McLaren, entre la defensa y el castigo

No pasó ni un suspiro entre el momento que heló a McLaren en el muro de Canadá y el mensaje de Lando Norris al equipo: “Lo siento, fue mi error. Todo fue culpa mía. Una estupidez por mi parte”. El piloto británico asumía las culpas de manera inmediata tras un accidente con su compañero, justo cuando la carrera de Fórmula 1 estaba por acabar. La fortuna hizo que el MCL35 de Oscar Piastri continuase intacto tras el impacto. Pero detuvo por completo a su compañero que, en una persecución ausente de órdenes de equipo, provocó el desenlace más indeseado para los de Woking.

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​Stella, jefe de la escudería, habla de la maniobra de Norris en Canadá como “un accidente costoso que nunca queremos ver”. Pero protege a Lando: “No hubo mala intención”.