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El dato que revive los fantasmas de España y la burbuja inmobiliaria: 8.000 € de deuda media por cada inquilino
En España convertirse en propietario de una vivienda no es tarea sencilla. Ser inquilino tampoco. Tras años encareciéndose casi de forma ininterrumpida, los precios de los alquileres han alcanzado su nivel más alto desde al menos 2006. Y eso, entre otras cosas, ha llevado a que un porcentaje muy significativo de hogares españoles (superior al del resto de la Unión Europea) estén exprimiendo más de lo aconsejable sus carteras para cumplir con sus caseros todos los meses.
Ahora conocemos un dato a mayores: hasta qué punto esa tormenta perfecta, mezcla de unos alquileres disparados, pérdida de poder adquisitivo y hogares sobrecargados de gastos, está elevando los impagos entre los inquilinos. La gran pregunta es… ¿Es la morosidad el canario en la mina de la crisis de vivienda que afronta el país? Aunque la situación es hoy diferente a la de hace 20 años, en la antesala de la crisis inmobiliaria de 2008 fue desde luego una ‘red flag’ clara.
Un dato: 7.957 euros. Los estudios son solo eso: estudios. Con sus sesgos y limitaciones. Hace unos días Observatorio de Alquiler, una plataforma impulsada por Alquiler Seguro y en la que participa la Universidad Rey Juan Carlos, lanzó uno con un enfoque interesante: sus autores analizaron los niveles de morosidad que soportó el mercado del alquiler residencial español a lo largo del año pasado y descubrieron que el nivel de impagos ha crecido de forma sensible.
A modo de resumen dejan botando una cifra: 7.957,6 euros.
¿Y qué significa? Esa es la morosidad media que, según los cálculos de Observatorio del Alquiler, se registró el año pasado entre los arrendamientos urbanos de España: 7.957 euros. El dato es interesante por varias razones. La primera es su cuantía, que equivale a siete meses de rentas. La segunda es que muestra que el problema de los impagos se está agravando en España. Esos casi 8.000 euros suponen una subida del 4,23% con respecto al año anterior.
Curioso sí, sorprendente no. El porcentaje resulta interesante, pero probablemente sorprenda a pocos en el sector. Al fin y al cabo llega en un contexto marcado por el encarecimiento de los alquileres tras años de subidas y la elevada tasa de sobreesfuerzo que lastra los bolsillos de los inquilinos españoles.
«La deuda aumenta de forma continuada año tras año, del mismo modo que lo hacen los precios y el esfuerzo financiero que los arrendadores dedican a pagar el alquiler», añade el informe. Sus autores recuerdan de hecho que el precio medio del alquiler se situó en 1.117 euros el año pasado en España y, de media, los inquilinos dedicaron el 34% de sus ingresos a pagar a sus caseros.
Es más, el incremento del 4,23% en la morosidad entre 2023 y 2024 muestra cierta ralentización en la expansión de la morosidad; pero el observatorio no cree que eso sea una buena señal. Si en 2024 los impagos han crecido a menor ritmo que otros años en España se debe, aclaran sus técnicos, a que sencillamente se han alquilado menos casas. «En cualquier caso, supone una cifra considerable de deuda».
Tres datos para reflexionar. Alquiler Seguro se dedica a la gestión de arrendamientos, con lo que es parte implicada en el mercado; pero hay otros observatorios que ayudan a entender hasta qué punto se les han complicado las cosas a los inquilinos. El primero es la deriva de los alquileres. Idealista calcula que en España, a nivel general, el m2 de la vivienda en alquiler cuesta 13,5 euros, un 11,5% más que un año antes y casi el doble de los 7,2 € que se cobraban en 2014.
Esa evolución tiene poco que ver con la registrada en los salarios. Las tablas del INE muestran que en 2022 el ingreso medio por habitante se situaba en 14.082 euros frente a los 9.098 de 2012. En general y teniendo en cuenta la deriva del IPC, BBVA Research estimaba hace poco que, desde 2020, los españoles hemos sufrido una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 20%. En resumen: vivienda mucho más cara y hogares con menos músculo económico para pagarla.
Los inquilinos, asfixiados. La tercera clave tiene mucho que ver con las dos anteriores y es la «tasa de sobreesfuerzo». Hace unos meses CaixaBank Research la calculó teniendo en cuenta el porcentaje de hogares que se ven obligados a destinar más del 40% de su renta a pagar sus casas, tantos las facturas como las rentas a sus caseros o hipotecas, en función de si viven de alquiler o son propietarios. Le salió que en el caso concreto de los inquilinos ese indicador era del 30,6%.
