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Salud y Bienestar

La salud empieza por los pies, advierte especialista

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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Los pies, aunque muchas veces olvidados, pueden reflejar el estado general de la salud. Su apariencia, sensibilidad o cambios en la piel y uñas pueden revelar desequilibrios que, de no detectarse a tiempo, afecten el bienestar integral de la persona.

Así lo explica la Dra. Christina Schilero, especialista en Podología de Cleveland Clinic, entrevistada con motivo del Día Internacional de la Podología, celebrado cada 8 de octubre. Según la experta, los pies no solo sostienen el peso del cuerpo y permiten la movilidad; también funcionan como una “ventana de alerta” para detectar problemas circulatorios, metabólicos, neurológicos e infecciosos.

Algunas molestias o cambios visibles pueden ser indicativos de condiciones médicas más serias. Pies fríos o calientes, hormigueo o entumecimiento pueden señalar enfermedad arterial periférica o neuropatía diabética. Dedos hinchados o enrojecidos pueden relacionarse con gota o artritis, mientras que uñas engrosadas o amarillentas, verrugas plantares o pie de atleta suelen ser señales de infecciones dermatológicas. Las alteraciones estructurales, como juanetes, dedos en martillo, uñas encarnadas o pies planos, también requieren atención, y las heridas o úlceras, especialmente en personas con diabetes, pueden evolucionar a complicaciones graves si no se tratan oportunamente.

La especialista advierte que es común minimizar el dolor en los pies o atribuirlo únicamente al calzado o al cansancio, pero estas molestias pueden originarse en lesiones como esguinces o fracturas, inflamaciones crónicas como fascitis plantar o tendinitis de Aquiles, deformidades estructurales o enfermedades sistémicas como la diabetes y patologías reumáticas. Algunos cambios, como los juanetes, suelen percibirse como un tema estético, pero en algunos casos provocan dolor crónico, limitan la movilidad y predisponen a otras deformidades. El tratamiento puede variar desde medidas conservadoras, como plantillas y acolchados, hasta procedimientos quirúrgicos en casos más graves.

Es recomendable acudir al podólogo cuando el dolor persiste y dificulta caminar, cuando hay enrojecimiento, calor, hinchazón, cambios en el color de la piel o uñas, aparición de bultos o llagas, así como entumecimiento u hormigueo. En pacientes diabéticos, cualquier herida que no cicatrice requiere atención inmediata. “Síntomas que parecen menores pueden ser el inicio de condiciones graves. Una evaluación temprana marca la diferencia en la calidad de vida del paciente”, enfatiza la Dra. Schilero.

Para evaluar la salud de los pies, los especialistas de Cleveland Clinic utilizan diversas herramientas. Realizan un examen físico completo, analizan la marcha y la postura, y pueden recurrir a estudios de imagen como radiografías, ultrasonidos o resonancias magnéticas. También se apoyan en análisis de laboratorio, incluyendo cultivos o raspados de piel y uñas, y en evaluaciones neurológicas, como pruebas de sensibilidad y vibración, particularmente útiles en casos de neuropatía diabética.

Atender a las señales que envían los pies no solo ayuda a mantener la movilidad y el confort, sino que puede ser clave para detectar problemas de salud antes de que se conviertan en condiciones graves.

RZG/

 

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