Ciencia y Tecnología
Stellantis quiso conquistar China con sus coches de combustión. Le ha ocurrido lo que a casi cualquier otra empresa occidental

El tribunal de Changsha ha declarado finalmente en quiebra la empresa conjunta GAC-Fiat Chrysler Automobiles, cerrando así el capítulo definitivo de Stellantis en el gigante asiático. La noticia ya se esperaba desde 2022 cuando el grupo entró en liquidación. Tras deudas equivalentes a más de 1.100 millones de dólares y cinco subastas públicas fallidas, el sueño de conquistar el mayor mercado automovilístico mundial termina en fracaso.
El fin de una aventura de 15 años. La joint venture GAC-FCA nació en 2011 con ambiciones enormes: 17.000 millones de yuanes de inversión, dos plantas de producción y capacidad para 300.000 vehículos anuales. Bajo la batuta de Sergio Marchionne, el proyecto pretendía llevar marcas como Jeep y Fiat al mercado chino con modelos adaptados a las necesidades y tendencias locales, incluyendo el Jeep Renegade, Compass y Cherokee, además de los Fiat Viaggio y Ottimo.
Caída libre tras el éxito inicial. Después de alcanzar su pico en 2017 con más de 200.000 unidades vendidas, GAC-FCA experimentó un descenso imparable. Las ventas se desplomaron a 124.780 unidades en 2018, continuaron cayendo en 2019 y se redujeron a apenas 20.396 unidades en 2021. Números insuficientes para un mercado de más de 25 millones de vehículos al año y un músculo como el de GAC-FCA.
El problema de los motores de combustión en China. Mientras el mercado chino se volcaba hacia los vehículos eléctricos y los híbridos enchufables, GAC-FCA se mantuvo fiel a los motores de combustión. Esta estrategia ha acabado resultando fatal en un país donde las nuevas tecnologías y la electrificación se han convertido en la norma. Y es que los consumidores chinos llevan años decantándose por el eléctrico en un entorno de alta competitividad entre fabricantes automovilísticos.
El intento fallido de salvarse. En 2022, Carlos Tavares intentó recuperar el control aumentando la participación de Stellantis del 50% al 75%, pero GAC rechazó públicamente la maniobra. La empresa conjunta entró en proceso de reestructuración y, posteriormente, en liquidación. Cinco subastas públicas para vender terrenos, equipos y las dos fábricas quedaron desiertas, algo habitual en China donde resulta más rentable construir desde cero plantas de vehículos eléctricos.
Simbolismo histórico. La retirada de Stellantis marca el final de una era histórica. Jeep fue la primera marca extranjera en fabricar coches en China cuando AMC invirtió 16 millones de dólares en 1983 para producir el Cherokee XJ. Peugeot contribuyó a mediados de los años 80 a la creación de GAC como fabricante automovilístico, transformando lo que era un taller de reparación de autobuses en una empresa que producía el Peugeot 505. Citroën llegó en 1992 y llegó a fabricar 719.000 coches en 2015.
Otra empresa occidental en China fallida. El caso de Stellantis no queda aislado. Es otra gran empresa occidental que perece en China ante la alta competencia, costes agresivos y normativa del país. Es el ejemplo de que da igual quien seas. Incluso Stellantis, el grupo automovilístico más grande del mundo (en cuanto a volumen de marcas y modelos), que comenzó como socio de Peugeot y que cuenta ahora con toda una gama completa de vehículos eléctricos de creación propia, ni siquiera ha podido adaptarse al mercado chino.
La nueva estrategia: aliarse con China. Paradójicamente, tras abandonar China como fabricante, Stellantis regresó como inversor. Carlos Tavares compró en 2023 el 21% de Leapmotor, una empresa china de vehículos eléctricos, con la intención de vender estos coches en Europa “con un gran margen de beneficios”. Una estrategia que refleja la nueva realidad: si no puedes competir con China, únete a ella.
Imagen de portada | Dinkun Chen
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La noticia
Stellantis quiso conquistar China con sus coches de combustión. Le ha ocurrido lo que a casi cualquier otra empresa occidental
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Antonio Vallejo
.
El tribunal de Changsha ha declarado finalmente en quiebra la empresa conjunta GAC-Fiat Chrysler Automobiles, cerrando así el capítulo definitivo de Stellantis en el gigante asiático. La noticia ya se esperaba desde 2022 cuando el grupo entró en liquidación. Tras deudas equivalentes a más de 1.100 millones de dólares y cinco subastas públicas fallidas, el sueño de conquistar el mayor mercado automovilístico mundial termina en fracaso.
El fin de una aventura de 15 años. La joint venture GAC-FCA nació en 2011 con ambiciones enormes: 17.000 millones de yuanes de inversión, dos plantas de producción y capacidad para 300.000 vehículos anuales. Bajo la batuta de Sergio Marchionne, el proyecto pretendía llevar marcas como Jeep y Fiat al mercado chino con modelos adaptados a las necesidades y tendencias locales, incluyendo el Jeep Renegade, Compass y Cherokee, además de los Fiat Viaggio y Ottimo.
En Xataka
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El problema de los motores de combustión en China. Mientras el mercado chino se volcaba hacia los vehículos eléctricos y los híbridos enchufables, GAC-FCA se mantuvo fiel a los motores de combustión. Esta estrategia ha acabado resultando fatal en un país donde las nuevas tecnologías y la electrificación se han convertido en la norma. Y es que los consumidores chinos llevan años decantándose por el eléctrico en un entorno de alta competitividad entre fabricantes automovilísticos.
El intento fallido de salvarse. En 2022, Carlos Tavares intentó recuperar el control aumentando la participación de Stellantis del 50% al 75%, pero GAC rechazó públicamente la maniobra. La empresa conjunta entró en proceso de reestructuración y, posteriormente, en liquidación. Cinco subastas públicas para vender terrenos, equipos y las dos fábricas quedaron desiertas, algo habitual en China donde resulta más rentable construir desde cero plantas de vehículos eléctricos.
Simbolismo histórico. La retirada de Stellantis marca el final de una era histórica. Jeep fue la primera marca extranjera en fabricar coches en China cuando AMC invirtió 16 millones de dólares en 1983 para producir el Cherokee XJ. Peugeot contribuyó a mediados de los años 80 a la creación de GAC como fabricante automovilístico, transformando lo que era un taller de reparación de autobuses en una empresa que producía el Peugeot 505. Citroën llegó en 1992 y llegó a fabricar 719.000 coches en 2015.
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Imagen de portada | Dinkun Chen
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