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Ciencia y Tecnología

China ya ha ganado la carrera de la energía nuclear a EEUU y Rusia. Y lo ha hecho gracias a un reactor de vanguardia

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China ya ha ganado la carrera de la energía nuclear a EEUU y Rusia. Y lo ha hecho gracias a un reactor de vanguardia

El programa nuclear de China nació en la década de los años 50 del siglo pasado. La Guerra Fría que sostenían EEUU y la Unión Soviética había incitado a estos dos países a desarrollar su arsenal nuclear con una velocidad estremecedora, y Mao Zedong, el cofundador y líder del Partido Comunista de China, decidió pedir ayuda a la Unión Soviética para poner en marcha su propio plan nuclear. En 1955 esta cooperación permitió a China construir su primera planta de producción de uranio-235 y plutonio, y también respaldó la fundación de la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC).

Tan solo cuatro años más tarde, en 1959, la Unión Soviética puso fin a la colaboración con China en materia de tecnología nuclear. Esta decisión fue un revés muy duro para el país liderado por Mao Zedong, que se embarcó en una carrera hacia la autosuficiencia en el desarrollo de la energía nuclear. Sin embargo, el plan de China prosperó con mucha lentitud durante las siguientes tres décadas. La primera central nuclear diseñada y construida íntegramente por China, la planta de Qinshan, se conectó con éxito a la red eléctrica el 15 de diciembre de 1991.

En aquel momento China no podía rivalizar en absoluto con el desarrollo de la tecnología nuclear que habían alcanzado EEUU y la ya casi extinta Unión Soviética. En 2002 China solo tenía dos centrales nucleares en operación. Hoy tiene nada menos que 58 reactores nucleares en actividad. Solo EEUU tiene más (94). Durante las últimas dos décadas el programa nuclear civil y militar de China ha avanzado con una velocidad vertiginosa, pero lo más importante no es el número de reactores que tiene actualmente en operación: lo realmente diferencial es que se ha colocado a la vanguardia en tecnología nuclear.

China lidera gracias a su reactor nuclear de sales fundidas y torio

El reactor TMSR-LF1 entró en operación oficialmente el 11 de octubre de 2023. Unos meses más tarde, el 17 de junio de 2024, empezó a trabajar a plena potencia. Y el 8 de octubre del año pasado los técnicos que lo operan detectaron protactinio-233 (Pa-233), un isótopo radiactivo intermedio derivado de la transformación del torio en uranio-233 como parte del ciclo de combustible del torio. Este reactor nuclear se encuentra en el complejo industrial Minqin de la provincia de Gansu, en el norte de China.

Tiene una potencia de 2 megavatios térmicos (MWt), y, aunque no será el primer reactor nuclear de cuarta generación en actividad, y tampoco el primero que utilizará torio como combustible, sí será el primero de sales fundidas que empleará este elemento químico. No obstante, la ambición de este país asiático no termina aquí; ya planea construir un reactor de sales fundidas y torio de más capacidad para 2030, aunque China no es el único país que apuesta por esta tecnología.

China planea construir un reactor de sales fundidas y torio de más capacidad para 2030

EEUU, Francia o India son algunos de los que también han invertido en programas de investigación que persiguen llevar a buen puerto el desarrollo de reactores nucleares capaces de generar electricidad a partir del torio. El de India en particular es interesante porque pretende demostrar la viabilidad de los ciclos de combustible basados en torio en el contexto del proyecto de su reactor avanzado de agua pesada. Esta tecnología aún está lejos de ser adoptada de una forma generalizada, pero sus ventajas la vinculan estrechamente al futuro de la energía nuclear.

Nuestro planeta aglutina aproximadamente 12 millones de toneladas de torio, por lo que este elemento químico es tres veces más abundante en la corteza terrestre que el uranio utilizado como combustible en las actuales centrales nucleares. Los mayores depósitos residen en China, Brasil, Canadá, Australia, EEUU, Groenlandia, Rusia, Noruega, Sudáfrica y Venezuela, aunque las prospecciones reflejan que el país que más torio tiene es, precisamente, uno de los que más está invirtiendo en el desarrollo de reactores capaces de utilizarlo: India.

