El 2% que lo cambia todo: ¿se ha resuelto el problema de Red Bull?

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El misterio que rodeaba al dos por ciento de poder en Red Bull GmbH, que cambió de manos el 31 de mayo de 2025, parece haberse resuelto. La investigación realizada por Motorsport-Total.com ha confirmado la sospecha de que la transacción en realidad no “cambió bruscamente el equilibrio de poder”, como se había informado en varios medios de comunicación.

Te damos algo de trasfondo: las inscripciones en el registro mercantil austriaco habían revelado que el dos por ciento de Red Bull GmbH, la empresa matriz del programa de Fórmula 1, había pasado de ser propiedad de Chalerm Yoovidhya a una sociedad fiduciaria suiza. Su nombre: Fides Trustees SA. Su Presidente del Consejo de Administración: un hombre llamado Martin Christopher Bowen.

Dado que Christian Horner fue despedido como jefe del proyecto de Fórmula 1 sólo cinco semanas después de esta transacción, los cambios en el grupo se consideraron como ‘la verdadera razón de la salida de Horner de Red Bull‘. Esto se basa en la especulación de que podría haberse producido un cambio de poder de los tailandeses a los austriacos dentro del Grupo Red Bull.

La propia Red Bull GmbH comentó la transacción, al ser preguntada por Motorsport-Total.com, de forma breve y concisa: “Una solución fiduciaria de este tipo es habitual para garantizar la continuidad a largo plazo en grandes empresas de éxito. Además, nos gustaría pedir su comprensión en el sentido de que, como en el pasado, no deseamos comentar públicamente las decisiones internas de la empresa o de la familia”.

La gran pregunta: ¿Quién controla realmente la participación en Fides?

Así que empezaron las grandes conjeturas: ¿quién está detrás de Fides, la sociedad fiduciaria suiza que gestiona ahora ese dos por ciento? ¿Y quién controla estas acciones en términos de derechos de voto? Al fin y al cabo, el dos por ciento es clave entre el 49 por ciento de Red Bull GmbH que se reparten a partes iguales el clan Yoovidhya y Mark Mateschitz.

La investigación de Motorsport-Total.com ha confirmado la sospecha de que Fides gestiona el dos por ciento bajo mandato de Yoovidhya y que, por tanto, el ala tailandesa del grupo sigue controlando de facto el 51 por ciento de Red Bull GmbH. Sin embargo, no hay confirmación oficial de ello.

Lo que el clan Yoovidhya pretendía hacer con Red Bull

Lo que se sabe, sin embargo, es que tras la muerte de Dietrich Mateschitz en octubre de 2022, que había sido el único director general de Red Bull GmbH hasta entonces, el clan Yoovidhya se involucró más en el negocio operativo principal. De repente surgió la idea de trasladar la sede de Fuschl am See a Dubai o Ámsterdam. Presumiblemente, por motivos fiscales. Una idea que no gustó ni a la dirección operativa ni a los trabajadores de Fuschl.

En aquellos meses también estalló una disputa en torno a la persona de Christian Horner. Según los medios de comunicación, Fuschl quiso despedir al jefe del equipo de Fórmula 1 inmediatamente después de conocerse su ‘affaire’. Sin embargo, los tailandeses se obstinaron en retenerle.

Venta de latas: Red Bull, más exitosa que nunca

Han pasado ya más de dos años y medio desde la muerte de Mateschitz, y bajo la dirección operativa de los tres directores generales –Alexander Kirchmayr (finanzas), Oliver Mintzlaff (proyectos e inversiones, incluido el programa de Fórmula 1) y Franz Watzlawick (negocio de bebidas)-, Red Bull GmbH se ha desarrollado magníficamente. A pesar de la difícil situación económica mundial.

Kirchmayr, Mintzlaff y Watzlawick fueron nombrados sucesores de Mateschitz en vida de éste. Y han continuado con éxito su legado hasta la fecha: en 2023, Red Bull superó por primera vez la barrera de los diez mil millones de euros en términos de facturación, que creció otro 6,4% hasta los 11.200 millones de euros en 2024. Con 12.700 millones de latas vendidas en todo el mundo.

Como resultado, el clan Yoovidhya llegó a dos realizaciones cruciales. En primer lugar, la división original de responsabilidades, por la que el negocio operativo se gestiona desde Fuschl y la empresa sigue participando en los beneficios del grupo, es bastante cómoda. Incluso después de la muerte de Mateschitz, el equipo directivo de Austria ha demostrado que realiza un trabajo excelente.

Y en segundo lugar, el debate sobre el traslado de Fuschl al extranjero, donde el Grupo posiblemente pagaría menos impuestos que en Austria, ha terminado. Al fin y al cabo, todo sigue igual: Fuschl tiene el control, sólo que ahora con tres personas en lugar de Mateschitz, y Tailandia se lleva el 51 por ciento de los beneficios.

Autoridad neutral: ¿es éste el papel de Fides en situaciones de estancamiento?

El hecho de que Chalerm Yoovidhya haya transferido su dos por ciento a una sociedad fiduciaria suiza, que lo gestiona con su mandato, significa probablemente que ahora existe un organismo independiente que puede asesorar de forma neutral a los accionistas en los comités en caso de estancamiento en decisiones estratégicamente importantes.

Esto significa que Fides podría inclinar la balanza en situaciones como el asunto Horner, sobre el que, al parecer, los accionistas de Red Bull estuvieron divididos durante mucho tiempo. No está claro si Fides desempeñó realmente un papel en el asunto. Sin embargo, la correlación temporal es un hecho: cinco semanas después de la transacción, Horner ya no estaba.

Sin embargo, fuentes internas han filtrado que los tiempos tormentosos tras la muerte de Mateschitz han terminado de todos modos. Según rumores en Austria, Mark Mateschitz y Chalerm Yoovidhya se están ganando muy bien la vida. Y en el seno del grupo existe la sensación de que todo es como antes, en los buenos tiempos en los que Mateschitz tomaba las decisiones y Yoovidhya disfrutaba del saldo bancario.

Ralf Schumacher: “Todo es diferente” tras la muerte de Mateschitz

En términos del proyecto de Fórmula 1, “de alguna manera todo ha cambiado” tras la muerte de Mateschitz, dice el ex piloto Ralf Schumacher en una entrevista en el canal de YouTube Formula1.de. Horner, en particular, había cambiado: “De repente, tenía mucho más poder y se comportaba de forma diferente que en años anteriores”.

En retrospectiva, eso “fue contraproducente”, dice Schumacher. Tras el ‘caso Horner’, aparecieron grietas en el proyecto de Fórmula 1, que eran reflejo de diferencias de opinión al más alto nivel empresarial. Pero entonces, según Schumacher, los accionistas también se dieron cuenta: “Cada vez es peor. Tenemos mucho dinero y ya no tenemos resultados”.

Ralf Schumacher

Foto de: Andreas Beil

Sin embargo, el ahora comentarista en la televisión alemana también cree que no sólo se cometieron errores en el lado tailandés. En febrero de 2024, “alguien intentó deshacerse de Christian Horner por la fuerza. Y eso también es demasiado”. La idea de “sustituir al entrenador como en el fútbol” era la correcta. Pero lo que ocurrió entonces “fue una campaña sucia”.

A fin de cuentas: la transferencia del dos por ciento puede que no sea un golpe de estado, sino más bien un acuerdo silencioso entre los accionistas sobre el nuevo orden en Red Bull GmbH. Y en medio de la especulación mediática, los trastornos de personal y las decisiones estratégicas, se perfila un panorama caracterizado menos por cambios bruscos de poder que por una estabilización diplomática.