De Ultimo Minuto
En Verón-Punta Cana la gente cree que sus políticos son incapaces
En Verón-Punta Cana, el descontento ciudadano ha alcanzado niveles críticos. Las calles están en un estado deplorable: baches profundos, grietas que se extienden por metros y un asfalto visiblemente desgastado que apenas soporta el tráfico constante de residentes, turistas y trabajadores.
Esta situación, lejos de ser un problema reciente, ha sido denunciada en múltiples ocasiones por los habitantes de la zona, quienes ven con frustración cómo las autoridades locales y provinciales parecen hacer caso omiso a sus reclamos.
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Reacción en las redes
Cada vez que los medios de comunicación locales publican una noticia sobre el deterioro de las calles, el abandono del distrito o la falta de respuestas de las autoridades, las reacciones no se hacen esperar.
En las secciones de comentarios y en redes sociales, los ciudadanos expresan abiertamente su indignación.
Las frases más recurrentes reflejan la desesperanza de una comunidad que se siente ignorada: «Solo les importa Verón en tiempos de elecciones», «¿Dónde están los millones que genera este distrito?», «Los políticos solo vienen a buscar votos y luego desaparecen».
Estas expresiones se repiten una y otra vez, dejando en evidencia que la confianza en la clase política está en su punto más bajo.
Las quejas no se limitan solo al mal estado de las calles. La falta de agua potable, el desorden en el tráfico y la inseguridad son otros temas que generan constantes críticas.
Sin embargo, el problema vial es quizás el más visible y el que más afecta la vida diaria de la gente. En una zona donde la movilidad es indispensable para la actividad económica, el estado de las calles no solo dificulta el tránsito, sino que también representa un riesgo para los ciudadanos y para la imagen turística del destino.
Demagogia versus realidad
Uno de los aspectos que más molesta a la población es la indiferencia de los políticos ante estos problemas. Mientras los residentes sufren las consecuencias de una infraestructura colapsada, los funcionarios electos siguen inmersos en sus disputas partidarias, en negociaciones políticas y en discursos vacíos que no se traducen en soluciones reales.
Esta desconexión entre los representantes y la comunidad ha generado una profunda crisis de confianza. Para muchos, los políticos han dejado de ser vistos como gestores del bienestar público y se han convertido en símbolos de promesas incumplidas.
La percepción es que su único interés en Verón-Punta Cana es el electoral: visitan la zona en campaña, hacen compromisos, pero una vez asegurados en el cargo, desaparecen.
Un distrito que genera, pero no recibe
Un punto básico en este debate es la gestión de los recursos. Verón-Punta Cana es un motor económico para la provincia La Altagracia y el país, generando millones en impuestos y arbitrios.
Sin embargo, los residentes se preguntan: ¿dónde está ese dinero?
Actualidad, Nacional, Oscar Quezada, Punta Cana, Verón-Punta Cana, mal estado de las calles En Verón-Punta Cana, el descontento ciudadano ha alcanzado niveles críticos. Las calles están en un estado deplorable: baches profundos, grietas que se extienden por metros y un asfalto visiblemente desgastado que apenas soporta el tráfico constante de residentes, turistas y trabajadores. Esta situación, lejos de ser un problema reciente, ha sido denunciada en múltiples ocasiones por los habitantes de la zona, quienes ven con frustración cómo las autoridades locales y provinciales parecen hacer caso omiso a sus reclamos. https://resources.diariolibre.com/images/2025/03/06/foto2-69c0523e.jpghttps://resources.diariolibre.com/images/2025/03/06/foto3-0daedaed.jpghttps://resources.diariolibre.com/images/2025/03/06/foto4-d0b24f31.jpg Reacción en las redesCada vez que los medios de comunicación locales publican una noticia sobre el deterioro de las calles, el abandono del distrito o la falta de respuestas de las autoridades, las reacciones no se hacen esperar. En las secciones de comentarios y en redes sociales, los ciudadanos expresan abiertamente su indignación.Las frases más recurrentes reflejan la desesperanza de una comunidad que se siente ignorada: «Solo les importa Verón en tiempos de elecciones», «¿Dónde están los millones que genera este distrito?», «Los políticos solo vienen a buscar votos y luego desaparecen». Estas expresiones se repiten una y otra vez, dejando en evidencia que la confianza en la clase política está en su punto más bajo.Las quejas no se limitan solo al mal estado de las calles. La falta de agua potable, el desorden en el tráfico y la inseguridad son otros temas que generan constantes críticas. Sin embargo, el problema vial es quizás el más visible y el que más afecta la vida diaria de la gente. En una zona donde la movilidad es indispensable para la actividad económica, el estado de las calles no solo dificulta el tránsito, sino que también representa un riesgo para los ciudadanos y para la imagen turística del destino.Demagogia versus realidadUno de los aspectos que más molesta a la población es la indiferencia de los políticos ante estos problemas. Mientras los residentes sufren las consecuencias de una infraestructura colapsada, los funcionarios electos siguen inmersos en sus disputas partidarias, en negociaciones políticas y en discursos vacíos que no se traducen en soluciones reales.Esta desconexión entre los representantes y la comunidad ha generado una profunda crisis de confianza. Para muchos, los políticos han dejado de ser vistos como gestores del bienestar público y se han convertido en símbolos de promesas incumplidas. La percepción es que su único interés en Verón-Punta Cana es el electoral: visitan la zona en campaña, hacen compromisos, pero una vez asegurados en el cargo, desaparecen.Un distrito que genera, pero no recibeUn punto básico en este debate es la gestión de los recursos. Verón-Punta Cana es un motor económico para la provincia La Altagracia y el país, generando millones en impuestos y arbitrios. Sin embargo, los residentes se preguntan: ¿dónde está ese dinero?
