Ciencia y Tecnología
EEUU y SpaceX querían revolucionar la entrega de armas en cualquier parte del mundo. Un pájaro tropical tenía otros planes

Starship está llamada a ser la nave-cohete que ponga a la humanidad en Marte, pero hace años llamó la atención del Pentágono para algo mucho más terrenal: transportar mercancía militar de un punto a otro de la Tierra. Pero lo que menos esperaban desde SpaceX y el Pentágono era un enemigo que pusiera en jaque esos planes.
Unos pájaros tropicales.
Revolucionando la logística militar. Tras una serie de incidentes, en 2024 fuimos testigos de algo sin precedentes. El cohete propulsor de la Starship era interceptado con una precisión milimétrica por un brazo mecánico. Esto, que parece cosa de poco, es el pistoletazo de salida para la revolución de las misiones espaciales debido a que promete abaratar los costes y acortar tiempos debido a que los cohetes ya no son desechables entre misiones.
Mucho antes del logro, en 2021, el Pentágono ya mostró interés por estas capacidades. La Fuerza Aérea de Estados Unidos tenía un programa interno llamado ‘Rocket Cargo’ con un objetivo ambicioso, pero fácil de explicar: transportar ingentes cantidades de carga militar de un punto a otro del planeta en cuestión de minutos.
Suspenso. Estamos hablando de la capacidad de entregar hasta 150 toneladas de carga en cualquier lugar de la tierra en un tiempo máximo de 90 minutos, lo que implicaría un despliegue inaudito y sin precedentes, así como una tremenda ventaja estratégica. Sin embargo, algo así requiere pruebas más allá de las que la propia SpaceX está realizando con su nave-cohete, y la idea de la Fuerza Aérea era empezar a probar estos cohetes en un atolón del Pacífico. Va a ser que no.
Como podemos leer en Reuters, en esa remota isla a 1.300 kilómetros al suroeste de Hawái viven, al menos, 14 especies de aves tropicales. Y, según los biólogos, las pruebas de SpaceX y de la Fuerza Aérea dañarían a estas especies que anidan en la zona.
Ubicación del atolón
Y reubicación. Este atolón, llamado Johnston, tiene apenas 2,6 kilómetros cuadrados y es parte del monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico por lo que, como una fuente de la Fuerza Aérea confirmó a la revista militar estadounidense ‘Stars and Stripes’, tendrán que buscar un nuevo ‘patio’ de pruebas. Según el portavoz de las FFAA a la revista estadounidenses, ya están “explorando lugares alternativos para desarrollar el programa”.
Maltratando los atolones. No es la primera vez que las actividades de la empresa de Musk daña la flora y fauna de un lugar. Ocurrió en Boca Chica, Texas, en 2023, cuando una explosión acabó tanto con nidos como con huevos de pájaros costeros, lo que ocasionó problemas legales a la compañía. Problemas a los que Musk reaccionó con su particular y curioso sentido del humor, afirmando que dejaría de comer tortillas durante una semana para compensar.
Y lo cierto es que esta es una pequeña victoria para los pájaros tropicales del atolón Johnson, ya que los atolones del cuadrante y su fauna no tuvieron tanta suerte en el pasado, cuando fueron elegidos como objetivo para las pruebas nucleares durante la Guerra Fría, acabando con islas enteras de un plumazo y ocasionando el temor por la radiación nuclear mucho antes del accidente de Chernóbil.
Imágenes | United States Army Chemical Materials Agency, Steve Jurvetson, TUBS
–
La noticia
EEUU y SpaceX querían revolucionar la entrega de armas en cualquier parte del mundo. Un pájaro tropical tenía otros planes
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
.
Starship está llamada a ser la nave-cohete que ponga a la humanidad en Marte, pero hace años llamó la atención del Pentágono para algo mucho más terrenal: transportar mercancía militar de un punto a otro de la Tierra. Pero lo que menos esperaban desde SpaceX y el Pentágono era un enemigo que pusiera en jaque esos planes.
Unos pájaros tropicales.
Revolucionando la logística militar. Tras una serie de incidentes, en 2024 fuimos testigos de algo sin precedentes. El cohete propulsor de la Starship era interceptado con una precisión milimétrica por un brazo mecánico. Esto, que parece cosa de poco, es el pistoletazo de salida para la revolución de las misiones espaciales debido a que promete abaratar los costes y acortar tiempos debido a que los cohetes ya no son desechables entre misiones.
Mucho antes del logro, en 2021, el Pentágono ya mostró interés por estas capacidades. La Fuerza Aérea de Estados Unidos tenía un programa interno llamado ‘Rocket Cargo’ con un objetivo ambicioso, pero fácil de explicar: transportar ingentes cantidades de carga militar de un punto a otro del planeta en cuestión de minutos.
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Como podemos leer en Reuters, en esa remota isla a 1.300 kilómetros al suroeste de Hawái viven, al menos, 14 especies de aves tropicales. Y, según los biólogos, las pruebas de SpaceX y de la Fuerza Aérea dañarían a estas especies que anidan en la zona.
Ubicación del atolón
Y reubicación. Este atolón, llamado Johnston, tiene apenas 2,6 kilómetros cuadrados y es parte del monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico por lo que, como una fuente de la Fuerza Aérea confirmó a la revista militar estadounidense ‘Stars and Stripes’, tendrán que buscar un nuevo ‘patio’ de pruebas. Según el portavoz de las FFAA a la revista estadounidenses, ya están “explorando lugares alternativos para desarrollar el programa”.
Maltratando los atolones. No es la primera vez que las actividades de la empresa de Musk daña la flora y fauna de un lugar. Ocurrió en Boca Chica, Texas, en 2023, cuando una explosión acabó tanto con nidos como con huevos de pájaros costeros, lo que ocasionó problemas legales a la compañía. Problemas a los que Musk reaccionó con su particular y curioso sentido del humor, afirmando que dejaría de comer tortillas durante una semana para compensar.
Y lo cierto es que esta es una pequeña victoria para los pájaros tropicales del atolón Johnson, ya que los atolones del cuadrante y su fauna no tuvieron tanta suerte en el pasado, cuando fueron elegidos como objetivo para las pruebas nucleares durante la Guerra Fría, acabando con islas enteras de un plumazo y ocasionando el temor por la radiación nuclear mucho antes del accidente de Chernóbil.
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por
Alejandro Alcolea
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