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Ciencia y Tecnología

Los huevos “camperos” ya no son camperos por el confinamiento de las gallinas. Pero se siguen pagando mucho más caros

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Los huevos "camperos" ya no son camperos por el confinamiento de las gallinas. Pero se siguen pagando mucho más caros

Los huevos han sido noticia durante estas últimas semanas por el aumento de precios que han ido experimentando por la propagación de la gripe aviar. Pero ahora vuelve a la primera línea de la información a consecuencia de un aviso que ha lanzado la OCU que apuntaría a que cada vez que compramos huevos podemos estar siendo engañados. 

Los tipos de huevos. Cuando vamos al supermercado a por una bandeja de huevos, hay varios tipos disponibles según el tipo de cuidado que haya tenido la gallina que los ha puesto. Los más económicos son de gallinas que están encerradas en el gallinero, pero después se encuentran los huevos ‘camperos’ que en teoría son de gallinas que si salen al exterior y que son los de código 1. Y lo mismo ocurre con los huevos marcados como ‘ecológicos’ que tiene una alimentación muy específica. 

El precio de la libertad. Escoger un tipo de huevo u otro lleva consigo pagar un extra en el precio por estas condiciones especiales. Y no son unos pocos céntimos, como apunta la propia OCU, puesto que el huevo de suelo ahora mismo tiene un precio medio de 3,25 €  la docena. Pero los huevos camperos tienen un precio de 4,13 € la docena, lo que supone 88 céntimos extra por docena. 

Todo ello por la premisa del bienestar del animal: una gallina que tiene acceso al aire libre y picotean en el campo sin estar en un gallinero cerrado. Algo justificado también por el aumento de coste que esto supone. 

El problema. Debemos recordar que desde hace unas semanas estamos inmersos en una epidemia de gripe aviar que afecta a las gallinas que producen estos huevos. Para tratar de contenerla, el Ministerio de Agricultura ordenó a partir de noviembre encerrar a todas las gallinas. Pero… ¿Ha desaparecido esta diferencia de precio?

La OCU es lo que viene a denuncia: en la práctica los productores están vendiendo un producto en las condiciones de una gallina encerradas como si en verdad fueran huevos camperos. Encima, lógicamente respetando el aumento de precio que ha provocado esta crisis. 

La normativa europea. ¿Es legal vender algo que no es? Es la pregunta que nos debemos hacer cuando pagamos huevos camperos cuando en verdad no lo son. Para entenderlo debemos irnos al Reglamento Delegado de la UE 2023/2465. Esta normativa europea contempla una especie de “periodo de gracia” para los productores en casos de fuerza mayor, como esta epidemia. 

La ley permite mantener la denominación de “huevo campero” durante un periodo de hasta 16 semanas, aunque las gallinas tengan que ser confinadas. El objetivo de la norma es proteger a los granjeros: evitar que pierdan su certificación y mercado de la noche a la mañana por una crisis sanitaria ajena a su control.

Falta de transparencia. Para la OCU el problema en este caso no es la certificación que acompaña al huevo, sino la poca información que tiene un consumidor que no sabe que está comprando. Y es que de su estudio, tras analizar las siete grandes marcas del mercado, ninguna informa en el etiquetado del cambio en las condiciones de cría. 

Lo que se pide. La organización de consumidores no pide que se levante el confinamiento, que es necesario para mantener la epidemia, sino que se informe. Argumentan que existen precedentes de adaptación rápida como cuando empezó la guerra en Ucrania cuando la escasez de aceite de girasol tuvo que obligar a la industria a cambiar el etiquetado. Todo ello para hacer cambios en los ingredientes que tenían el aceite. 

Pagando lo mismo. Pero lo más importante está en que se está pagando un excedente de casi un euro de media por docena de huevos por ser camperos. Cuando en realidad son los mismos huevos que valen más económicos en los supermercados. 

Esto nos hace plantear la posibilidad de que aunque se mantenga la denominación (aunque con más información de lo que ocurre), el precio se equipare con las de la categoría inferior, ya que en ambas situaciones tenemos a gallinas encerradas. 

