Salud y Bienestar
¿Por qué los adolescentes son más propensos a tomar decisiones riesgosas?

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Un estudio internacional publicado en la revista Nature reveló que los adolescentes tienden a dejarse influir más por las decisiones de los demás cuando enfrentan situaciones riesgosas y sienten inseguridad sobre cuál es la mejor opción.
La investigación, liderada por los científicos Simon Ciranka y Wouter van den Bos, analizó el comportamiento de más de un centenar de jóvenes y adultos de entre 10 y 26 años. El experimento consistió en elegir repetidamente entre dos opciones: una segura y otra arriesgada, mientras los participantes recibían —en algunos casos— información sobre lo que otros habían elegido previamente.
Los resultados mostraron que los adolescentes y adultos jóvenes asumieron más riesgos que las personas mayores, especialmente cuando existía un alto nivel de incertidumbre. Además, se comprobó que la influencia social fue más fuerte en los participantes más jóvenes, sobre todo cuando las sugerencias de otros favorecían la elección de una opción segura.
Según los investigadores, este comportamiento está relacionado con dos factores clave: la incertidumbre interna —que refleja las dudas personales sobre una decisión— y la sensibilidad social, o la tendencia a dejarse influir por el entorno.
A medida que las personas crecen y adquieren experiencia, esa incertidumbre disminuye, lo que reduce también la influencia que ejercen los demás en sus decisiones.
El estudio evidenció que la edad incrementa la confianza en el propio juicio, y con ello, la independencia al momento de decidir. Mientras que los adolescentes suelen seguir el ejemplo de otros cuando dudan, los adultos tienden a confiar más en su criterio, incluso cuando reciben recomendaciones contrarias.
Contrario a la creencia popular de que la adolescencia es una etapa impulsiva o especialmente sensible a las recompensas sociales, el estudio plantea que el factor determinante no es la búsqueda de riesgo, sino el nivel de duda interna que acompaña las decisiones.
Los investigadores concluyen que, para reducir la excesiva influencia social en los jóvenes, es más efectivo fortalecer la confianza y el aprendizaje personal que intentar reprimir la toma de riesgos. Fomentar experiencias guiadas, retroalimentación y autoconocimiento ayudaría a los adolescentes a desarrollar mayor seguridad en sus juicios y a tomar decisiones más autónomas.