Deportes
David Beckham se acerca a su sueño para rediseñar el fútbol
<p class="ue-c-article--first-letter-highlighted">El <strong>Miami Freedom Park</strong> no será solo la nueva casa del <strong>Inter Miami</strong>. Será el símbolo de una visión audaz, <strong>la de los hermanos Mas y David Beckham</strong>, que imaginaron algo más grande que un simple recinto deportivo: <strong>un lugar donde el balón se encuentre con la emoción, la música, la cultura y la vida misma</strong>. Una libertad para soñar que les ha permitido &#8220;superar todas las expectativas&#8221;. Y es que sus creadores lo entendieron al instante. <strong>No se trataba solo de fútbol, se trataba de crear comunidad, de futuro y de dejar una huella</strong>.</p>
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<figure class="ue-c-article__media ue-c-article__media--video video-dailymotion ue-c-article__media-video-responsive ue-c-article__media-video-responsive--16-9"><figcaption class="ue-c-article__media-caption">Freedom Park, la nueva casa de Inter&#8230; que espera la renovación de Messi</figcaption></figure>
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<p>El recinto, que abrirá sus puertas a principios de 2026, funcionará también como sede de conciertos, contará con zonas comerciales, oficinas, hoteles y espacios de entrenimiento, y estará <strong>acompañado por un espectacular parque al aire libre de 23 hectáreas</strong>. Una auténtica mini ciudad con vida propia, integrada en el corazón de Miami. En cuanto a la capacidad, el nuevo estadio podrá albergar a 25,000 espectadores (5,000 más que el actual), lo que <strong>permitirá al Inter Miami proyectar un aumento de más del 30% en los ingresos por taquilla</strong>. &#8220;El desarrollo va a cambiar toda la fisionomía del vecindario, va a ser algo único&#8221;, cuenta a <em>MARCA</em><strong>Víctor Oliver</strong>, <em>vicepresidente de Ingresos y Operaciones del club</em>.</p>
<p>Y es que si en el <strong>Bernabéu</strong> se esconde el césped en el hipogeo blanco para no dañar el césped, en el Miami Freedom Park se pasará a la acción con<strong> una grada retráctil y una infraestructura preparada para iluminación y sonido </strong>que ayude a reducir el impacto sobre el terreno de juego y facilitar su montaje para albergar eventos con capacidad para 28.000 personas.</p>
<p>El estadio busca consolidarse como un espacio para conciertos y eventos de todo tipo, generando <strong>nuevas fuentes de ingresos y posicionándose como un centro de entretenimiento durante todo el año</strong>. Aunque compite <strong>Hard Rock Stadium</strong>, ubicado a solo 20 kilómetros y con mayor capacidad, el Inter Miami aspira a atraer artistas de renombre internacional. También está previsto que sea <strong>una instalación puntera en el uso de una red Wi-Fi de alta capacidad</strong>, preparada &#8220;para eventos masivos&#8221; y u<strong>na tecnología avanzada con una base de Inteligencia Artificial</strong>. Además, el techo cubre todos los asientos de los estadios, con un material tan sofisticado que reducirá el impacto del calor&#8230; algo a tener muy en cuenta en Miami debido a su altas temperaturas y sofocante humedad.</p>
<p><strong>&#8220;Estanos teniendo mucha demanda, sobre todo premium&#8221;</strong>, asegura Víctor a <strong>MARCA</strong>. Aquí es donde quieren lograr un impacto significativo con respecto al resto de estadios de fútbol del mundo. Zonas premium que <strong>ofrecen características poco comunes incluso en las grandes clubes europeos</strong>, como asientos a nivel del campo y ventanales de vidrio transparente con vistas directas al túnel de los jugadores, brindando a los aficionados <strong>la experiencia más cercana posible a los verdaderos protagonistas</strong>.</p>
<p>Y es que la hierba&#8230; es una de la claves del nuevo proyecto del Inter Miami. <strong>El Freedom Park será uno de los primeros estadios de fútbol en tener palcos VIP situados en la banda a pie de campo</strong>, una decisión que busca acercar a los famosos al césped, como hacen en la NBA a pie de pista. <strong>&#8220;El concepto aquí es diferente, la gente quiere estar cerca, no solo quiere ver un partido de fútbol como pasa en Europa. Ahí los famosos prefieren &#8216;esconderse&#8217; en los palcos VIP&#8230; y aquí es al revés, quieren que se les vea&#8221;</strong>, cuenta a MARCA.</p>
<p>En Estados Unidos, el VIP no es un lujo ocasional. <strong>Es un estándar aspiracional</strong>. Es parte de cómo se entiende el espectáculo. No es solo un asiento mejor: es un salón privado con diseño exclusivo, gastronomía gourmet, atención personalizada, acceso directo, tecnología de última generación y <strong>un ambiente donde todo está pensado para hacerte sentir importante, cómodo&#8230; y profundamente conectado con lo que sucede en el campo</strong>. Aquí el espectador no es un testigo, <strong>es parte del show.</strong></p>
<p>Si en Europa se va al estadio a ver el partido,<strong> en Estados Unidos, muchas veces se va al estadio a estar. A ser parte. A mostrarse</strong>. A conectar con el resto.. y que te vean.<strong> Saber que estar allí dice algo de ti</strong>. No por ostentación, sino porque representa tu manera de disfrutar. Así las cosas, la apuesta por el VIP, más del 20% de los asientos serán premium (unas 5.000 entradas), está empezando a dar sus frutos. <strong>17 de las 18 Field Suits</strong>, los palcos a pie de campo, ya han sido vendidas, y la última disponible&#8230; el club ha decido guardársela para compromisos o visitas de estrellas internacionales. <strong>Porque si los famosos se pegan por ir al estadio, el resto de &#8216;mortales&#8217; van hacer cola para apuntarse a la fiesta del fútbol.</strong></p>
<p><strong>Un retorno económico sin precedentes</strong>. Con precios que alcanzan los 500.000 dólares por temporada, <strong>el Inter Miami va a alcanzar los 8 millones solo por estos palcos VIP</strong>, que encima tienen contratos de 7 o de 10 años para asegurarse una inyección económica constante y que perdure en el tiempo. <strong>Los Lakers, por ejemplo, tienen suites que alcanzan los 5 millones al año, pero eso ahora mismo es otra liga&#8230; aunque el tiempo dirá</strong>.</p>
<p>Por poner un ejemplo más cercano. <strong>Real Madrid y Barça cuentan con asientos y zonas VIP en sus estadios, pero no a pie de campo</strong>. Un asiento &#8216;super VIP&#8217; en el Bernabéu cuesta <strong>250.000 euros</strong>&#8230; pero <strong>por 30 años, más un adicional de 21.000 euros anuales</strong>. Hace unos meses, los blancos vendieron 300 asientos VIP para 30 años y ganaron 70 millones, mientras que <strong>los culés vendieron 475 para 30 años por 100 millones</strong>. De ahí que quizás el futuro del fútbol pase por acercarse lo máximo psoible césped, donde los grandes de Europa podrían empezar a soñar de verdad. <strong>Tan solo tratar de imaginar cuando estarían dispuesto a pagar por un &#8216;field suit&#8217; en el Bernabéu&#8230; y hagan números</strong>.</p>
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