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Donde tú ves una caca de perro sin recoger, el “CSI canino” de Alcalá de Henares ve algo más: una multa de 3.000 euros

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Donde tú ves una caca de perro sin recoger, el "CSI canino" de Alcalá de Henares ve algo más: una multa de 3.000 euros

No son exactamente como los agentes a las órdenes de Gil Grisson u Horatio ‘H’ Caine, pero Alcalá de Henares tiene su propio CSI, un cuerpo de expertos que se encarga de recorrer la ciudad con guantes de látex, isopos y tubos de ensayo. En los escenarios del crimen en los que trabajan, eso sí, no hay cadáveres ni sangre, sino cacas. Literalmente. Su labor consiste en examinarlas, tomar muestras de ADN y facilitar que el peso de la ley caiga sobre los dueños de mascotas incívicos.

Su trabajo no acaba con asesinos entre rejas, pero sí en cuantiosas multas.

Un “descuido” que sale caro. Que los perros sean el mejor amigo del hombre no significa que los hombres estén siempre a su altura. A veces llega con darse un paseo por el parque para comprobarlo: aunque las ordenanzas municipales suelen obligar a los dueños de los canes a recoger sus cacas hay quien hace la vista gorda y se desentiende de ellas. Hace unos años en Alcalá de Henares (200.700 vecinos) decidieron evitarlo de una forma peculiar: con ayuda del ADN y un ‘CSI’.

A comienzos de 2020 el pleno aprobó modificar su ordenanza para incluir un “censo mediante huella genética ‘ADN'” en el que se figuren todos los canes que viven en el municipio. ¿El objetivo? Tener una idea más precisa del número total de mascotas, identificar a perros abandonados o robados, tener más información en casos de mordeduras y… localizar a los ‘dueños’ de las cacas abandonadas en aceras y parques, lo que puede derivar en multas de entre 300 y 3.000 euros.

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¿Y cómo lo hacen? El proceso lo explicaba en detalle este fin de semana El Periódico de España en un reportaje en el que habla de “los detectives ‘cazacacas'” de Alcalá de Henares. El sistema es en realidad bastante sencillo y se apoya en dos pilares. El primero son las consultas veterinarias, donde se toman muestras de saliva de los perros que luego se analiza en un laboratorio especializado.

Cuando el proceso se completa esos datos acaban registrados en el censo y el animal pasa a contar con una “tarjeta de identificación por ADN” y una chapa con un QR para la mascota. La segunda pata del sistema son los controles especiales realizados cada cierto tiempo por el Ayuntamiento para ‘cazar’ a infractores.

De los parques al laboratorio. Es entonces cuando entra el juego el ‘CSI canino’. Un técnico especializado y la Policía Local se encargan de buscar cacas abandonadas en la calle y tomar muestras con un bastoncillo para luego enviarlas a un laboratorio de Xàtiva, Valencia. Allí disponen de una base de datos con más de 150.000 animales de todo el país que les permite cotejar la muestra. Si hay match averiguan quién es su ‘dueño’ y (lo más importante) el dueño de su dueño, que se enfrentará a una infracción leve con multas de entre 300 y 3.000 euros.

¿Se han puesto multas? Sí. La ordenanza que obliga a censar a los perros mediante ADN se activó hace justo dos años y desde entonces el Ayuntamiento ha tramitado unas cuantas multas. En febrero de 2024 contabilizaba ya 221 muestras recogidas que habían derivado en 75 expedientes sancionadores. El año pasado se contabilizaron en total 206 multas. En 97 casos por cacas abandonadas. En los 109 restantes el motivo fue una infracción más habitual: no censar al animal.

A comienzos de año el padrón municipal canino mediante ADN contabilizaba 9.099 perros, cifra que ahora ronda ya los 9.500, según los datos que maneja El Periódico. El diario precisa además que desde que se puso en marcha la medida el Ayuntamiento complutense recogió más de 500 muestras y abrió 245 expedientes sancionadores, 120 por no recoger las cacas y 125 por incumplir la obligación de registrar al animal. En ambos casos la multa es la misma: de 300 a 3.000 euros.

Más allá de Alcalá de Henares. Alcalá de Henares no es el único que ha recurrido al ADN para que sus peatones dejen de encontrarse cacas de perro en los parques. Otros municipios como Mislata, Málaga, Collado Villalba, Cornellà se han fijado también en las posibilidades del censo genético para dar caza a los dueños de canes incívicos. Es más, en diciembre Pipper on Tour calculaba que en España hay 81 municipios que registran el ADN de macotas para mantener limpias sus calles.

Imágenes | Wikipedia y Jack Lucas Smith (Unsplash), M. Peinado (Flickr)

Vía | EPE

En Xataka | Si la pregunta es cómo evitar que la gente arroje basura fuera de los cubos, en Galicia han tenido una idea: hurgar en ella


La noticia

Donde tú ves una caca de perro sin recoger, el “CSI canino” de Alcalá de Henares ve algo más: una multa de 3.000 euros

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Carlos Prego

.

