Ciencia y Tecnología
El KO de Roomba deja una realidad brutal: China domina industrias tecnológicas inventadas por Occidente
iRobot, pionera de la robótica doméstica y creadora de las Roomba, ha quebrado y acaba en manos de Picea, un fabricante chino. No es un caso aislado sino el símbolo de una tendencia demoledora en la que las empresas occidentales desarrollan tecnologías durante décadas y China termina apropiándose de industrias enteras.
iRobot fue fundada en 1990 por tres investigadores del MIT. Lanzó la primera Roomba en 2002 y vendió 50 millones de unidades. Durante dos décadas dominó el mercado de robot aspiradores. En 2021 llegó a valer 3.500 millones de dólares. Hoy vale 140 millones, 25 veces menos. Picea cancela sus 264 millones de deuda y se queda con todo.
Por qué es importante. No se trata solo de aspiradoras. Los fabricantes chinos –Roborock, Ecovacs, Dreame, Xiaomi– ya controlan casi el 80% del mercado global de robot aspiradores. Con Picea comprando iRobot, esa cifra roza el 95%. China no solo fabrica más barato: ahora posee la innovación occidental que antes solo copiaba.
El patrón se repite:
- Volvo es china desde 2010.
- Motorola también.
- Segway, el patinete que iba a revolucionar la movilidad urbana, acabó en manos de Ninebot.
- Lenovo compró IBM PC.
- Haier se quedó con GE Appliances.
- Geely posee Lotus.
Las marcas occidentales sobreviven, pero solo como carcasas con ingeniería asiática dentro.
Entre líneas. Europa bloqueó la compra de iRobot por Amazon en 2024 por temor a que dominara el hogar inteligente. El resultado: la empresa no quedó independiente, sino que terminó propiedad de su propio fabricante y acreedor chino. La “protección de la competencia” europea derivó en que iRobot cayera exactamente en manos de sus rivales extranjeros.
iRobot externalizó su producción en Vietnam para esquivar los aranceles chinos, pero los aranceles de Trump del 46% sobre Vietnam le costaron 23 millones extra en 2025. Mientras tanto, Picea era simultáneamente su fabricante, su acreedor principal y su competidor indirecto. No hizo falta ni siquiera una OPA hostil: solo paciencia financiera. Esperó a que iRobot se ahogara en deuda y recogió los restos.
El coste invisible de innovar. iRobot invirtió décadas en I+D: robótica militar, espacial, navegación autónoma doméstica… Esa investigación es cara, lenta y arriesgada. Los fabricantes chinos no han tenido que pagar ese coste. Solo han tenido que esperar a que la tecnología madurara, copiar lo que funcionaba y mejorar la ejecución.
La asimetría es total. Occidente se autoimpone restricciones antimonopolio que frenan las consolidaciones domésticas mientras las empresas chinas operan con un gran apoyo estatal, el acceso protegido a un mercado doméstico de 1.400 millones de consumidores y un escrutinio regulatorio que ni se puede comparar.
Europa ha bloqueado últimamente otras operaciones similares, como la de Adobe y Figma o la de Broadcom y Qualcomm.
Sí, pero. No se trata de aprobar cualquier adquisición sin escrutinio, pero sí de reconocer que bloquear la compra de Amazon ha derivado en un resultado objetivamente peor: tecnología pionera estadounidense que acaba en propiedad china. Si realmente preocupa que las empresas chinas dominen sectores estratégicos, este fue un error garrafal con consecuencias predecibles.
Los gobiernos occidentales hablan constantemente de soberanía tecnológica y de su voluntad de no depender de China. Pero las acciones concretas están produciendo el efecto contrario. En última instancia, lo único que Occidente pierde no es su industria, es la propiedad de su innovación tecnológica.