Otro punto a su favor consiste en que resulta tan fácil de extraer como el uranio, pero tiene el inconveniente de que no es directamente fisible. Es necesario introducirlo en un reactor que fabrique uranio a partir de torio, y lo que produce no es uranio-235, es uranio-233, pero lo importante es que es fisible. Una vez que se ha producido este uranio se puede introducir en un reactor convencional como los que tenemos en España, que no podría funcionar con torio, pero sí con un derivado de ese elemento. Además, los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación.

Los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación

Dos de las razones son que utilizan como refrigerante sales de fluoruro de litio y berilio a muy baja presión, y el combustible permanece disuelto bajo la forma de sal, por lo que es muy improbable que un accidente pudiese desencadenar la fusión del núcleo del reactor. Otra cualidad de estos reactores que merece la pena que no pasemos por alto consiste en que su arquitectura permite instalarlos bajo tierra, lo que, de nuevo, incrementa su seguridad. Pero esto no es todo. Otra característica peculiar y positiva de estos reactores consiste en que permiten recargar el combustible mientras se mantienen en funcionamiento.

Y, además, el hecho de que no necesiten agua para mantener el núcleo refrigerado posibilita que sean instalados en regiones en las que el agua escasea, o, sencillamente, en zonas en las que no hay un río y tampoco están próximas al mar. Esta es una de las razones por las que, precisamente, China está invirtiendo en el desarrollo de esta tecnología como un medio para construir centrales nucleares de cuarta generación en las regiones más remotas y áridas del país.

También merece la pena que no pasemos por alto que los residuos radiactivos que generan tienen un periodo de semidesintegración mucho más corto que el de los residuos de los reactores que emplean uranio, lo que facilita, lógicamente, su gestión. Y, además, los reactores de sales fundidas utilizan menos combustible debido a que la eficiencia del torio es mucho más alta que la del uranio. Prácticamente todo el combustible se ve involucrado en la fisión nuclear, por lo que su aprovechamiento, en teoría, es máximo.

Imagen | Xataka

En Xataka | La mayor central nuclear del planeta es una bestia con siete reactores. Está lista para volver después de Fukushima


La noticia

China ya ha ganado la carrera de la energía nuclear a EEUU y Rusia. Y lo ha hecho gracias a un reactor de vanguardia

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Juan Carlos López

.

​El programa nuclear de China nació en la década de los años 50 del siglo pasado. La Guerra Fría que sostenían EEUU y la Unión Soviética había incitado a estos dos países a desarrollar su arsenal nuclear con una velocidad estremecedora, y Mao Zedong, el cofundador y líder del Partido Comunista de China, decidió pedir ayuda a la Unión Soviética para poner en marcha su propio plan nuclear. En 1955 esta cooperación permitió a China construir su primera planta de producción de uranio-235 y plutonio, y también respaldó la fundación de la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC).

Tan solo cuatro años más tarde, en 1959, la Unión Soviética puso fin a la colaboración con China en materia de tecnología nuclear. Esta decisión fue un revés muy duro para el país liderado por Mao Zedong, que se embarcó en una carrera hacia la autosuficiencia en el desarrollo de la energía nuclear. Sin embargo, el plan de China prosperó con mucha lentitud durante las siguientes tres décadas. La primera central nuclear diseñada y construida íntegramente por China, la planta de Qinshan, se conectó con éxito a la red eléctrica el 15 de diciembre de 1991.

En aquel momento China no podía rivalizar en absoluto con el desarrollo de la tecnología nuclear que habían alcanzado EEUU y la ya casi extinta Unión Soviética. En 2002 China solo tenía dos centrales nucleares en operación. Hoy tiene nada menos que 58 reactores nucleares en actividad. Solo EEUU tiene más (94). Durante las últimas dos décadas el programa nuclear civil y militar de China ha avanzado con una velocidad vertiginosa, pero lo más importante no es el número de reactores que tiene actualmente en operación: lo realmente diferencial es que se ha colocado a la vanguardia en tecnología nuclear.

China lidera gracias a su reactor nuclear de sales fundidas y torio

El reactor TMSR-LF1 entró en operación oficialmente el 11 de octubre de 2023. Unos meses más tarde, el 17 de junio de 2024, empezó a trabajar a plena potencia. Y el 8 de octubre del año pasado los técnicos que lo operan detectaron protactinio-233 (Pa-233), un isótopo radiactivo intermedio derivado de la transformación del torio en uranio-233 como parte del ciclo de combustible del torio. Este reactor nuclear se encuentra en el complejo industrial Minqin de la provincia de Gansu, en el norte de China.

