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Incorporar el metaverso en el entorno laboral: desafío generacional
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El metaverso es una realidad interactiva en la que las personas se ven representadas en avatares digitales y el mundo virtual se experimenta a través de la realidad aumentada, la realidad virtual y la realidad mixta.
Metaverso en el entorno laboral
La presencia del metaverso en el entorno laboral puede ir más allá de las reuniones online y del trabajo en remoto. Mediante la generación de entornos prácticos virtuales, las empresas pueden dar formación específica a distancia. A través de la realidad aumentada se pueden hacer capacitaciones técnicas específicas.
Y la realidad virtual permite, por ejemplo, que los candidatos a un puesto de trabajo puedan probarlo antes de incorporarse al mismo. Además, están los gemelos digitales, un modelo virtual de un objeto físico que, entre otras funciones, optimiza el diseño de las infraestructuras que replica.
Saltos generacionales
La aplicación del metaverso en el entorno laboral obliga a alinear los intereses y motivaciones de todos los trabajadores. Esto supone un reto porque en las empresas conviven distintas generaciones, con características diferentes, para las que los valores del metaverso (innovación, creatividad, generación ilimitada de contenidos) no son igual de importantes.
Los mileniales (1981-1996), la primera generación nativa digital, y la generación Z (los nacidos entre 1997 y 2012, que no pueden imaginar la vida sin internet) son los mejor adaptados a la incorporación del metaverso en el entorno laboral.
Las tecnologías que lo propician, desde la inteligencia artificial a la realidad aumentada, son nativas de estas generaciones, que superaron su adolescencia creando contenidos, en Tuenti unos y en TikTok otros, y utilizando filtros en Snapchat e Instagram, respectivamente.
Estas nuevas generaciones de trabajadores tienen integrados los conceptos de tecnología y bienestar en su vida personal y profesional. Buscan el equilibrio entre el trabajo y sus intereses personales, y se muestran dispuestos a sacrificar el beneficio económico por cosas que consideren significativas como su propio tiempo libre.
Con estas generaciones se ha impuesto la incorporación del salario emocional.
Del otro lado encontramos las viejas generaciones en activo: los baby boomers, nacidos entre 1945 y 1965 e hijos de la posguerra, que crecieron en una época de optimismo y oportunidades, apoyados en los valores de justicia social, trabajo y constancia.
Y también la generación X (1965-1981), a la que se ha caracterizado como individualista, ambiciosa y adicta al trabajo, algo que habría contribuido –en las dos últimas décadas del siglo XX– a promover la eficiencia y la innovación en las organizaciones empresariales.
Motivación tecnológica
Sea cual sea la generación de los trabajadores, para aprovechar las ventajas que ofrece la tecnologización del entorno laboral es necesario que tengan determinados conocimientos, habilidades y competencias técnicas. Pero, además, es fundamental que posean la motivación para dar el salto al metaverso en el ámbito profesional.
De ahí que algunos autores hablen del trabajador feliz en el metaverso, el happyverse, y del trabajador no feliz con el metaverso, el unhappyverse.
Las continuas transformaciones y mejoras tecnológicas hacen que los trabajadores deban desarrollar nuevas habilidades de manera constante. Por ello, se necesita que tengan motivación por aprender y sean capaces de afrontar los cambios.
Desde la perspectiva más analógica de los boomers y los X, el metaverso es una tecnología de difícil adaptación al mundo del trabajo. Estas generaciones podrían considerarse infelices laboralmente a causa de estas novedades (unhappyverses).
En cambio, para los nacidos a partir de la generación Z el entorno del metaverso concuerda con sus valores sociales, en los que el yo online no es diferente del yo ideal.
Enfocar en estas generaciones el desarrollo del metaverso en el entorno laboral es una forma de acceder a su código intelectual y de propiciar su bienestar en el trabajo.
Se requiere de un nuevo liderazgo tecnológico que maximice beneficios a través de la cultura del happiness management, un modelo de gestión multicultural que, a través de la creatividad, el compromiso, la innovación tecnológica, el emprendimiento interno y la responsabilidad social, busque incentivar el desempeño.
Siguiendo este modelo, los trabajadores prometaverso o happyverses pueden ser los motores y motivadores de los unhappyverses.
Un cambio sin precedentes
Identificar las habilidades tecnológicas de las generaciones más jóvenes e impulsar la adaptación de los trabajadores con más años de experiencia –y más reticentes a la incorporación del metaverso en su entorno laboral– supone un gran reto para las empresas.
Estamos ante un cambio tecnológico sin precedentes. Se ha conseguido que entidades no humanas posean las claves del lenguaje humano de forma indistinguible de los propios humanos.
Algunos ejemplos de esta aplicación del metaverso en el entorno laboral serían: chatbots, cajeras virtuales, vendedores que responden con lenguaje predictivo de copilot, espacios terapéuticos familiares con inteligencia artificial y hasta juicios en los que se replica virtualmente el escenario del crimen.
Ante la curva de singularidad tecnológica del metaverso, se debe afrontar este avance propiciando el bienestar de los equipos de trabajo y el desarrollo de las habilidades colaborativas entre generaciones. Las empresas necesitan traer el futuro al presente, empezando por una incorporación orgánica y práctica de la tecnología en sus plantillas.