En Xataka | La mayor cadena de comida del mundo es china, supera a McDonald’s y es una desconocida en Europa: Mixue
Imagen destacada | Onur Binay
–
La noticia
El KO de Roomba deja una realidad brutal: China domina industrias tecnológicas inventadas por Occidente
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Lacort
.
iRobot, pionera de la robótica doméstica y creadora de las Roomba, ha quebrado y acaba en manos de Picea, un fabricante chino. No es un caso aislado sino el símbolo de una tendencia demoledora en la que las empresas occidentales desarrollan tecnologías durante décadas y China termina apropiándose de industrias enteras.
iRobot fue fundada en 1990 por tres investigadores del MIT. Lanzó la primera Roomba en 2002 y vendió 50 millones de unidades. Durante dos décadas dominó el mercado de robot aspiradores. En 2021 llegó a valer 3.500 millones de dólares. Hoy vale 140 millones, 25 veces menos. Picea cancela sus 264 millones de deuda y se queda con todo.
Por qué es importante. No se trata solo de aspiradoras. Los fabricantes chinos –Roborock, Ecovacs, Dreame, Xiaomi– ya controlan casi el 80% del mercado global de robot aspiradores. Con Picea comprando iRobot, esa cifra roza el 95%. China no solo fabrica más barato: ahora posee la innovación occidental que antes solo copiaba.
El patrón se repite:
Volvo es china desde 2010.Motorola también.Segway, el patinete que iba a revolucionar la movilidad urbana, acabó en manos de Ninebot.Lenovo compró IBM PC.Haier se quedó con GE Appliances.Geely posee Lotus.Las marcas occidentales sobreviven, pero solo como carcasas con ingeniería asiática dentro.
En Xataka
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Entre líneas. Europa bloqueó la compra de iRobot por Amazon en 2024 por temor a que dominara el hogar inteligente. El resultado: la empresa no quedó independiente, sino que terminó propiedad de su propio fabricante y acreedor chino. La “protección de la competencia” europea derivó en que iRobot cayera exactamente en manos de sus rivales extranjeros.
iRobot externalizó su producción en Vietnam para esquivar los aranceles chinos, pero los aranceles de Trump del 46% sobre Vietnam le costaron 23 millones extra en 2025. Mientras tanto, Picea era simultáneamente su fabricante, su acreedor principal y su competidor indirecto. No hizo falta ni siquiera una OPA hostil: solo paciencia financiera. Esperó a que iRobot se ahogara en deuda y recogió los restos.
El coste invisible de innovar. iRobot invirtió décadas en I+D: robótica militar, espacial, navegación autónoma doméstica… Esa investigación es cara, lenta y arriesgada. Los fabricantes chinos no han tenido que pagar ese coste. Solo han tenido que esperar a que la tecnología madurara, copiar lo que funcionaba y mejorar la ejecución.
La asimetría es total. Occidente se autoimpone restricciones antimonopolio que frenan las consolidaciones domésticas mientras las empresas chinas operan con un gran apoyo estatal, el acceso protegido a un mercado doméstico de 1.400 millones de consumidores y un escrutinio regulatorio que ni se puede comparar.
Europa ha bloqueado últimamente otras operaciones similares, como la de Adobe y Figma o la de Broadcom y Qualcomm.
Sí, pero. No se trata de aprobar cualquier adquisición sin escrutinio, pero sí de reconocer que bloquear la compra de Amazon ha derivado en un resultado objetivamente peor: tecnología pionera estadounidense que acaba en propiedad china. Si realmente preocupa que las empresas chinas dominen sectores estratégicos, este fue un error garrafal con consecuencias predecibles.
Los gobiernos occidentales hablan constantemente de soberanía tecnológica y de su voluntad de no depender de China. Pero las acciones concretas están produciendo el efecto contrario. En última instancia, lo único que Occidente pierde no es su industria, es la propiedad de su innovación tecnológica.
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Imagen destacada | Onur Binay
– La noticia
El KO de Roomba deja una realidad brutal: China domina industrias tecnológicas inventadas por Occidente
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Lacort
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