Cerdeña cuenta con unos 1.900 kilómetros de costa, no es precisamente un islote. Sin embargo, ha bastado la confirmación de la presencia de Toto Wolff y Max Verstappen en la isla para alimentar las especulaciones que ya existían.
Los ingredientes están todos ahí: por un lado Mercedes se está tomando su tiempo para estudiar la renovación de George Russell, por otro el clan Verstappen lanza mensajes sobre la posibilidad de que abandone Red Bull a final de temporada. Si ambas partes deciden pasar una semana de vacaciones en Cerdeña, la historia está servida.
La realidad es más compleja, pero algunos aspectos, si se quiere, aún más sencillos. Los dos viven a un kilómetro de distancia, en el Principado de Mónaco, por lo que si hay una necesidad real de una reunión confidencial, es sin duda el lugar ideal, ya que además de la cercanía, Montecarlo es decididamente más discreto que las playas de Cerdeña.
Wolff y Verstappen no se han visto en Cerdeña, tal vez porque no hay nada que discutir, o tal vez porque, incluso si tienen asuntos de interés en común, las condiciones aún no se han dado.
En Red Bull están en pleno terremoto provocado por el despido de Christian Horner, y Laurent Mekies acaba de tomar el relevo en la sede de Milton Keynes y la recibstrucción continuará durante mucho tiempo todavía.
En este escenario también está, por supuesto, el ‘tema’ del futuro de Verstappen, que está ligado al equipo hasta el final de 2028, pero como en todos los contratos hay varias cláusulas, algunas que protegen al equipo y otras a favor del piloto.
Se ha hablado mucho de las cláusulas del contrato de Max, algunas ya eliminadas el año pasado (por ejemplo, la posibilidad de salida en caso de que Marko saliese del equipo), pero otras siguen activas.
Los detalles, por supuesto, nunca han sido confirmados, pero parece muy claro que con Red Bull en la cuarta posición de la clasificación una cláusula podría darle la posibilidad de salir. Tradicionalmente, una de las últimas “cláusulas de rendimiento” tiene como fecha límite el parón veraniego, un plazo (GP de Hungría el 3 de agosto) en el que Red Bull espera poder mantener a Verstappen en las tres primeras posiciones.
En estos momentos Verstappen ocupa la tercera posición con 165 puntos, 18 más que George Russell, curiosamente el mismo piloto al que podría reemplazar en Mercedes en 2026. Por muy difícil que pueda ser para un equipo mantener a un piloto que tiene claras intenciones de hacer un cambio (y ese puede no ser necesariamente el caso de Verstappen), tener garantías contractuales de su parte cambia mucho el escenario, y eso es lo que Red Bull se aseguraría si bajo la bandera a cuadros en Hungaroring Max se mantiene en el top-3 de la clasificación general.
Teniendo en cuenta la cantidad de salario que se paga a Verstappen (una cifra cercana a los 50 millones de euros por temporada) y los tres años extra de contrato, no sería sencillo para los abogados del holandés encontrar una salida económica. Todo se puede hacer, pero no cabe duda de que ni siquiera para el propio Max sería un acuerdo barato. Hablaremos de ello más adelante, de momento las vacaciones continúan, durante unos días más y estrictamente a distancia.
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