Ciencia y Tecnología
El sector de la construcción ha descubierto algo: si quieres albañiles hay que pagarles y darles vacaciones
A pesar de la creciente demanda de reformas y de nuevas viviendas, el sector de la construcción padece una grave escasez de mano de obra. La situación actual no es solo una cuestión de números, sino un problema estructural que se relaciona con el envejecimiento del personal, la ausencia de relevo generacional y las difíciles condiciones laborales que no logran atraer a los jóvenes.
El sector está viviendo un momento de “descubrimiento”: si se quieren albañiles capacitados, es imprescindible mejorar sus salarios y condiciones, incluyendo días de vacaciones y una jornada laboral que permita conciliar. Ese es el principal inconveniente para un tejido industrial formado principalmente por autónomos.
Un mercado laboral bajo presión. En España, el sector de la construcción atraviesa una de sus peores crisis de mano de obra. Según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) se estima que en la actualidad hacen falta unos 700.000 trabajadores para cubrir la demanda de obras y reformas.
Los datos del Observatorio Inmobiliario de BBVA Research de junio de 2025 muestran que las vacantes en el sector se han multiplicado por cuatro desde 2016, recogiendo una tendencia al alza que no parece frenarse. Las cifras de empleo recogidas en el informe de BBVA revelan que sólo el 6,8% de los ocupados en España trabajan en el sector de la construcción, lejos del 14% que se registró antes de la crisis de 2008.
El envejecimiento sin recambio. Esta situación se agrava aún más por la dificultad para atraer a nuevos trabajadores, especialmente debido al duro legado que dejó la crisis de 2008 en la que miles de profesionales salieron del sector o cambiaron de oficio. El informe de BBVA revela que más del 55% de los empleados de la construcción en España supera los 45 años y sólo un 9% es menor de 30 años, un claro indicativo de la falta de un relevo generacional efectivo. Solo la llegada de inmigrantes ha permitido un leve rejuvenecimiento entre 2022 y 2024.
Pascual, albañil y empresario de la construcción, aseguraba en el canal de Adrián G. Martín: “Tengo cuatro obras en marcha y necesito personas que sepan gestionarlas, pero… me encuentro con poca gente preparada. Necesito jóvenes que quieran aprender, pero no los encuentras”.
Un oficio exigente y… ¿mal pagado? La escasez de mano de obra está presionando al alza los salarios. De acuerdo a lo publicado por El Confidencial, el sueldo base para un peón de obra ronda los 1.300 euros mensuales en 14 pagas, lo que supone unos 18.457 euros anuales según el convenio sectorial vigente hasta diciembre de 2026, pero pueden alcanzarse entre 1.384 y 1.500 euros al mes en función de los complementos y la comunidad autónoma. En regiones como la Comunidad Valenciana, el salario medio asciende a 23.541 euros al año, mientras que en otras comunidades supera los 20.000 euros anuales.
Los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) por sectores indican que, en los últimos años, se han ido mejorando los salarios (forzados por el incremento del SMI) en los deciles más bajos, y por la presión de la escasez laboral en el caso de aquellos que cuentan con mejor formación u oficiales de primera.
Incremento salarial en la construcción
Albañiles sin escuela. Otro factor clave en la crisis de mano de obra es la falta de formación de los jóvenes que buscan incorporarse a este sector. El informe de BBVA Research señala que España cuenta con una mano de obra en construcción menos cualificada que la media europea, lo que impacta negativamente en la productividad y limita la adopción de nuevas tecnologías y métodos eficientes.
Lo confirma el informe ‘Ajuste de la oferta y demanda de empleo 2025‘ elaborado por el Ministerio de Trabajo, que señala que existe un desajuste real y persistente en la construcción: hay puestos difíciles de cubrir, no tanto por falta de demanda, sino porque la oferta de mano de obra cualificada no se ajusta al perfil demandado. Es decir, las empresas no quieren contratar a perfiles para formarlos internamente, por lo que los potenciales candidatos a ocupar ese puesto en el futuro son rechazados.
Oficios sin relevo. El problema de la escasez de talento en la construcción no solo afecta a los albañiles. Oficios tradicionales relacionados con la construcción (como carpinteros, electricistas, fontaneros, pintores, etc.) han compartido las mismas prácticas de denostación salarial, dureza de las condiciones laborales y externalización de la formación.
No obstante, el atractivo del empleo sigue siendo bajo entre los jóvenes porque se trata de un “oficio muy duro” y físicamente exigente, con horarios largos y con poca conciliación. Desde la patronal de la construcción se han mostrado muy beligerantes tanto con las medidas de reducción de jornada, como de control horario, lo cual no contribuye a hacer que el sector sea atractivo para los jóvenes.
No se están forrando. Dada la escasez de personal, lo natural es pensar que los profesionales disponibles se están forrando. Sin embargo, esa suposición que tal vez se cumpliría en un escenario de grandes compañías donde se puja por los mejores profesionales, no se da en un tejido industrial formado en un 92,93% por autónomos con pymes sin asalariados o microempresas de entre 1 y 9 empleados.
Tal y como cuenta el electricista e influencer de TikTok Ricardo Abellán (@dombydomotica), el problema de la escasez de talento no es tanto por la formación del personal, como por la incapacidad de las pymes y autónomos de asumir los salarios de sus nuevos empleados. Ante esa incapacidad financiera, los profesionales optan por generar listas de espera cada vez más largas que estaría lastrando el crecimiento del sector.