¿Por qué es importante? Porque está muy por encima de la media de la UE, donde la tasa de sobreesfuerzo entre los inquilinos es del 20,3%, y por supuesto de la de los propietarios de viviendas que abonan hipotecas (4,4%). El dato refleja que es habitual que los inquilinos dediquen a su vivienda más dinero del que deberían teniendo en cuenta su nivel de ingresos. En general, el Banco de España aconseja que ese esfuerzo económico no exceda el 35% del salario. En 2020 un español medio reservaba el 41% de su sueldo bruto para cumplir con sus caseros.
«Una relación estrecha». Esos datos no son baladís. El observatorio aprecia «una relación muy estrecha entre la morosidad media y el esfuerzo financiero» que realizan los inquilinos para pagar sus rentas. «Por lo general, aquellas zonas donde los arrendatarios dedican mayor parte de sus ingresos al alquiler coinciden con las que presentan mayor nivel de endeudamiento», aclaran. Y para muestra, un dato: en las 10 provincias donde los inquilinos dedican más del 35% de sus ganancias al alquiler, la morosidad supera con creces o roza los 6.000 euros de media.
Cuestión de cuánto… y dónde. El estudio de Observatorio del Alquiler deja botando otra idea interesante: la morosidad en el mercado del alquiler aumenta en España, pero no en todas las regiones por igual. Los mayores incrementos se han anotado en la Comunidad Valenciana (7,21%) y las islas Baleares (6,8%) y Canarias (6,79%), mientras que en Extremadura el alza fue sensiblemente menor, del 1,76%.
La foto cambia también considerablemente si nos fijamos en el importe de la deuda media. En Cataluña se sitúa en 10.996 euros, en Baleares en 10.233 y en Madrid en 9.812, tres cifras sensiblemente superiores a la media nacional (7.957) y que superan con creces los datos de Extremadura, La Rioja o Castilla y León, donde ese mismo indicador se movió en una horquilla de entre 3.300 y 4.300 euros. Por provincias, destaca el importe de la mora en Barcelona: 13.419.
¿Y qué significa eso? Los autores del informen extraen una lectura clara. «Por lo general se repite un patrón que persiste a lo largo de los años, y es que algunas de las comunidades con mayor deuda se encuentran en zonas costeras del Levante y las islas», señala el observatorio. «Se trata de las regiones con mayor importancia del turismo, donde los precios del alquiler tienden a ser más altos y la estructura laboral y salarial es más inestable, lo que aumenta las probabilidades de impago».
Si se cierra el foco se comprueba que los territorios en los que más creció la morosidad a lo largo de 2024 fueron Santa Cruz de Tenerife (8,2%), Valencia (7,9%), Huelva (7,6%), Alicante (7,4%), Málaga (6,8%) y Sevilla (6,6%). «Provincias con gran peso del turismo y del sector servicios», añade el dossier antes de recordar que a la presión que ejerce la turistificación se suma la «inestabilidad» laboral.
Echando la vista atrás. No es la primera vez que Alquiler Seguro advierte de la morosidad en el alquiler ni los suyos son los únicos datos que señalan el fenómeno. Sin embargo y más allá de su impacto para los inquilinos y los caseros, la evolución de los impagos es interesante por otra razón: en la antesala de la crisis inmobiliaria de 2008, el aumento de la morosidad fue uno de los canarios en la mina.
La situación es distinto hoy a la de hace dos décadas y entonces el indicador de impagos que crecía de forma exponencial era otro, el de la deuda hipotecaria. Pero el mercado del alquiler y el de la vivienda en propiedad no están aislados, sobre todo si se tiene en cuenta que un número muy significativo de vivienda en alquiler está en mano de pequeños propietarios que la han heredado o invertido en ella.
En septiembre de 2006 el crédito hipotecario gestionado por bancos y cajas rozaba los 846.500 millones de euros, con un incremento interanual del 25,2%.