​No son exactamente como los agentes a las órdenes de Gil Grisson u Horatio ‘H’ Caine, pero Alcalá de Henares tiene su propio CSI, un cuerpo de expertos que se encarga de recorrer la ciudad con guantes de látex, isopos y tubos de ensayo. En los escenarios del crimen en los que trabajan, eso sí, no hay cadáveres ni sangre, sino cacas. Literalmente. Su labor consiste en examinarlas, tomar muestras de ADN y facilitar que el peso de la ley caiga sobre los dueños de mascotas incívicos.

Su trabajo no acaba con asesinos entre rejas, pero sí en cuantiosas multas.

Un “descuido” que sale caro. Que los perros sean el mejor amigo del hombre no significa que los hombres estén siempre a su altura. A veces llega con darse un paseo por el parque para comprobarlo: aunque las ordenanzas municipales suelen obligar a los dueños de los canes a recoger sus cacas hay quien hace la vista gorda y se desentiende de ellas. Hace unos años en Alcalá de Henares (200.700 vecinos) decidieron evitarlo de una forma peculiar: con ayuda del ADN y un ‘CSI’.

A comienzos de 2020 el pleno aprobó modificar su ordenanza para incluir un “censo mediante huella genética ‘ADN'” en el que se figuren todos los canes que viven en el municipio. ¿El objetivo? Tener una idea más precisa del número total de mascotas, identificar a perros abandonados o robados, tener más información en casos de mordeduras y… localizar a los ‘dueños’ de las cacas abandonadas en aceras y parques, lo que puede derivar en multas de entre 300 y 3.000 euros.

¿Y cómo lo hacen? El proceso lo explicaba en detalle este fin de semana El Periódico de España en un reportaje en el que habla de “los detectives ‘cazacacas'” de Alcalá de Henares. El sistema es en realidad bastante sencillo y se apoya en dos pilares. El primero son las consultas veterinarias, donde se toman muestras de saliva de los perros que luego se analiza en un laboratorio especializado.

Cuando el proceso se completa esos datos acaban registrados en el censo y el animal pasa a contar con una “tarjeta de identificación por ADN” y una chapa con un QR para la mascota. La segunda pata del sistema son los controles especiales realizados cada cierto tiempo por el Ayuntamiento para ‘cazar’ a infractores.

De los parques al laboratorio. Es entonces cuando entra el juego el ‘CSI canino’. Un técnico especializado y la Policía Local se encargan de buscar cacas abandonadas en la calle y tomar muestras con un bastoncillo para luego enviarlas a un laboratorio de Xàtiva, Valencia. Allí disponen de una base de datos con más de 150.000 animales de todo el país que les permite cotejar la muestra. Si hay match averiguan quién es su ‘dueño’ y (lo más importante) el dueño de su dueño, que se enfrentará a una infracción leve con multas de entre 300 y 3.000 euros.

En Xataka

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¿Se han puesto multas? Sí. La ordenanza que obliga a censar a los perros mediante ADN se activó hace justo dos años y desde entonces el Ayuntamiento ha tramitado unas cuantas multas. En febrero de 2024 contabilizaba ya 221 muestras recogidas que habían derivado en 75 expedientes sancionadores. El año pasado se contabilizaron en total 206 multas. En 97 casos por cacas abandonadas. En los 109 restantes el motivo fue una infracción más habitual: no censar al animal.

A comienzos de año el padrón municipal canino mediante ADN contabilizaba 9.099 perros, cifra que ahora ronda ya los 9.500, según los datos que maneja El Periódico. El diario precisa además que desde que se puso en marcha la medida el Ayuntamiento complutense recogió más de 500 muestras y abrió 245 expedientes sancionadores, 120 por no recoger las cacas y 125 por incumplir la obligación de registrar al animal. En ambos casos la multa es la misma: de 300 a 3.000 euros.

Más allá de Alcalá de Henares. Alcalá de Henares no es el único que ha recurrido al ADN para que sus peatones dejen de encontrarse cacas de perro en los parques. Otros municipios como Mislata, Málaga, Collado Villalba, Cornellà se han fijado también en las posibilidades del censo genético para dar caza a los dueños de canes incívicos. Es más, en diciembre Pipper on Tour calculaba que en España hay 81 municipios que registran el ADN de macotas para mantener limpias sus calles.

Imágenes | Wikipedia y Jack Lucas Smith (Unsplash), M. Peinado (Flickr)

Vía | EPE

En Xataka | Si la pregunta es cómo evitar que la gente arroje basura fuera de los cubos, en Galicia han tenido una idea: hurgar en ella

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Donde tú ves una caca de perro sin recoger, el “CSI canino” de Alcalá de Henares ve algo más: una multa de 3.000 euros

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Carlos Prego

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