Ciencia y Tecnología
Cuando Disney canceló a Kimmel por unos comentarios sobre Trump, la mayor víctima fue otra: su servicio de streaming

La semana pasada fue frenética para Jimmy Kimmel: en apenas unos días, un chiste sobre el asesinato de Charlie Kirk provocó su despido, generó protestas en todo el país y volvió al programa. Y, aparentemente sin relación, Disney subía los precios de su plataforma de streaming. Todo estaba conectado en un proceso que puede haberle costado a la compañía más de lo que ella misma esperaba.
Qué pasó. Aunque la realidad se bifurcó en múltiples vías, resumiendo, el presentador de late night Jimmy Kimmel fue suspendido el 17 de septiembre por Disney tras unos chistes sobre el asesinato de Charlie Kirk en los que acusaba al gobierno de instrumentalizar su muerte. El despido generó críticas inmediatas por supuesta censura política bajo presión de la administración Trump y la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. Tras la suspensión estaban las presiones de esta última a compañías que estaban esperando la concesión de permisos para fusiones. Kimmel volvió el 23 de septiembre, después de que acentuaran las protestas que acusaban al gobierno de presionar a entidades privadas contra enemigos políticos.
Cuánto le costó a Disney. Los anuncios públicos de boicot por parte de estrellas e influencers hicieron caer en bolsa a Disney, con un coste de unos 5.000 millones de dólares en valor bursátil. Las bajas se estimaban en torno a un millón, pero la periodista Marisa Kabas ha obtenido información más precisa, de la que se han hecho eco medios como Discussing Film o Engadget: llegaron a ser 1,7 millones de suscriptores quienes cancelaron su servicio entre el 17 y el 23 de septiembre, un 436% por encima de la tasa de cancelaciones habitual. Pero la cosa tenía que empeorar, porque Disney estaba a punto de hacer un anuncio inesperado.
Una subida. La propia Kabas también se adelantó el lunes por la noche al anuncio oficial: Disney estaba a punto de anunciar un aumento de los precios de sus servicios de streaming, y posibleme, eso pudo haber acelerado la decisión de ABC (propiedad de Disney) de devolver el programa a Kimmel. Son subidas de entre dos y tres dólares para los distintos paquetes de Disney+ y Hulu, y obviamente, se planificó mucho antes de la muerte de Charlie Kirk: la avalancha de cancelaciones debido al problema con Kimmel fue solo un añadido a las que ya prevería la compañía al anunciar las subidas. Demasiado para una sola empresa, que se ha apresurado en devolver a su puesto al presentador como medida de urgencia. La pregunta es… ¿por qué no retrasaron el anuncio de las subidas?
Tirar para adelante. Se habla de varios posibles motivos para, pese a la crisis de imagen, seguir adelante con los anuncios, la mayoría inherentes a la categoría de Disney como gran corporación sin apenas cintura para reaccionar con rapidez a estos fenómenos virales. Por una parte, está que Disney tradicionalmente anuncia este tipo de incrementos en octubre, con el inicio de su nuevo año fiscal. Este calendario lleva años respetándose, es una programación rígida que no se ajusta por crisis de imagen. Por otra parte, posiblemente se avisó a clientes y partes interesadas, sin contemplar aplazamientos.
Finalmente, está lo más importante: es un riesgo calculado, y Disney necesita el dinero. Pese a las cancelaciones, la empresa decidió mantener el aumento con la esperanza de estabilizar ingresos. Además, así evitaba fijar un precedente peligroso, el de ceder a presiones externas.
Disney, annus horribilis. No está siendo un buen año para las finanzas de Disney. Kimmel es solo el último desastre (y queda por delante todo el otoño) de un 2025 que arrancó con un par de fracasos cinematograficos potentes: ‘Capitán América: Brave New World’, con rendimiento inferior a lo esperado, y ‘Blancanieves‘, un pinchazo crítico y de taquilla que incluso ha llevado a replantear el futuro de algunos remakes de clásicos en imagen real. Tampoco ‘Thunderbolts‘ ha rendido lo esperado. Y Pixar y Star Wars, las otras franquicias potentes de la casa, pasan por un bache de popularidad.
Por supuesto, no todo han sido desastres: ‘Lilo & Stitch‘ ha sido una de las bombas de taquilla del año y se espera un buen 2026, con las nuevas entregas de ‘Avatar‘ (que llega en diciembre de este año) y ‘Vengadores‘ (ya para diciembre del que viene).