Imágenes | Jorge Franganillo (Flickr), Álvaro Ibáñez (Flickr) y Losmininos (Flickr)
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La noticia
El dato que revive los fantasmas de España y la burbuja inmobiliaria: 8.000 € de deuda media por cada inquilino
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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En España convertirse en propietario de una vivienda no es tarea sencilla. Ser inquilino tampoco. Tras años encareciéndose casi de forma ininterrumpida, los precios de los alquileres han alcanzado su nivel más alto desde al menos 2006. Y eso, entre otras cosas, ha llevado a que un porcentaje muy significativo de hogares españoles (superior al del resto de la Unión Europea) estén exprimiendo más de lo aconsejable sus carteras para cumplir con sus caseros todos los meses.
Ahora conocemos un dato a mayores: hasta qué punto esa tormenta perfecta, mezcla de unos alquileres disparados, pérdida de poder adquisitivo y hogares sobrecargados de gastos, está elevando los impagos entre los inquilinos. La gran pregunta es… ¿Es la morosidad el canario en la mina de la crisis de vivienda que afronta el país? Aunque la situación es hoy diferente a la de hace 20 años, en la antesala de la crisis inmobiliaria de 2008 fue desde luego una ‘red flag’ clara.
Un dato: 7.957 euros. Los estudios son solo eso: estudios. Con sus sesgos y limitaciones. Hace unos días Observatorio de Alquiler, una plataforma impulsada por Alquiler Seguro y en la que participa la Universidad Rey Juan Carlos, lanzó uno con un enfoque interesante: sus autores analizaron los niveles de morosidad que soportó el mercado del alquiler residencial español a lo largo del año pasado y descubrieron que el nivel de impagos ha crecido de forma sensible.
A modo de resumen dejan botando una cifra: 7.957,6 euros.
¿Y qué significa? Esa es la morosidad media que, según los cálculos de Observatorio del Alquiler, se registró el año pasado entre los arrendamientos urbanos de España: 7.957 euros. El dato es interesante por varias razones. La primera es su cuantía, que equivale a siete meses de rentas. La segunda es que muestra que el problema de los impagos se está agravando en España. Esos casi 8.000 euros suponen una subida del 4,23% con respecto al año anterior.
Curioso sí, sorprendente no. El porcentaje resulta interesante, pero probablemente sorprenda a pocos en el sector. Al fin y al cabo llega en un contexto marcado por el encarecimiento de los alquileres tras años de subidas y la elevada tasa de sobreesfuerzo que lastra los bolsillos de los inquilinos españoles.
«La deuda aumenta de forma continuada año tras año, del mismo modo que lo hacen los precios y el esfuerzo financiero que los arrendadores dedican a pagar el alquiler», añade el informe. Sus autores recuerdan de hecho que el precio medio del alquiler se situó en 1.117 euros el año pasado en España y, de media, los inquilinos dedicaron el 34% de sus ingresos a pagar a sus caseros.
Es más, el incremento del 4,23% en la morosidad entre 2023 y 2024 muestra cierta ralentización en la expansión de la morosidad; pero el observatorio no cree que eso sea una buena señal. Si en 2024 los impagos han crecido a menor ritmo que otros años en España se debe, aclaran sus técnicos, a que sencillamente se han alquilado menos casas. «En cualquier caso, supone una cifra considerable de deuda».
En Xataka
El nuevo objetivo regulatorio de España en materia de vivienda son los extranjeros. Y Barcelona ya tiene una idea
Tres datos para reflexionar. Alquiler Seguro se dedica a la gestión de arrendamientos, con lo que es parte implicada en el mercado; pero hay otros observatorios que ayudan a entender hasta qué punto se les han complicado las cosas a los inquilinos. El primero es la deriva de los alquileres. Idealista calcula que en España, a nivel general, el m2 de la vivienda en alquiler cuesta 13,5 euros, un 11,5% más que un año antes y casi el doble de los 7,2 € que se cobraban en 2014.
Esa evolución tiene poco que ver con la registrada en los salarios. Las tablas del INE muestran que en 2022 el ingreso medio por habitante se situaba en 14.082 euros frente a los 9.098 de 2012. En general y teniendo en cuenta la deriva del IPC, BBVA Research estimaba hace poco que, desde 2020, los españoles hemos sufrido una pérdida de poder adquisitivo de alrededor del 20%. En resumen: vivienda mucho más cara y hogares con menos músculo económico para pagarla.
Los inquilinos, asfixiados. La tercera clave tiene mucho que ver con las dos anteriores y es la «tasa de sobreesfuerzo». Hace unos meses CaixaBank Research la calculó teniendo en cuenta el porcentaje de hogares que se ven obligados a destinar más del 40% de su renta a pagar sus casas, tantos las facturas como las rentas a sus caseros o hipotecas, en función de si viven de alquiler o son propietarios. Le salió que en el caso concreto de los inquilinos ese indicador era del 30,6%.
