La victoria de Terence Crawford sobre Saúl “Canelo” Álvarez en el Allegiant Stadium de Las Vegas no solo le otorgó los títulos de peso supermediano, sino que también lo convirtió en el primer boxeador en ser campeón indiscutido en tres divisiones distintas bajo la era de los cuatro cinturones.
Pero más allá de los logros deportivos, Crawford dejó una frase que resonará por años: “Esto quedará grabado en los libros de historia”.
Crawford subió dos divisiones para enfrentar a Canelo, pasando de las 154 a las 168 libras, en una transformación física que sorprendió a expertos y fanáticos. Su estrategia basada en movilidad, precisión y defensa sólida le permitió dominar los doce asaltos y neutralizar los ataques del mexicano.
Uno de los momentos más impactantes ocurrió en el último asalto, cuando Crawford conectó un golpe de izquierda que giró a Canelo casi 180 grados. Esa acción dejó al mexicano desconcertado y selló la superioridad técnica del estadounidense.
En la conferencia de prensa posterior, Crawford expresó: “La gente dudó de mí, dijeron que no podía vender, que no tenía personalidad. Me descartaron durante años, pero todo quedó demostrado esta noche”. También añadió: “Estoy bendecido por Dios. La gente no me dio crédito ni creyó en mí. Pero estarán decepcionados y llorarán esta noche”.
Por su parte, Canelo Álvarez reconoció la magnitud del logro de Crawford y declaró: “Una derrota no me define; tengo un gran legado. Mi respeto para Crawford”. Incluso llegó a decir que el estadounidense es “mucho mejor que Floyd Mayweather”, elevando la discusión hacia una comparación histórica entre los grandes campeones.
La victoria de Terence Crawford sobre Canelo Álvarez no solo cambió el panorama del boxeo mundial, sino que también consolidó al estadounidense como una leyenda viva del deporte. Su predicción parece cumplirse desde ya: esta pelea será recordada como uno de los combates más importantes de la era moderna.