En Xataka | Europa advierte sobre la escasez de mano de obra en el sector tecnológico: lo peor está por llegar
Imagen | Unsplash (Emma Houghton)
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La noticia
El sector de la construcción ha descubierto algo: si quieres albañiles hay que pagarles y darles vacaciones
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
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A pesar de la creciente demanda de reformas y de nuevas viviendas, el sector de la construcción padece una grave escasez de mano de obra. La situación actual no es solo una cuestión de números, sino un problema estructural que se relaciona con el envejecimiento del personal, la ausencia de relevo generacional y las difíciles condiciones laborales que no logran atraer a los jóvenes.
El sector está viviendo un momento de “descubrimiento”: si se quieren albañiles capacitados, es imprescindible mejorar sus salarios y condiciones, incluyendo días de vacaciones y una jornada laboral que permita conciliar. Ese es el principal inconveniente para un tejido industrial formado principalmente por autónomos.
Un mercado laboral bajo presión. En España, el sector de la construcción atraviesa una de sus peores crisis de mano de obra. Según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) se estima que en la actualidad hacen falta unos 700.000 trabajadores para cubrir la demanda de obras y reformas.
Los datos del Observatorio Inmobiliario de BBVA Research de junio de 2025 muestran que las vacantes en el sector se han multiplicado por cuatro desde 2016, recogiendo una tendencia al alza que no parece frenarse. Las cifras de empleo recogidas en el informe de BBVA revelan que sólo el 6,8% de los ocupados en España trabajan en el sector de la construcción, lejos del 14% que se registró antes de la crisis de 2008.
En Xataka
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El envejecimiento sin recambio. Esta situación se agrava aún más por la dificultad para atraer a nuevos trabajadores, especialmente debido al duro legado que dejó la crisis de 2008 en la que miles de profesionales salieron del sector o cambiaron de oficio. El informe de BBVA revela que más del 55% de los empleados de la construcción en España supera los 45 años y sólo un 9% es menor de 30 años, un claro indicativo de la falta de un relevo generacional efectivo. Solo la llegada de inmigrantes ha permitido un leve rejuvenecimiento entre 2022 y 2024.
Pascual, albañil y empresario de la construcción, aseguraba en el canal de Adrián G. Martín: “Tengo cuatro obras en marcha y necesito personas que sepan gestionarlas, pero… me encuentro con poca gente preparada. Necesito jóvenes que quieran aprender, pero no los encuentras”.
Un oficio exigente y… ¿mal pagado? La escasez de mano de obra está presionando al alza los salarios. De acuerdo a lo publicado por El Confidencial, el sueldo base para un peón de obra ronda los 1.300 euros mensuales en 14 pagas, lo que supone unos 18.457 euros anuales según el convenio sectorial vigente hasta diciembre de 2026, pero pueden alcanzarse entre 1.384 y 1.500 euros al mes en función de los complementos y la comunidad autónoma. En regiones como la Comunidad Valenciana, el salario medio asciende a 23.541 euros al año, mientras que en otras comunidades supera los 20.000 euros anuales.
Los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) por sectores indican que, en los últimos años, se han ido mejorando los salarios (forzados por el incremento del SMI) en los deciles más bajos, y por la presión de la escasez laboral en el caso de aquellos que cuentan con mejor formación u oficiales de primera.
Incremento salarial en la construcción
Albañiles sin escuela. Otro factor clave en la crisis de mano de obra es la falta de formación de los jóvenes que buscan incorporarse a este sector. El informe de BBVA Research señala que España cuenta con una mano de obra en construcción menos cualificada que la media europea, lo que impacta negativamente en la productividad y limita la adopción de nuevas tecnologías y métodos eficientes.
Lo confirma el informe ‘Ajuste de la oferta y demanda de empleo 2025’ elaborado por el Ministerio de Trabajo, que señala que existe un desajuste real y persistente en la construcción: hay puestos difíciles de cubrir, no tanto por falta de demanda, sino porque la oferta de mano de obra cualificada no se ajusta al perfil demandado. Es decir, las empresas no quieren contratar a perfiles para formarlos internamente, por lo que los potenciales candidatos a ocupar ese puesto en el futuro son rechazados.
Oficios sin relevo. El problema de la escasez de talento en la construcción no solo afecta a los albañiles. Oficios tradicionales relacionados con la construcción (como carpinteros, electricistas, fontaneros, pintores, etc.) han compartido las mismas prácticas de denostación salarial, dureza de las condiciones laborales y externalización de la formación.
No obstante, el atractivo del empleo sigue siendo bajo entre los jóvenes porque se trata de un “oficio muy duro” y físicamente exigente, con horarios largos y con poca conciliación. Desde la patronal de la construcción se han mostrado muy beligerantes tanto con las medidas de reducción de jornada, como de control horario, lo cual no contribuye a hacer que el sector sea atractivo para los jóvenes.
No se están forrando. Dada la escasez de personal, lo natural es pensar que los profesionales disponibles se están forrando. Sin embargo, esa suposición que tal vez se cumpliría en un escenario de grandes compañías donde se puja por los mejores profesionales, no se da en un tejido industrial formado en un 92,93% por autónomos con pymes sin asalariados o microempresas de entre 1 y 9 empleados.
Tal y como cuenta el electricista e influencer de TikTok Ricardo Abellán (@dombydomotica), el problema de la escasez de talento no es tanto por la formación del personal, como por la incapacidad de las pymes y autónomos de asumir los salarios de sus nuevos empleados. Ante esa incapacidad financiera, los profesionales optan por generar listas de espera cada vez más largas que estaría lastrando el crecimiento del sector.
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Imagen | Unsplash (Emma Houghton)
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El sector de la construcción ha descubierto algo: si quieres albañiles hay que pagarles y darles vacaciones
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
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