Mundo Motor
Nueva Toyota Hilux: ¿Ahora sí se venderá en Estados Unidos?
La presentación de la novena generación de la Toyota Hilux en Tailandia, fechada este 10 de noviembre de 2025, ha vuelto a encender la misma mecha de siempre en Estados Unidos.
Es una pregunta que inunda foros, grupos de Facebook y búsquedas de Google cada vez que la legendaria pickup se renueva: ¿Será esta la buena? ¿Veremos finalmente a la Toyota Hilux en los concesionarios estadounidenses?
Vamos a ser directos y atajar la intención de búsqueda de inmediato: la respuesta corta sigue siendo no. El extenso comunicado de Toyota Motor Corporation fue muy claro sobre su despliegue: Asia, Japón (a mediados de 2026), e incluso Europa y Oceanía (con un modelo FCEV para 2028). Ni una sola mención de Estados Unidos, al menos por el momento.
Esta omisión no es un descuido. Es una decisión de negocios fría, calculada y, francamente, lógica. Y aunque la nueva generación trae consigo una variante 100% eléctrica (BEV), ni siquiera ese as bajo la manga parece suficiente para cambiar el destino de la Hilux en este lado del mundo. El meollo del asunto no es si la Hilux podría venderse aquí, sino por qué Toyota no quiere que compita en el mercado más importante para pickups del planeta.

Toyota Hilux: El elefante en la habitación se llama Tacoma
Para entender la ausencia de la Hilux, primero hay que entender el éxito de la Tacoma. Durante décadas, la Toyota Tacoma ha sido la reina indiscutible del segmento mid-size en Estados Unidos. Es un vehículo diseñado, desarrollado y fabricado pensando específicamente en el consumidor norteamericano.
Mientras que la Toyota Hilux es un caballo de batalla global, priorizando la durabilidad extrema, la capacidad de carga en condiciones adversas y una relativa simplicidad (el famoso monozukuri que mencionó Simon Humphries en la presentación), la Tacoma evolucionó para satisfacer el gusto estadounidense.
Esto significa más confort en carretera, mejor tecnología interior, powertrains (trenes motrices) afinados para las autopistas de aquí y un tamaño que creció para adaptarse a los garajes y estilos de vida locales.
Toyota acaba de invertir una cantidad astronómica de dinero en la completamente nueva Tacoma 2024, montada sobre la plataforma global TNGA-F. Lanzar la Hilux aquí, justo después de esta renovación masiva, sería un acto de canibalismo comercial. Crearía una confusión innecesaria en el cliente, forzando a dos productos hermanos a luchar por el mismo trozo del pastel.

Un legado de indestructibilidad que choca con la lógica
Entonces, ¿por qué la gente la sigue pidiendo? La mística de la Toyota Hilux es poderosa. Está forjada en leyendas, como aquel famoso episodio de Top Gear donde intentaron destruirla sin éxito. Es el vehículo que ves en los noticieros en las zonas más remotas e inhóspitas del mundo, desde el desierto de Atacama hasta el Círculo Polar Ártico.
Esa reputación de «indestructible» genera un deseo enorme en un mercado que valora la rudeza. Muchos puristas ven en la Hilux una autenticidad que la Tacoma, más refinada, supuestamente ha perdido. Quieren ese feeling (sensación) de herramienta global, aunque en la práctica la vayan a usar para ir al supermercado.
Pese a esto, las cifras mandan. La Tacoma vende cientos de miles de unidades anuales porque es el producto correcto para este mercado. La Hilux es el producto correcto para el resto del mundo.
El verdadero muro no es fronterizo, es un impuesto de 1964
Incluso si Toyota quisiera traer la Hilux por pura nostalgia, se enfrenta a una barrera fiscal casi infranqueable: el infame «Chicken Tax» (Impuesto del Pollo). Este arancel, que data de 1964, impone una tarifa del 25% sobre todas las light trucks (camionetas ligeras) importadas a Estados Unidos.
Esta es la razón principal por la que Toyota, Ford, GM y Ram fabrican sus pickups dentro de la zona T-MEC (Norteamérica). La Tacoma se produce en México y, anteriormente, en Texas, precisamente para evitar este impuesto.
La nueva Hilux se produce en Tailandia. Importarla desde allí implicaría sumarle un 25% al precio final, colocándola en una desventaja competitiva absurda frente a su hermana, la Tacoma, y frente a rivales como la Ford Ranger o la Chevrolet Colorado. La única forma de evitarlo sería fabricarla localmente, y volvemos al punto anterior: ¿para qué reconfigurar una planta y canibalizar a la Tacoma?

¿La nueva Toyota Hilux BEV podría ser el caballo de Troya?
Aquí es donde el anuncio de 2025 se pone interesante. Toyota presentó la «Hilux Travo-e», un modelo BEV (Vehículo Eléctrico de Batería) con eAxles (ejes eléctricos) delantero y trasero, tracción 4WD y una batería de 59.2 kWh. ¿Podría ser esta la estrategia? ¿Introducir la Hilux no como una competidora de la Tacoma a gasolina, sino como una pickup eléctrica de nicho?
Parece poco probable, al menos con las especificaciones presentadas. La batería de 59.2 kWh ofrece una autonomía estimada de «300 km o más» bajo el ciclo NEDC. Esta cifra, que ya es optimista, se traduciría en una autonomía EPA (la que se usa en EE.UU.) probablemente muy por debajo de las 200 millas.
En un país obsesionado con la ansiedad de rango (range anxiety), una pickup con menos de 200 millas de autonomía tendría dificultades para competir. Toyota sabe que, para el mercado estadounidense, necesitará una plataforma de camioneta eléctrica mucho más robusta, y tiene más sentido desarrollarla sobre la arquitectura TNGA-F de la Tacoma que importar la plataforma BEV de la Hilux tailandesa.

Toyota Hilux: El veredicto
El enfoque «multi-pathway» (multifacético) de Toyota hacia la neutralidad de carbono es fascinante. Ver que desarrollan diésel, BEV y FCEV (Célula de Combustible) para la misma plataforma Hilux demuestra la seriedad de su estrategia global.
Aun así, esa estrategia global tiene un capítulo muy específico para Norteamérica, y ese capítulo se llama Tacoma. La novena generación de la Toyota Hilux se ve formidable, y la versión «Overland» con el motor 2.8L GD SUPER POWER seguro que será un éxito rotundo en Asia y Australia.
Para los soñadores en Estados Unidos, la realidad es que la Hilux seguirá siendo ese amor platónico, ese objeto de deseo que solo se puede admirar desde lejos o importar con 25 años de antigüedad. Si se quiere una Toyota Hilux nueva en Estados Unidos, la opción real y tangible se llama Toyota Tacoma.
La presentación de la novena generación de la Toyota Hilux en Tailandia, fechada este 10 de noviembre de 2025, ha vuelto a encender la misma mecha de siempre en Estados Unidos. Es una pregunta que inunda foros, grupos de Facebook y búsquedas de Google cada vez que la legendaria pickup se renueva: ¿Será esta la Curiosidades, Camionetas, Pickups