Imágenes | Jakub Kapusnak 

En Xataka | En los 70 los científicos se dieron cuenta de que los animales grandes deberían sufrir más el cáncer. Y de que no era el caso


La noticia

Los huevos “camperos” ya no son camperos por el confinamiento de las gallinas. Pero se siguen pagando mucho más caros

fue publicada originalmente en

Xataka

por
José A. Lizana

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​Los huevos han sido noticia durante estas últimas semanas por el aumento de precios que han ido experimentando por la propagación de la gripe aviar. Pero ahora vuelve a la primera línea de la información a consecuencia de un aviso que ha lanzado la OCU que apuntaría a que cada vez que compramos huevos podemos estar siendo engañados. 

Los tipos de huevos. Cuando vamos al supermercado a por una bandeja de huevos, hay varios tipos disponibles según el tipo de cuidado que haya tenido la gallina que los ha puesto. Los más económicos son de gallinas que están encerradas en el gallinero, pero después se encuentran los huevos ‘camperos’ que en teoría son de gallinas que si salen al exterior y que son los de código 1. Y lo mismo ocurre con los huevos marcados como ‘ecológicos’ que tiene una alimentación muy específica. 

El precio de la libertad. Escoger un tipo de huevo u otro lleva consigo pagar un extra en el precio por estas condiciones especiales. Y no son unos pocos céntimos, como apunta la propia OCU, puesto que el huevo de suelo ahora mismo tiene un precio medio de 3,25 €  la docena. Pero los huevos camperos tienen un precio de 4,13 € la docena, lo que supone 88 céntimos extra por docena. 

Todo ello por la premisa del bienestar del animal: una gallina que tiene acceso al aire libre y picotean en el campo sin estar en un gallinero cerrado. Algo justificado también por el aumento de coste que esto supone. 

En Xataka

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El problema. Debemos recordar que desde hace unas semanas estamos inmersos en una epidemia de gripe aviar que afecta a las gallinas que producen estos huevos. Para tratar de contenerla, el Ministerio de Agricultura ordenó a partir de noviembre encerrar a todas las gallinas. Pero… ¿Ha desaparecido esta diferencia de precio?
La OCU es lo que viene a denuncia: en la práctica los productores están vendiendo un producto en las condiciones de una gallina encerradas como si en verdad fueran huevos camperos. Encima, lógicamente respetando el aumento de precio que ha provocado esta crisis. 
La normativa europea. ¿Es legal vender algo que no es? Es la pregunta que nos debemos hacer cuando pagamos huevos camperos cuando en verdad no lo son. Para entenderlo debemos irnos al Reglamento Delegado de la UE 2023/2465. Esta normativa europea contempla una especie de “periodo de gracia” para los productores en casos de fuerza mayor, como esta epidemia. 
La ley permite mantener la denominación de “huevo campero” durante un periodo de hasta 16 semanas, aunque las gallinas tengan que ser confinadas. El objetivo de la norma es proteger a los granjeros: evitar que pierdan su certificación y mercado de la noche a la mañana por una crisis sanitaria ajena a su control.

Falta de transparencia. Para la OCU el problema en este caso no es la certificación que acompaña al huevo, sino la poca información que tiene un consumidor que no sabe que está comprando. Y es que de su estudio, tras analizar las siete grandes marcas del mercado, ninguna informa en el etiquetado del cambio en las condiciones de cría. 
Lo que se pide. La organización de consumidores no pide que se levante el confinamiento, que es necesario para mantener la epidemia, sino que se informe. Argumentan que existen precedentes de adaptación rápida como cuando empezó la guerra en Ucrania cuando la escasez de aceite de girasol tuvo que obligar a la industria a cambiar el etiquetado. Todo ello para hacer cambios en los ingredientes que tenían el aceite. 

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Tenemos una prueba más de que los huevos no son tan malos como los pintaban en su día. Más bien ocurre lo contrario

Pagando lo mismo. Pero lo más importante está en que se está pagando un excedente de casi un euro de media por docena de huevos por ser camperos. Cuando en realidad son los mismos huevos que valen más económicos en los supermercados. 

Esto nos hace plantear la posibilidad de que aunque se mantenga la denominación (aunque con más información de lo que ocurre), el precio se equipare con las de la categoría inferior, ya que en ambas situaciones tenemos a gallinas encerradas. 

Imágenes | Jakub Kapusnak 

En Xataka | En los 70 los científicos se dieron cuenta de que los animales grandes deberían sufrir más el cáncer. Y de que no era el caso

– La noticia

Los huevos “camperos” ya no son camperos por el confinamiento de las gallinas. Pero se siguen pagando mucho más caros

fue publicada originalmente en

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por
José A. Lizana

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