Cabecera | Anthony Quintano
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La noticia
Cuando Disney canceló a Kimmel por unos comentarios sobre Trump, la mayor víctima fue otra: su servicio de streaming
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
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La semana pasada fue frenética para Jimmy Kimmel: en apenas unos días, un chiste sobre el asesinato de Charlie Kirk provocó su despido, generó protestas en todo el país y volvió al programa. Y, aparentemente sin relación, Disney subía los precios de su plataforma de streaming. Todo estaba conectado en un proceso que puede haberle costado a la compañía más de lo que ella misma esperaba.
Qué pasó. Aunque la realidad se bifurcó en múltiples vías, resumiendo, el presentador de late night Jimmy Kimmel fue suspendido el 17 de septiembre por Disney tras unos chistes sobre el asesinato de Charlie Kirk en los que acusaba al gobierno de instrumentalizar su muerte. El despido generó críticas inmediatas por supuesta censura política bajo presión de la administración Trump y la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. Tras la suspensión estaban las presiones de esta última a compañías que estaban esperando la concesión de permisos para fusiones. Kimmel volvió el 23 de septiembre, después de que acentuaran las protestas que acusaban al gobierno de presionar a entidades privadas contra enemigos políticos.
Cuánto le costó a Disney. Los anuncios públicos de boicot por parte de estrellas e influencers hicieron caer en bolsa a Disney, con un coste de unos 5.000 millones de dólares en valor bursátil. Las bajas se estimaban en torno a un millón, pero la periodista Marisa Kabas ha obtenido información más precisa, de la que se han hecho eco medios como Discussing Film o Engadget: llegaron a ser 1,7 millones de suscriptores quienes cancelaron su servicio entre el 17 y el 23 de septiembre, un 436% por encima de la tasa de cancelaciones habitual. Pero la cosa tenía que empeorar, porque Disney estaba a punto de hacer un anuncio inesperado.
En Xataka
Ni de izquierdas ni de derechas: el asesino de Charlie Kirk lo hizo motivado por una subcultura laberíntica de memes
Una subida. La propia Kabas también se adelantó el lunes por la noche al anuncio oficial: Disney estaba a punto de anunciar un aumento de los precios de sus servicios de streaming, y posibleme, eso pudo haber acelerado la decisión de ABC (propiedad de Disney) de devolver el programa a Kimmel. Son subidas de entre dos y tres dólares para los distintos paquetes de Disney+ y Hulu, y obviamente, se planificó mucho antes de la muerte de Charlie Kirk: la avalancha de cancelaciones debido al problema con Kimmel fue solo un añadido a las que ya prevería la compañía al anunciar las subidas. Demasiado para una sola empresa, que se ha apresurado en devolver a su puesto al presentador como medida de urgencia. La pregunta es… ¿por qué no retrasaron el anuncio de las subidas?
Tirar para adelante. Se habla de varios posibles motivos para, pese a la crisis de imagen, seguir adelante con los anuncios, la mayoría inherentes a la categoría de Disney como gran corporación sin apenas cintura para reaccionar con rapidez a estos fenómenos virales. Por una parte, está que Disney tradicionalmente anuncia este tipo de incrementos en octubre, con el inicio de su nuevo año fiscal. Este calendario lleva años respetándose, es una programación rígida que no se ajusta por crisis de imagen. Por otra parte, posiblemente se avisó a clientes y partes interesadas, sin contemplar aplazamientos.
Finalmente, está lo más importante: es un riesgo calculado, y Disney necesita el dinero. Pese a las cancelaciones, la empresa decidió mantener el aumento con la esperanza de estabilizar ingresos. Además, así evitaba fijar un precedente peligroso, el de ceder a presiones externas.Disney, annus horribilis. No está siendo un buen año para las finanzas de Disney. Kimmel es solo el último desastre (y queda por delante todo el otoño) de un 2025 que arrancó con un par de fracasos cinematograficos potentes: ‘Capitán América: Brave New World’, con rendimiento inferior a lo esperado, y ‘Blancanieves’, un pinchazo crítico y de taquilla que incluso ha llevado a replantear el futuro de algunos remakes de clásicos en imagen real. Tampoco ‘Thunderbolts’ ha rendido lo esperado. Y Pixar y Star Wars, las otras franquicias potentes de la casa, pasan por un bache de popularidad.Por supuesto, no todo han sido desastres: ‘Lilo & Stitch’ ha sido una de las bombas de taquilla del año y se espera un buen 2026, con las nuevas entregas de ‘Avatar’ (que llega en diciembre de este año) y ‘Vengadores’ (ya para diciembre del que viene). Cabecera | Anthony QuintanoEn Xataka | La economía del streaming está completamente rota y las cosas solo van a empeorar dentro de los próximos años
– La noticia
Cuando Disney canceló a Kimmel por unos comentarios sobre Trump, la mayor víctima fue otra: su servicio de streaming
fue publicada originalmente en
Xataka
por
John Tones
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