Ciencia y Tecnología
El mortífero “hongo de la maldición de Tutankamón” podría utilizarse para combatir el cáncer
<p>Un hongo relacionado con la &#8220;maldición del faraón&#8221; y muertes en excavaciones arqueológicas ha revelado un prometedor compuesto anticancerígeno que podría revolucionar los tratamientos contra la leucemia.</p>
<p>​Un hongo relacionado con la &#8220;maldición del faraón&#8221; y muertes en excavaciones arqueológicas ha revelado un prometedor compuesto anticancerígeno que podría revolucionar los tratamientos contra la leucemia. </p>
<p>El <em>Aspergillus flavus</em> es un hongo tóxico que afecta a los cultivos y que se ha relacionado con muertes en <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/por-qu%C3%A9-la-gente-empez%C3%B3-a-comer-momias-egipcias-la-inquietante-historia-europea-de-ingesta-de-cad%C3%A1veres-como-medicina/a-62174413">excavaciones de tumbas antiguas.</a> Ahora, un equipo de investigadores ha convertido unas moléculas de este hongo mortal en un potente compuesto contra el cáncer. </p>
<p>Los investigadores, liderados por la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), modificaron algunas de sus moléculas y las probaron contra células leucémicas. El resultado fue un prometedor compuesto contra el cáncer que abre nuevas fronteras en el descubrimiento de más medicamentos <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/misteriosos-colosos-representar%C3%ADan-un-nuevo-tipo-de-vida-completamente-extinto/a-72106587">derivados de hongos.</a></p>
<p>&#8220;Los hongos nos dieron la penicilina. Ahora estos nuevos resultados nos demuestran que aún quedan por descubrir muchos más medicamentos derivados de productos naturales&#8221;, <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.eurekalert.org/news-releases/1087829" title="Enlace externo — subraya Sherry Gao,">subraya Sherry Gao,</a> profesora de Bioingeniería en la Universidad de Pensilvania y autora principal del estudio cuyos detalles <a rel="noopener follow" target="_blank" class="external-link" href="https://www.nature.com/articles/s41589-025-01946-9" title="Enlace externo — se han publicado en la revista Nature Chemical Biology.">se han publicado en la revista <em>Nature Chemical Biology.</em></a></p>
<p>El <em>Aspergillus flavus</em>, llamado así por sus esporas amarillas, ha sido durante mucho tiempo un <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/gu%C3%ADa-pr%C3%A1ctica-qu%C3%A9-significan-los-distintos-colores-del-moho/a-71760759">microorganismo villano.</a> Después de que los arqueólogos <a class="internal-link" href="https://www.dw.com/es/maldici%C3%B3n-o-coincidencia-detr%C3%A1s-del-mito-de-la-maldici%C3%B3n-del-rey-tut/a-66492428">abrieran la tumba del rey Tutankamón en la década de 1920,</a> una serie de muertes prematuras entre el equipo de excavación dio lugar a la maldición del faraón. </p>
<p>Décadas más tarde, los médicos teorizaron que las esporas fúngicas, latentes durante milenios, podrían haber desempeñado un papel importante. </p>
<p>Y en la década de 1970, una docena de científicos entraron en la tumba de Casimiro IV en Polonia, y volvió a suceder: en pocas semanas, murieron diez de ellos. Investigaciones posteriores revelaron que la tumba contenía <em>A. flavus</em>, cuyas toxinas pueden provocar infecciones pulmonares.</p>
<p>Ahora, ese mismo hongo es la inesperada fuente de una nueva y prometedora terapia contra el cáncer.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="73008675" data-url="https://static.dw.com/image/73008675_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="Las esporas amarillas y el micelio del ";Aspergillus flavus";, observados bajo microscopio en esta foto de 2025, contendrían las asperigimicinas, compuestos fúngicos con estructura única que podrían transformarse en potentes agentes contra células leucémicas tras futuras pruebas clínicas." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">Las esporas amarillas y el micelio del &#8220;Aspergillus flavus&#8221;, observados bajo microscopio en esta foto de 2025, contendrían las asperigimicinas, compuestos fúngicos con estructura única que podrían transformarse en potentes agentes contra células leucémicas tras futuras pruebas clínicas.<small class="copyright">Imagen: Dreamstime/Imago Images</small></figcaption></figure>
<h2><strong>Un hallazgo poco común </strong></h2>
<p>La terapia en cuestión es una clase de péptidos sintetizados por ribosomas y modificados, o RiPP. El nombre hace referencia a cómo se produce el compuesto —por el ribosoma, una pequeña estructura celular que fabrica proteínas— y al hecho de que se modifica posteriormente, en este caso, para mejorar sus propiedades contra el cáncer.</p>