¿Por qué es importante? Porque está muy por encima de la media de la UE, donde la tasa de sobreesfuerzo entre los inquilinos es del 20,3%, y por supuesto de la de los propietarios de viviendas que abonan hipotecas (4,4%). El dato refleja que es habitual que los inquilinos dediquen a su vivienda más dinero del que deberían teniendo en cuenta su nivel de ingresos. En general, el Banco de España aconseja que ese esfuerzo económico no exceda el 35% del salario. En 2020 un español medio reservaba el 41% de su sueldo bruto para cumplir con sus caseros.
«Una relación estrecha». Esos datos no son baladís. El observatorio aprecia «una relación muy estrecha entre la morosidad media y el esfuerzo financiero» que realizan los inquilinos para pagar sus rentas. «Por lo general, aquellas zonas donde los arrendatarios dedican mayor parte de sus ingresos al alquiler coinciden con las que presentan mayor nivel de endeudamiento», aclaran. Y para muestra, un dato: en las 10 provincias donde los inquilinos dedican más del 35% de sus ganancias al alquiler, la morosidad supera con creces o roza los 6.000 euros de media.
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Tras marcharse de Cataluña por el tope al alquiler, los fondos de inversión tienen un nuevo objetivo: Valencia
Cuestión de cuánto… y dónde. El estudio de Observatorio del Alquiler deja botando otra idea interesante: la morosidad en el mercado del alquiler aumenta en España, pero no en todas las regiones por igual. Los mayores incrementos se han anotado en la Comunidad Valenciana (7,21%) y las islas Baleares (6,8%) y Canarias (6,79%), mientras que en Extremadura el alza fue sensiblemente menor, del 1,76%.
La foto cambia también considerablemente si nos fijamos en el importe de la deuda media. En Cataluña se sitúa en 10.996 euros, en Baleares en 10.233 y en Madrid en 9.812, tres cifras sensiblemente superiores a la media nacional (7.957) y que superan con creces los datos de Extremadura, La Rioja o Castilla y León, donde ese mismo indicador se movió en una horquilla de entre 3.300 y 4.300 euros. Por provincias, destaca el importe de la mora en Barcelona: 13.419.
¿Y qué significa eso? Los autores del informen extraen una lectura clara. «Por lo general se repite un patrón que persiste a lo largo de los años, y es que algunas de las comunidades con mayor deuda se encuentran en zonas costeras del Levante y las islas», señala el observatorio. «Se trata de las regiones con mayor importancia del turismo, donde los precios del alquiler tienden a ser más altos y la estructura laboral y salarial es más inestable, lo que aumenta las probabilidades de impago».
Si se cierra el foco se comprueba que los territorios en los que más creció la morosidad a lo largo de 2024 fueron Santa Cruz de Tenerife (8,2%), Valencia (7,9%), Huelva (7,6%), Alicante (7,4%), Málaga (6,8%) y Sevilla (6,6%). «Provincias con gran peso del turismo y del sector servicios», añade el dossier antes de recordar que a la presión que ejerce la turistificación se suma la «inestabilidad» laboral.
Echando la vista atrás. No es la primera vez que Alquiler Seguro advierte de la morosidad en el alquiler ni los suyos son los únicos datos que señalan el fenómeno. Sin embargo y más allá de su impacto para los inquilinos y los caseros, la evolución de los impagos es interesante por otra razón: en la antesala de la crisis inmobiliaria de 2008, el aumento de la morosidad fue uno de los canarios en la mina.
La situación es distinto hoy a la de hace dos décadas y entonces el indicador de impagos que crecía de forma exponencial era otro, el de la deuda hipotecaria. Pero el mercado del alquiler y el de la vivienda en propiedad no están aislados, sobre todo si se tiene en cuenta que un número muy significativo de vivienda en alquiler está en mano de pequeños propietarios que la han heredado o invertido en ella.
En septiembre de 2006 el crédito hipotecario gestionado por bancos y cajas rozaba los 846.500 millones de euros, con un incremento interanual del 25,2%.
Imágenes | Jorge Franganillo (Flickr), Álvaro Ibáñez (Flickr) y Losmininos (Flickr)
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El dato que revive los fantasmas de España y la burbuja inmobiliaria: 8.000 € de deuda media por cada inquilino
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por
Carlos Prego
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