Max Verstappen llega a Las Vegas con la adrenalina por las nubes. En la ciudad de las apuestas, el neerlandés no puede permitirse medias tintas: sale segundo en la parrilla, justo detrás de Lando Norris, líder del mundial, y sabe que cualquier error podría alejarle definitivamente del título.
Con 49 puntos de desventaja a falta de tres carreras, la presión es máxima, pero según Helmut Marko, asesor de Red Bull Racing, eso no le frena: “No tenemos nada que perder. Iremos al límite y Lando debería jugarlo más seguro”, afirmaba el dirigente a los medios.
El escenario es claro: Norris, con 24 puntos de ventaja sobre Piastri y los mencionados 49 sobre Verstappen, probablemente afrontará la carrera más relajado. Pero esa calma de McLaren F1 puede ser justo la oportunidad que Red Bull estaba esperando.
Con solo 50 metros hasta la primera curva, la salida se presenta crítica, aunque las largas rectas de casi 1,9 kilómetros del circuito de Las Vegas podrían ofrecer a Verstappen su primer asalto para adelantar al británico. La agresividad y precisión del neerlandés podrían marcar la diferencia desde la primera vuelta.
La climatología añade otro factor imprevisible. La clasificación se disputó sobre mojado, pero para la carrera se espera seco y cálido. “Estamos configurados para seco. Podemos ajustar los alerones delanteros, pero por lo demás todo está listo para condiciones secas”, explicaba Marko, dejando entrever que Red Bull confía en tener la velocidad punta suficiente para complicarle la vida a Norris.
La elección de neumáticos también será clave, y nadie ha realizado tandas largas en seco, pues en la FP2 hubo una bandera roja que no lo permitió, por lo que la gestión de gomas y la estrategia prometen ser decisivas.
Con todo, Verstappen encara la carrera en Las Vegas como quien se enfrenta a una ruleta rusa: no solo puede ganar posiciones, sino también mantener viva su lucha por el campeonato. Como Marko indica, Red Bull arriesgará al máximo, mientras que Norris deberá mirar a los espejos desde el primer momento para defender su liderato. En la ciudad que nunca duerme, la Fórmula 1 promete espectáculo… y no hay nada más emocionante que ver a un campeón sin nada que perder.