<p>&#8220;Purificar estas sustancias químicas es difícil&#8221;, explica Qiuyue Nie, investigadora posdoctoral en Pensilvania y primera autora del artículo. </p>
<p>Aunque se han identificado miles de RiPP en bacterias, solo se han encontrado unos pocos en hongos. </p>
<p>Para encontrar RiPP fúngicos, el equipo analizó primero una docena de cepas de <em>Aspergillus</em>, que según investigaciones anteriores podrían contener más de estas sustancias químicas.</p>
<p>Al comparar las sustancias químicas producidas por estas cepas con los componentes básicos conocidos de los RiPP, los investigadores identificaron <em>A. flavus</em> como un candidato prometedor para seguir estudiándolo.</p>
<p>El análisis genético señaló una proteína concreta de <em>A. flavus</em> como fuente de RiPP fúngicos. Cuando los investigadores desactivaron los genes que crean esa proteína, los marcadores químicos que indicaban la presencia de RiPP también desaparecieron.</p>
<p>Este novedoso enfoque, que combina información metabólica y genética, no solo identificó la fuente de RiPP fúngicos en <em>A. flavus</em>, sino que podría utilizarse para encontrar más RiPP fúngicos en el futuro.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="73008584" data-url="https://static.dw.com/image/73008584_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="En la antecámara de la tumba de Tutankamón, descubierta en 1922, podrían haber permanecido latentes las esporas del ";Aspergillus flavus";." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">En la antecámara de la tumba de Tutankamón, descubierta en 1922, podrían haber permanecido latentes las esporas del &#8220;Aspergillus flavus&#8221;.<small class="copyright">Imagen: Art Media/Heritage Images/IMAGO</small></figcaption></figure>
<h2><strong>Un potente medicamento </strong></h2>
<p>Tras purificar cuatro RiPP diferentes, los investigadores descubrieron que las moléculas compartían una estructura única de anillos entrelazados que fueron bautizadas como &#8216;asperigimicinas&#8217;.</p>
<p>Incluso sin modificaciones, cuando se mezclaron con células cancerosas humanas, las asperigimicinas demostraron su potencial médico: dos de las cuatro variantes tuvieron efectos potentes contra las células leucémicas.</p>
<p>Otra variante, a la que los investigadores añadieron un lípido que también se encuentra en la jalea real y que nutre a las abejas en desarrollo, funcionó tan bien como la citarabina y la daunorrubicina, dos fármacos aprobados por las autoridades sanitarias estadounidenses que durante décadas se han utilizado para tratar la leucemia.</p>
<p>A través de experimentos adicionales, los investigadores descubrieron que las asperigimicinas probablemente interrumpen el proceso de división celular. </p>
<p>&#8220;Las células cancerosas se dividen de forma incontrolada. Estos compuestos bloquean la formación de microtúbulos, que son esenciales para la división celular&#8221;, explica Gao.</p>
<figure class="placeholder-image master_landscape big"><img data-format="MASTER_LANDSCAPE" data-id="73008518" data-url="https://static.dw.com/image/73008518_$formatId.jpg" data-aspect-ratio="16/9" alt="Los arqueólogos que trabajaron en el Valle de los Reyes (en la foto) experimentaron la cara más oscura del ";Aspergillus flavus";." src="image/gif;base64,R0lGODlhAQABAAAAACH5BAEKAAEALAAAAAABAAEAAAICTAEAOw==" /><figcaption class="img-caption">Los arqueólogos que trabajaron en el Valle de los Reyes (en la foto) experimentaron la cara más oscura del &#8220;Aspergillus flavus&#8221;.<small class="copyright">Imagen: World History Archive/IMAGO</small></figcaption></figure>
<h2><strong>Efectos específicos y futuro prometedor </strong></h2>
<p>Cabe destacar que los compuestos tuvieron poco o ningún efecto sobre las células cancerosas de mama, hígado o pulmón, ni sobre una serie de bacterias y hongos, lo que sugiere que los efectos disruptivos de las asperigimicinas son específicos de ciertos tipos de células, una característica fundamental para cualquier medicamento futuro.</p>
<p>Además de demostrar el potencial médico de las asperigimicinas, los investigadores identificaron grupos similares de genes en otros hongos, lo que sugiere que aún quedan por descubrir más RiPPS fúngicos. </p>
<p>El siguiente paso es probar las asperigimicinas en modelos animales, con la esperanza de pasar algún día a ensayos clínicos en humanos. </p>
<p>FEW (EFE, <em>Nature Chemical Biology</em>, Universidad de Pensilvania)</p>
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<p>​Deutsche Welle: DW.COM &#8211; Ciencia y Tecnologia</p>