Revista, Buena vida, The Conversation, Santo Domingo, Trabajo, Metaverso, futuro laboral El metaverso es una realidad interactiva en la que las personas se ven representadas en avatares digitales y el mundo virtual se experimenta a través de la realidad aumentada, la realidad virtual y la realidad mixta.Metaverso en el entorno laboralLa presencia del metaverso en el entorno laboral puede ir más allá de las reuniones online y del trabajo en remoto. Mediante la generación de entornos prácticos virtuales, las empresas pueden dar formación específica a distancia. A través de la realidad aumentada se pueden hacer capacitaciones técnicas específicas. Y la realidad virtual permite, por ejemplo, que los candidatos a un puesto de trabajo puedan probarlo antes de incorporarse al mismo. Además, están los gemelos digitales, un modelo virtual de un objeto físico que, entre otras funciones, optimiza el diseño de las infraestructuras que replica.Saltos generacionalesLa aplicación del metaverso en el entorno laboral obliga a alinear los intereses y motivaciones de todos los trabajadores. Esto supone un reto porque en las empresas conviven distintas generaciones, con características diferentes, para las que los valores del metaverso (innovación, creatividad, generación ilimitada de contenidos) no son igual de importantes.Los mileniales (1981-1996), la primera generación nativa digital, y la generación Z (los nacidos entre 1997 y 2012, que no pueden imaginar la vida sin internet) son los mejor adaptados a la incorporación del metaverso en el entorno laboral. Las tecnologías que lo propician, desde la inteligencia artificial a la realidad aumentada, son nativas de estas generaciones, que superaron su adolescencia creando contenidos, en Tuenti unos y en TikTok otros, y utilizando filtros en Snapchat e Instagram, respectivamente.Estas nuevas generaciones de trabajadores tienen integrados los conceptos de tecnología y bienestar en su vida personal y profesional. Buscan el equilibrio entre el trabajo y sus intereses personales, y se muestran dispuestos a sacrificar el beneficio económico por cosas que consideren significativas como su propio tiempo libre. Con estas generaciones se ha impuesto la incorporación del salario emocional.Del otro lado encontramos las viejas generaciones en activo: los baby boomers, nacidos entre 1945 y 1965 e hijos de la posguerra, que crecieron en una época de optimismo y oportunidades, apoyados en los valores de justicia social, trabajo y constancia. Y también la generación X (1965-1981), a la que se ha caracterizado como individualista, ambiciosa y adicta al trabajo, algo que habría contribuido –en las dos últimas décadas del siglo XX– a promover la eficiencia y la innovación en las organizaciones empresariales.Motivación tecnológicahttps://resources.diariolibre.com/images/2025/02/21/shutterstock-2145408809.jpgSea cual sea la generación de los trabajadores, para aprovechar las ventajas que ofrece la tecnologización del entorno laboral es necesario que tengan determinados conocimientos, habilidades y competencias técnicas. Pero, además, es fundamental que posean la motivación para dar el salto al metaverso en el ámbito profesional.De ahí que algunos autores hablen del trabajador feliz en el metaverso, el happyverse, y del trabajador no feliz con el metaverso, el unhappyverse.Las continuas transformaciones y mejoras tecnológicas hacen que los trabajadores deban desarrollar nuevas habilidades de manera constante. Por ello, se necesita que tengan motivación por aprender y sean capaces de afrontar los cambios.Desde la perspectiva más analógica de los boomers y los X, el metaverso es una tecnología de difícil adaptación al mundo del trabajo. Estas generaciones podrían considerarse infelices laboralmente a causa de estas novedades (unhappyverses).En cambio, para los nacidos a partir de la generación Z el entorno del metaverso concuerda con sus valores sociales, en los que el yo online no es diferente del yo ideal. Enfocar en estas generaciones el desarrollo del metaverso en el entorno laboral es una forma de acceder a su código intelectual y de propiciar su bienestar en el trabajo.Se requiere de un nuevo liderazgo tecnológico que maximice beneficios a través de la cultura del happiness management, un modelo de gestión multicultural que, a través de la creatividad, el compromiso, la innovación tecnológica, el emprendimiento interno y la responsabilidad social, busque incentivar el desempeño. Siguiendo este modelo, los trabajadores prometaverso o happyverses pueden ser los motores y motivadores de los unhappyverses.Un cambio sin precedenteshttps://resources.diariolibre.com/images/2025/02/21/shutterstock-2537320269.jpgIdentificar las habilidades tecnológicas de las generaciones más jóvenes e impulsar la adaptación de los trabajadores con más años de experiencia –y más reticentes a la incorporación del metaverso en su entorno laboral– supone un gran reto para las empresas.Estamos ante un cambio tecnológico sin precedentes. Se ha conseguido que entidades no humanas posean las claves del lenguaje humano de forma indistinguible de los propios humanos. Algunos ejemplos de esta aplicación del metaverso en el entorno laboral serían: chatbots, cajeras virtuales, vendedores que responden con lenguaje predictivo de copilot, espacios terapéuticos familiares con inteligencia artificial y hasta juicios en los que se replica virtualmente el escenario del crimen.Ante la curva de singularidad tecnológica del metaverso, se debe afrontar este avance propiciando el bienestar de los equipos de trabajo y el desarrollo de las habilidades colaborativas entre generaciones. Las empresas necesitan traer el futuro al presente, empezando por una incorporación orgánica y práctica de la tecnología en sus plantillas. Leer más Trabajo: ¿cuál es tu perfil laboral? Revista