de 24 horas consecutivas y, cuando el crucero se encuentra en alta mar, la tripulación “no goza de ningún día completo de descanso. A lo sumo, unas horas de asueto”, indican sus autores.
La ley del mar y contratos precarios. La mayor parte de los cruceros navega bajo banderas de conveniencia (como Panamá, Bahamas, Bermudas), con las que no solo esquivan muchos impuestos: también permiten eludir normativas laborales estrictas.
Los trabajadores a bordo carecen de representación sindical y apenas existe margen para negociar derechos u horarios. La protección social se limita a lo imprescindible: atención médica básica y descanso mínimo, estipulado por el Convenio sobre el trabajo marítimo. La interpretación de esta normativa es muy laxa y no hay prestación por maternidad ni indemnización garantizada en caso de accidente, ni se asegura el derecho a huelga de los empleados.
De acuerdo a lo publicado por Le Monde, los salarios varían según el cargo, pero los rangos más habituales para los empleados no cualificados de limpieza, cocina o mantenimiento oscilan entre 900 y 1.100 dólares mensuales. Los contratos suelen extenderse entre 4 y 9 meses, tras los cuales los empleados regresan a su país durante un periodo de dos a tres meses hasta que vuelven a convocarlos para una nueva temporada. Estos periodos se consideran como de vacaciones, pero no están remunerados.
Precario, pero se ahorra. Pese a la dureza de las condiciones, trabajar en un crucero sigue siendo una aspiración para muchos empleados originarios del sudeste asiático y Latinoamérica. “Trabajar en un barco es un sueño para mí. Así que creo que seguiré haciéndolo mientras pueda, porque después de los 40, es difícil encontrar trabajo en Filipinas”, aseguraba a Le Monde, Vanessa, una filipina de 45 años que limpia camarotes en uno de esos cruceros.
Trabajar en un crucero mantiene su atractivo para quienes buscan ahorrar para un objetivo concreto, como comprar una casa o montar un negocio al volver a casa. “Podré pagar la educación de mis hijos”, añadía Glitz, socorrista y madre soltera que ha dejado a sus dos hijos con sus padres en Filipinas.
Al no tener gastos de manutención ni alojamiento a bordo, pueden enviar prácticamente todo el salario íntegro a sus familias y planear un futuro más estable de lo que permite su país de origen.
Un trabajo con mucha rotación. Según el estudio de Alba Sud, el 81% de los empleados encuestados percibió un incremento de la carga de trabajo tras el parón de la pandemia, y el 56% afirma que su jornada se ido alargando en los últimos años.
Los salarios precarios unido a las largas jornadas y el tiempo que pasan alejados de sus familias, hacen que trabajar en un crucero sea una actividad con una alta rotación laboral.
Las compañías han reconocido que resulta difícil retener a los empleados durante toda la temporada. “El reto para las empresas es contratar a personas que no se vayan a quedar en un puerto de escala. Sucede a menudo, así que la empresa se tranquiliza cuando un empleado tiene una familia a la que enviar dinero”, señala al diario francés, Cédric Rivoire-Perrochat, cofundador de la naviera Compagnie Française de Croisières.
Imagen | MSC Cruceros, Unsplash (Nestor Pool)
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La noticia
“Nos tratan como máquinas”: los empleados de los cruceros con jornadas de 11 horas al día y 7 días a la semana
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
.
En las cubiertas más brillantes de los cruceros de lujo transcurren vacaciones de ensueño, piscinas infinitas, bufés espectaculares y espectáculos nocturnos. Pero bajo toda esa diversión, en las cubiertas inferiores, se esconde la verdadera maquinaria humana que hace funcionar estos colosos del turismo: una población de empleados que trabaja jornadas de 12 horas.
La industria de los cruceros sigue creciendo: 34,64 millones de pasajeros embarcarán en 2025, según los últimos informes de la Cruise Lines International Association (CLIA), lo que ha generado una demanda récord de personal. Conseguir uno de estos empleos requiere, en muchos casos, dominar el inglés, obtener certificaciones reglamentarias y aceptar contratos de meses de duración, con descansos mínimos y lejos del hogar. El reclutamiento masivo permite que cada vez más trabajadores de países con economías emergentes y bajos salarios formen parte de la tripulación, tal y como publica Le Monde.
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De acuerdo a lo publicado por Le Monde, los salarios varían según el cargo, pero los rangos más habituales para los empleados no cualificados de limpieza, cocina o mantenimiento oscilan entre 900 y 1.100 dólares mensuales. Los contratos suelen extenderse entre 4 y 9 meses, tras los cuales los empleados regresan a su país durante un periodo de dos a tres meses hasta que vuelven a convocarlos para una nueva temporada. Estos periodos se consideran como de vacaciones, pero no están remunerados.
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Imagen | MSC Cruceros, Unsplash (Nestor Pool)
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