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Los ordenadores cuánticos superconductores están siendo saboteados. Afortunadamente varios científicos chinos han dado con los responsables

Tiene una potencia de 2 megavatios térmicos (MWt), y, aunque no será el primer reactor nuclear de cuarta generación en actividad, y tampoco el primero que utilizará torio como combustible, sí será el primero de sales fundidas que empleará este elemento químico. No obstante, la ambición de este país asiático no termina aquí; ya planea construir un reactor de sales fundidas y torio de más capacidad para 2030, aunque China no es el único país que apuesta por esta tecnología.

China planea construir un reactor de sales fundidas y torio de más capacidad para 2030

EEUU, Francia o India son algunos de los que también han invertido en programas de investigación que persiguen llevar a buen puerto el desarrollo de reactores nucleares capaces de generar electricidad a partir del torio. El de India en particular es interesante porque pretende demostrar la viabilidad de los ciclos de combustible basados en torio en el contexto del proyecto de su reactor avanzado de agua pesada. Esta tecnología aún está lejos de ser adoptada de una forma generalizada, pero sus ventajas la vinculan estrechamente al futuro de la energía nuclear.

Nuestro planeta aglutina aproximadamente 12 millones de toneladas de torio, por lo que este elemento químico es tres veces más abundante en la corteza terrestre que el uranio utilizado como combustible en las actuales centrales nucleares. Los mayores depósitos residen en China, Brasil, Canadá, Australia, EEUU, Groenlandia, Rusia, Noruega, Sudáfrica y Venezuela, aunque las prospecciones reflejan que el país que más torio tiene es, precisamente, uno de los que más está invirtiendo en el desarrollo de reactores capaces de utilizarlo: India.

Otro punto a su favor consiste en que resulta tan fácil de extraer como el uranio, pero tiene el inconveniente de que no es directamente fisible. Es necesario introducirlo en un reactor que fabrique uranio a partir de torio, y lo que produce no es uranio-235, es uranio-233, pero lo importante es que es fisible. Una vez que se ha producido este uranio se puede introducir en un reactor convencional como los que tenemos en España, que no podría funcionar con torio, pero sí con un derivado de ese elemento. Además, los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación.

Los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación

Dos de las razones son que utilizan como refrigerante sales de fluoruro de litio y berilio a muy baja presión, y el combustible permanece disuelto bajo la forma de sal, por lo que es muy improbable que un accidente pudiese desencadenar la fusión del núcleo del reactor. Otra cualidad de estos reactores que merece la pena que no pasemos por alto consiste en que su arquitectura permite instalarlos bajo tierra, lo que, de nuevo, incrementa su seguridad. Pero esto no es todo. Otra característica peculiar y positiva de estos reactores consiste en que permiten recargar el combustible mientras se mantienen en funcionamiento.

Y, además, el hecho de que no necesiten agua para mantener el núcleo refrigerado posibilita que sean instalados en regiones en las que el agua escasea, o, sencillamente, en zonas en las que no hay un río y tampoco están próximas al mar. Esta es una de las razones por las que, precisamente, China está invirtiendo en el desarrollo de esta tecnología como un medio para construir centrales nucleares de cuarta generación en las regiones más remotas y áridas del país.

También merece la pena que no pasemos por alto que los residuos radiactivos que generan tienen un periodo de semidesintegración mucho más corto que el de los residuos de los reactores que emplean uranio, lo que facilita, lógicamente, su gestión. Y, además, los reactores de sales fundidas utilizan menos combustible debido a que la eficiencia del torio es mucho más alta que la del uranio. Prácticamente todo el combustible se ve involucrado en la fisión nuclear, por lo que su aprovechamiento, en teoría, es máximo.

Imagen | Xataka

En Xataka | La mayor central nuclear del planeta es una bestia con siete reactores. Está lista para volver después de Fukushima

– La noticia

China ya ha ganado la carrera de la energía nuclear a EEUU y Rusia. Y lo ha hecho gracias a un reactor de vanguardia

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Juan Carlos López

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