En una reciente publicación en redes sociales, los Cowboys mostraron su reacción a las canciones de Bad Bunny.
El quarterback Dak Prescott no ocultó su entusiasmo y hasta se animó a intentar bailar salsa, sonriendo y compartiendo el momento con sus compañeros de vestidor.
Esta publicación tiene lugar debido a que recientemente se ha publicado que el cantautor puertorriqueño será el encargado del show de medio tiempo en el Super Bowl 60.
La relación entre el deporte y la música siempre genera momentos únicos, y ahora los Cowboys se sumaron al furor mundial por el puertorriqueño, considerado el artista latino más influyente del momento.
En el video compartido en redes sociales, los Cowboys aparecen en un ambiente relajado tras un entrenamiento, escuchando temas de Bad Bunny. Entre bromas, risas y gestos de sorpresa, quedó claro que incluso los jugadores que no estaban tan familiarizados con las canciones de Bad Bunny quedaron enganchados con su ritmo.
Dak Prescott, mariscal de campo estrella de Dallas, reaccionó con una sonrisa y comentó que la música de Bad Bunny “trae buena vibra”.
Quien no comparte el entusiasmo por la música de Bad Bunny es Jerry Jones, presidente de los Dallas Cowboys pues recientemente diversos medios señalaban que Jones habría pedido a la NFL que Bad Bunny no se presentará en el show de medio tiempo del Super Bowl 2026.
El anuncio de que Bad Bunny será el encargado del show del Super Bowl 2025 generó un verdadero terremoto mediático. La NFL confirmó que el cantante puertorriqueño llevará su estilo urbano al escenario más visto del planeta, donde millones de espectadores esperan un espectáculo cargado de reguetón, trap latino y colaboraciones sorpresa.
No es casualidad que el “Conejo Malo” haya sido elegido, pues su influencia global lo coloca como uno de los artistas más escuchados en Spotify en los últimos años y una figura que conecta con audiencias jóvenes y multiculturales, algo clave para la NFL en su estrategia internacional.
Mientras tanto, los jugadores de los Cowboys disfrutan de la música de Bad Bunny, demostrando que en la NFL también hay espacio para el reguetón y otros ritmos de la música latina, en uno de los momentos en los que más presente está en la cultura estadounidense.