Toto Wolff sorprende con elogios a Ben Sulayem por su firme liderazgo en la FIA

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La “prohibición de blasfemias” en la Fórmula 1 ha generado polémica en las últimas semanas, entre otros lugares durante el acto oficial de presentación de la temporada, el F1 75 en febrero en Londres. Allí, las recientemente endurecidas normas de conducta de la FIA para pilotos y representantes de equipos fueron objeto de burlas y recibieron una respuesta negativa del público.

En abril, el presidente de la FIA, Mohammed bin Sulayem, anunció que revisaría el Anexo B del Código Deportivo Internacional, donde se regula esta prohibición. A raíz de ello, por ejemplo, algunas de las multas previstas en dicho anexo fueron reducidas de 10.000 a 5.000 euros, se aplicaron medidas más indulgentes para las primeras infracciones de pilotos o representantes de equipo, y se introdujeron excepciones para declaraciones potencialmente inapropiadas hechas en entornos no controlados (como el canal de radio frente a una rueda de prensa de la FIA, etc.).

Es bien sabido que Toto y Susie Wolff no son precisamente miembros fundadores del “club de fans de Sulayem”. Sin embargo, el jefe de Mercedes ha reconocido ahora ciertos aspectos positivos de la presidencia de Sulayem. Por ejemplo, asegura que no se le puede negar al presidente que “actúa con mano de hierro. No deja que nadie le diga lo que tiene que hacer. Y eso también puede tener ventajas”.

Wolff reconoce: Un undécimo equipo sería una ganancia para la F1

Las declaraciones de Wolff sobre el presidente de la FIA tuvieron lugar durante el Gran Premio de Austria. En su carrera de casa, el vienés de nacimiento invita cada año a un reducido grupo de periodistas austriacos a una barbacoa de prensa. En esta, celebrada a finales de junio, también se habló de la relación actual entre los equipos y la FIA.

Wolff reconoce que Sulayem probablemente acertó con el tema del undécimo equipo. El presidente eligió la candidatura de Michael Andretti como la mejor dentro de un proceso de evaluación interno, y siempre se ha mostrado a favor de ampliar la F1 de diez a más equipos. Sin embargo, el titular de los derechos, Liberty Media, se opuso inicialmente.

Solo cuando Michael Andretti se retiró del proyecto y el grupo automovilístico estadounidense General Motors impulsó la marca Cadillac, Liberty revisó su postura inicial. Un equipo oficial de Cadillac sería “bueno para el deporte”, opina Wolff, y añade: “De ahí ha salido algo positivo”.

Wolff: “Estoy de acuerdo con su postura sobre las blasfemias”

Mientras que el tema del undécimo equipo es algo donde Sulayem contó con el respaldo de la mayoría de los aficionados desde el principio, la “prohibición de blasfemias” sigue siendo más controvertida. Muchos fans anhelan personajes sin filtros como James Hunt o Kimi Räikkönen. Pero Wolff no ve nada malo en que los pilotos de Fórmula 1 se comporten como buenos ejemplos a seguir.

“Estoy de acuerdo con su enfoque sobre las blasfemias”, dice el austriaco de 53 años sobre Sulayem. Y lo justifica así: “Muchos de los pilotos que gritan por radio no tienen el inglés como lengua materna. Si un francés o un italiano dice por la radio ‘Go and fuck yourself’ y le parece normal, probablemente es porque lleva oyéndolo así desde que corre en karts. Pero si le traduces eso literalmente a su lengua materna, entonces se asusta”.

Wolff admite que a veces le molesta cuando los ingenieros son atacados verbalmente por un piloto en plena tensión: “Creo que los chicos deben aprender que no se insulta por radio. El ingeniero también tiene una familia en casa, y están muy orgullosos de que su padre o su esposo esté trabajando con un piloto. Y si el piloto lo humilla de esa manera, no está bien. Y eso, lamentablemente, ya pasa en las categorías júnior”.

Wolff habla desde la experiencia. Su hijo Jack ya compite en karting, y allí, asegura, el tono no es diferente al de la F1: “Los niños de ocho, nueve o diez años hablan como los mayores. Y claro, esos mayores son sus referentes”. Desde el punto de vista de padre, el jefe de Mercedes añade: “Me parece bien que el presidente intervenga con firmeza en este tema”.

“Se puede debatir dónde está el límite entre blasfemia e insulto. Durante una carrera, también somos un poco el cubo de basura de los pilotos. Están ahí dentro, a 300 km/h, rueda con rueda, agotados física y mentalmente, y encima les pedimos que hablen educadamente. Pero no se trata de eso. Está bien que se desahoguen. Lo que no se puede permitir es que crucen la línea del insulto. Y en eso se está actuando con contundencia”.

Lo que regula el Anexo B

Por cierto, el Anexo B del Código Deportivo Internacional no es un documento vinculante para los comisarios de carrera, sino únicamente una guía. En él se considera una infracción, entre otras cosas, “el uso de lenguaje que pueda percibirse como ofensivo, insultante, grosero, descortés o abusivo”.

También está prohibido “cualquier comportamiento que implique abuso o falta de respeto hacia los oficiales”. Curiosamente, mientras que el uso de blasfemias “normales” conlleva una multa de 5.000 euros, insultar a un comisario de carrera puede acarrear incluso una penalización de tres posiciones en la parrilla de salida.

Algo especialmente importante para los pilotos de Fórmula 1 respecto al Anexo B era que se diferenciara entre declaraciones hechas en un entorno controlado o no controlado. Se consideran entornos controlados, por ejemplo, “las conferencias de prensa, entrevistas y ceremonias de podio”, mientras que las “comunicaciones por radio entre el vehículo y el equipo” se consideran entornos no controlados. Además, se contemplan atenuantes “si la persona grabada no sabe que está siendo grabada”.

Muchos aficionados desconocen que el Anexo B también prohíbe “la expresión pública de declaraciones o comentarios de carácter político, religioso o personal”. En caso de violar esta norma, se enfrentan a una multa de 20.000 euros, y la FIA puede exigir una disculpa pública.