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Por qué el auto no prende en tiempos de frío: Causas y soluciones

Esa incapacidad de que el carro no prende en tiempos de frio o mejor dicho un vehículo no puede arrancar en condiciones de baja temperatura es una problemática recurrente que afecta a conductores globalmente.
Este fallo, lejos de ser una simple molestia, representa la culminación de una serie de procesos fisicoquímicos adversos que se intensifican con el descenso del termómetro.
En sí la experiencia de que el auto no prende en una mañana gélida es la manifestación externa de una reacción en cadena que compromete componentes críticos del motor.
Analizar las causas subyacentes es fundamental para entender la secuencia de eventos que llevan a la inmovilización del automóvil.

La batería
El punto de partida de casi todos los problemas de arranque en bajas temperaturas reside en la batería (battery). Este componente no genera electricidad, sino que la almacena a través de un proceso químico. El frío extremo ralentiza drásticamente esta reacción química interna.
En consecuencia, la capacidad de la batería para entregar la potencia necesaria se desploma. El indicador clave aquí son los amperios de arranque en frío (CCA o Cold Cranking Amps), que miden la habilidad de la batería para encender un motor a -18 °C.
Una batería envejecida o con mantenimiento deficiente verá su rendimiento de CCA caer en picada, dejándola sin la fuerza suficiente para la tarea que tiene por delante. De ahí que la causa más común de un auto que no arranca sea una batería incapacitada por la temperatura.

Auto no prende en tiempos de frío: El aceite del motor
El frío no solo ataca a la batería; también transforma la consistencia de los fluidos vitales del motor, principalmente el aceite. A medida que la temperatura baja, la viscosidad (viscosity) del aceite de motor aumenta, volviéndose espeso y pegajoso, similar a la melaza. Este aceite engrosado crea una resistencia formidable dentro del motor.
El motor de arranque (starter), el componente eléctrico que inicia el giro del motor, ahora debe vencer esta fricción adicional. Por consiguiente, el motor de arranque exige una cantidad de corriente eléctrica mucho mayor de la batería, precisamente en el momento en que ésta se encuentra en su punto más débil.
Se crea un círculo vicioso inevitable: el aceite espeso demanda más energía, y la batería debilitada por el frío no puede proporcionarla.

Auto no prende en tiempos de frío: Combustible y líneas
Para que un motor de combustión interna funcione, necesita una mezcla precisa de aire y combustible vaporizado. El problema es que la gasolina se vuelve menos volátil con el frío, lo cual dificulta su evaporación.
El motor puede recibir combustible líquido, pero le cuesta crear la niebla explosiva necesaria para la ignición. Puesto que el sistema de inyección está calibrado para condiciones ideales, esta pobre vaporización puede impedir que se produzca la primera chispa.
En los vehículos diésel (diesel), el problema es aún más pronunciado; las parafinas presentes en el combustible pueden cristalizarse y formar un gel, un proceso conocido como gelling, que puede obstruir por completo el filtro de combustible (fuel filter) y las líneas de combustible (fuel lines), impidiendo que el motor reciba diésel.
Asimismo, cualquier pequeña cantidad de humedad o condensación en el tanque o en las líneas puede congelarse, creando un tapón de hielo que detiene el flujo por completo. Esta es una de las razones por las que mantener el tanque de combustible relativamente lleno en invierno ayuda a reducir el espacio para la condensación.
Esa incapacidad de que el carro no prende en tiempos de frio o mejor dicho un vehículo no puede arrancar en condiciones de baja temperatura es una problemática recurrente que afecta a conductores globalmente. Este fallo, lejos de ser una simple molestia, representa la culminación de una serie de procesos fisicoquímicos adversos que se intensifican Tips, Consejos