Pecco Bagnaia ha vuelto a tener un día de altibajos este viernes, en el comienzo del Gran Premio de Australia de MotoGP, aunque la situación no parece tan grave como hace dos semanas, en Indonesia, comenzando por el hecho de que ha logrado evitar caer a la Q1 para colarse directamente, aunque por los pelos, en la fase decisiva de la cronometrada de mañana. Un día, el sábado, en el que además el italiano quiere correr la carrera larga, adelantándola desde el domingo como ya pasara en la temporada 2023, por los fuertes vientos que ya desde hoy soplan en el circuito de Phillip Island.
Tanto en los Libres 1 de la mañana como en la Práctica de la tarde, el tricampeón del mundo comenzó ambos entrenamientos con malas sensaciones, incluso haciendo casos de negar con la cabeza, preso de una Ducati que una vez más no le daba confianza en el tren delantero y augurando un fin de semana desastroso como el que ya vivió en Mandalika.
Sin embargo, el transalpino le puso algo de remedio al encontrarse algo mejor con la segunda de sus motos, pudiendo mejorar con ella hasta ser séptimo por la mañana, con un crono de 1:28.556 (a dos décimas de Jack Miller) y noveno por la tarde, colándose en el Top 10 en los instantes finales con un 1:27.132, a 6 décimas del descomunal récord de Marco Bezzecchi con la Aprilia (1:26.492).
Tal y como confirmó Davide Tardozzi, la razón de esta disparidad fue que Bagnaia llevaba dos configuraciones muy distintas en sus dos Desmosedici GP25 disponibles. El propio corredor turinés se encargó de confirmar ante los medios, entre los que estaba Motorsport.com, su diferencia de sensaciones en cuanto dio por terminada la jornada.
“Ha sido un dia bastante difícil de entender. Por suerte, una moto de las dos, funciona. Una tiene el mismo problema que en Indonesia, y con la otra no me siento tan bien como en Japón, sino como antes“, comenzó diciendo el #63.

Francesco Bagnaia, Ducati
Foto de: Robert Cianflone / Getty Images
“Teóricamente las dos motos son idénticas, y el equipo está trabajando para entender y afinar el problema. Puede que hayamos entendido algo más. Por suerte nos metimos en la Q2″, continuó, detallando que ambas unidades son, a priori, iguales.
Pero más que por lo ocurrido este viernes, Bagnaia estaba preocupado por el desempeño del resto del fin de semana. Y es que el viento, que siempre suele ser un problema en la mítica pista australiana, sopló con fuerza en una jornada que contaba con las previsiones más halagüeñas. De esta manera, el de Ducati dejó claro que llevará a la Safety Comission la posibilidad de adelantar la carrera larga del domingo al sábado, como ya pasó en 2023, año en el que la sprint finalmente fue cancelada por esta misma cuestión.
“Veremos si adelantamos la carrera al sábado, porque el viento hoy ya estuvo al límite, y eso que, teóricamente, será el día en el que menos íbamos a tener“, remachó Bagnaia, a la espera de tener una decisión de la Comisión de Seguridad del campeonato.