La estrella Cristiano Ronaldo vuelve a acaparar los reflectores, esta vez lejos del terreno de juego. Ronaldo y su equipo, Al Nassr, eligieron la apacible ciudad austriaca de Saalfelden para su pretemporada entre el 20 de julio y el 4 de agosto. Lo que parecía una simple estancia veraniega terminó generando un revuelo inesperado.
Saalfelden, con menos de 20,000 habitantes y ubicada cerca de la frontera alemana, ha sido tradicionalmente un sitio muy tranquilo para clubes europeos que buscan preparar su temporada. Sin embargo, la presencia de Cristiano causó un giro en los planes del Hannover 96, equipo de la 2. Bundesliga alemana, que tuvo que abandonar su habitual sede de entrenamiento.
El detonante de esta inusual situación fue la estricta operación de seguridad que rodea a Cristiano Ronaldo. Al Nassr llegó con un equipo de 16 guardaespaldas personales, además de jugadores, cuerpo técnico, ejecutivos y asistentes. El hotel de lujo que cada año alberga al Hannover 96 simplemente no pudo con la logística extra.
La prioridad era garantizar la seguridad, privacidad y comodidad del cinco veces ganador del Balón de Oro, por lo que se solicitó exclusividad total en las instalaciones. Como consecuencia, el equipo alemán debió trasladarse a un complejo escolar deportivo más modesto en la misma zona para continuar su preparación.
Durante su estancia en Austria, Al Nassr jugará partidos amistosos para afinar su plantilla de cara a los compromisos oficiales. Posteriormente, el club viajará a Portugal, regresará a Arabia Saudita y cerrará su gira internacional en Hong Kong, donde disputará la Supercopa Saudita enfrentando a Al Ittihad en semifinales.
Pese al contratiempo, el entrenador del Hannover 96, Christian Titz, evitó la polémica: “No hay problema. Las condiciones de las nuevas instalaciones son muy buenas. El terreno de juego está en excelente estado”, declaró. Su reacción diplomática contrastó con la sorpresa que causó esta inesperada “visita real” que cambió por completo la tranquilidad de Saalfelden.