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Este SUV de lujo está disponible en más de 100 colores exteriores

Hoy, en el mundo de los autos y camionetas que a menudo se siente saturada de opciones predefinidas y catálogos cerrados, la verdadera exclusividad se ha convertido en un territorio mucho más personal y complejo.
Podríamos pensar que tener acceso a una paleta de más de cien colores es el pináculo de la personalización, pero la realidad es que esa es apenas la puerta de entrada. Y es que la conversación verdaderamente interesante comienza cuando un cliente no encuentra su visión en ninguna de esas 111 opciones y una marca, en lugar de poner un límite, pregunta: “¿Y cómo lo había imaginado?”. Justamente ese es el terreno donde el Bentley Bentayga está redefiniendo las reglas del juego.
La reciente noticia de una unidad del Bentayga Extended Wheelbase (EWB) Azure, comisionada a través de Mulliner en un audaz y completamente único color Candy Pink, es mucho más que una anécdota cromática. Representa un cambio de paradigma fundamental en la industria del ultra-lujo.
Aquí, el vehículo trasciende su función como medio de transporte para convertirse en una extensión tangible de la identidad de su propietario. Es la materialización de que el lujo supremo ya no consiste en adquirir lo que está disponible, sino en tener el poder de crear lo que no existe.

No solo es la paleta de colores estándar en este SUV de lujo
El punto de partida que ofrece Bentley ya es, de por sí, abrumador. Con 111 pinturas exteriores que abarcan acabados sólidos, metálicos, perlados y satinados, la oferta es vasta.
A pesar de ello, el caso de esta clienta estadounidense que deseaba un tono preciso de rosa, inexistente en el catálogo, pone de manifiesto la filosofía de la marca. Mulliner, el estudio de personalización y carrocerías de Bentley, no opera como un simple departamento de opciones especiales; funciona como un socio creativo.
Este proceso de co-creación con Mulliner es el verdadero diferenciador. Se invita al cliente a participar activamente en el diseño, transformando la compra de un coche en una experiencia de alta costura. Se discuten materiales, se exploran combinaciones y se desafían los límites técnicos para hacer realidad una visión.
Así pues, el Candy Pink no fue solo una elección, fue un proyecto. Este enfoque explica por qué un creciente 70% de los clientes de Bentley especifican al menos una característica de Mulliner en su vehículo, buscando esa capa extra de individualidad que el configurador estándar no puede ofrecer.

El manifiesto de la individualidad
Observemos detenidamente este Bentley Bentayga EWB Azure. La elección del Candy Pink podría parecer simplemente llamativa, pero en combinación con la especificación Blackline Specification, adquiere una nueva dimensión.
Este paquete tiñe de negro brillante todos los elementos que normalmente serían cromados: manijas, marcos de las ventanas, parrillas e incluso los rieles del techo. El contraste resultante es dramático y contemporáneo, alejando al vehículo de la imagen clásica y señorial para acercarlo a una estética más audaz y artística. Es una prueba de que el lujo como autoexpresión no tiene por qué ser discreto.
Dentro, la coherencia visual se mantiene con una precisión asombrosa. El habitáculo se viste con piel Cherry Blossom, un rosa pálido que complementa el exterior sin saturar. Este tono se extiende a los asientos, la consola central, el volante y hasta en el hilo de las costuras, incluyendo los icónicos emblemas de las alas de Bentley bordados en los reposacabezas.
Incluso las alfombras de lana de alta densidad están rematadas con este cuero. Todo el conjunto se siente como una obra cohesionada, donde cada detalle ha sido intencionado y ejecutado con una artesanía meticulosa.

La experiencia sensorial del habitáculo del Bentley Bentayga
Un vehículo de esta categoría no solo se define por su apariencia, sino por las sensaciones que provoca. La cabina de este Bentayga es un santuario de artesanía y tecnología en el habitáculo. Al tratarse de la versión de batalla extendida (EWB), el espacio para los pasajeros traseros es protagónico.
La especificación Bentley Airline Seat ofrece asientos con 22 tipos de ajuste, un sistema de climatización automática que detecta la temperatura corporal y una tecnología de ajuste postural que realiza 177 cambios de presión individuales para minimizar la fatiga en viajes largos.
Para completar la experiencia, a esta Bentley Bentayga se incluyó un enfriador de botellas Mulliner, perfectamente integrado entre los asientos traseros, junto a un par de copas de cristal de Cumbria. El sonido corre a cargo del sistema “Bang & Olufsen for Bentley”, cuyas rejillas de altavoz de aluminio con un patrón de perforación Fibonacci son, en sí mismas, una pieza de diseño. La fabricación de un Bentayga EWB requiere cerca de 132 horas, de las cuales una parte significativa se dedica a la pintura del body-in-white y al ensamblaje artesanal de estos interiores.
A grandes rasgos, esta comisión en Candy Pink es el ejemplo perfecto de que el futuro del lujo automotriz es profundamente personal. Demuestra que para marcas como Bentley, el mayor activo no es su herencia, sino su capacidad para escuchar y transformarse en la herramienta que permite a sus clientes más exigentes contar su propia historia. Al final del día, cualquier marca puede ofrecerte un auto rojo; muy pocas pueden crear tu tono exacto de rosa.
Hoy, en el mundo de los autos y camionetas que a menudo se siente saturada de opciones predefinidas y catálogos cerrados, la verdadera exclusividad se ha convertido en un territorio mucho más personal y complejo. Podríamos pensar que tener acceso a una paleta de más de cien colores es el pináculo de la personalización, pero Curiosidades, SUV