Connect with us

Ciencia y Tecnología

Pensaba que la fotografía móvil no volvería a sorprenderme. Entonces probé el vivo X200 Ultra con teleobjetivo externo en China

Published

on

Pensaba que la fotografía móvil no volvería a sorprenderme. Entonces probé el vivo X200 Ultra con teleobjetivo externo en China

Cuando viajo por placer suelo llevar conmigo mi “vieja” Olympus OMD M5 Mark II. Una cámara ligera, compacta y con la versatilidad suficiente para no sentir que cargo con medio estudio fotográfico en la mochila. Para trabajar, en cambio, mi compañera habitual es una Sony A6400, un poco menos compacta, pero más versátil para trabajos que requieren buena calidad de foto y vídeo.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de viajar a Shenzhen, Dongguan y Hong Kong, invitado por vivo para conocer su cuartel general y, ya puestos, asistir a la presentación mundial de las Vision Discovery Edition. A la hora de preparar el equipaje me propuse un reto personal: dejar mi equipo fotográfico en casa y confiar todo mi viaje y la cobertura del evento a un único dispositivo, el vivo X200 Ultra que la marca me había cedido con motivo del viaje. Fue una decisión arriesgada. A toro pasado, también creo que fue la mejor que podía haber tomado.

Además, el móvil venía acompañado de su kit fotográfico: un “objetivo” telefoto externo, una empuñadura con batería integrada y una carcasa que permite acoplar una lente desmontable y ampliar la focal del telefoto hasta los 200 mm. Lo que no incluye el kit es una advertencia de que, cuando saques tu móvil para hacer una foto, vas a convertirte en el centro de todas las miradas. Incluso en China.

Un móvil que se comporta como un sistema fotográfico completo

Si algo he aprendido en los años que llevo probando todo tipo de móviles es que siempre hay un “punto débil” en el apartado fotográfico. Los grandes angulares que pierden consistencia, esos telefotos que apenas aguantan con solvencia unos pocos pasos de zoom real o el ese exceso de procesado que arruina las texturas o la naturalidad de las fotos.

La primera sorpresa: con el X200 Ultra no me encontré con ninguno de esos compromisos en sus cámaras, al menos no de una forma tan descarada como en otros modelos.

Vivo X200 Ultra

Su propuesta fotográfica se sostiene sobre tres pilares:

  • Hardware solvente: un sistema de cámaras con sensores de gran tamaño y focales muy bien escogidas y afinadas (sensor principal de 1 pulgada, teleobjetivos de 35 mm y 85 mm, y un ultra gran angular de alto nivel).
  • Precisión óptica y color: la colaboración con Zeiss se nota en las lentes T* que vivo viene montando en sus últimos lanzamientos de la serie X, así como en la fidelidad de los colores.
  • Procesado con IA: aquí encontramos una de las grandes sorpresas. El X200 Ultra ha afinado todavía más sus algoritmos de edición y aplica un procesado que mantiene la naturalidad de la imagen, con desenfoques muy orgánicos y un tratamiento del color que hace que la edición fotográfica sea una opción y no una necesidad. Para los más sibaritas, el modo SuperRAW permite cocinarse uno mismo la edición y recuperar mucha más información en sombras y altas luces, dejando un margen de maniobra más amplio.

SuperRAW

Muestra con SuperRAW

Hong Kong: contrastes y fotografía callejera

Img 20250822 185451

Hong Kong es una ciudad caótica, callejera y llena de contrastes, por lo que uno de los escenarios en los que pude poner a prueba al X200 Ultra es en la fotografía callejera. Esta disciplina exige discreción, rapidez y precisión (y un poco de suerte). La ciudad y sus habitantes no se detienen, por lo que no hay tiempo de preparar encuadres complejos ni margen para intimidar al entorno con una cámara voluminosa.

Con el X200 Ultra en el bolsillo la dinámica era simple: sacar el móvil del bolsillo y, con el mismo gesto, hacer doble clic sobre el botón de volumen para abrir la cámara, dar un toque en la pantalla para elegir qué focal usar y disparar casi sin tiempo para detenerte a encuadrar. Es mejor tener una foto ligeramente torcida que no tener ninguna.

Ese gesto tan sencillo me permitió fotografiar “al vuelo” escenas cotidianas en los mercados y calles de Hong Kong, captando la esencia del momento sin que la presencia de la cámara con objetivo, por compacta que fuera, rompiera la espontaneidad del momento. Llevar un móvil en lugar de una cámara en ese escenario supone una ventaja.

Lo cierto es que fui el primer sorprendido de que muchas de las fotos que tiré casi sin mirar la pantalla salieran con la precisión en el enfoque y la naturalidad con las que se hicieron. Honestamente creo que, en las mismas circunstancias de “fugacidad” para tirar la foto, no habría conseguido esos resultados con ninguna de mis cámaras.

Img 20250823 175705

En este contexto, contar con una focal de 35 mm atípica en una cámara principal (acostumbran a ser de 24 mm) y otra telefoto de 85 mm fue una ventaja. En el caso de la cámara principal, los 35 mm aportan una percepción más cercana a lo que ves con tus ojos.

Por otro lado, el 85 mm permite aislar de forma más natural a los sujetos del fondo cuando se usa en retratos.

A nivel de calidad fotográfica, las focales nativas de estas cámaras (35 mm y 85 mm) son las que mejor rendimiento ofrecen y sospecho que aquí los sensores de 50 Mpx de Sony y el de 200 Mpx de Samsung que montan estas cámaras tienen mucho que ver.

El nivel de contraste, el rango dinámico y la nitidez dieron como resultado retratos y escenas urbanas llenas de detalle y, lo que es más importante, manteniendo texturas en las pieles. En resumen, imágenes a la altura de cualquier cámara de objetivos intercambiables.

El X200 Ultra mantiene el tipo cuando se fuerza un paso el zoom digital (50 mm y 135 mm respectivamente) en cada una de ellas, pero en esos casos y buscando mucho el detalle, comienzan a apreciarse las correcciones en el procesado y las pieles pierden ligeramente su textura o comienza a aparecer una cierta pérdida en el enfoque de determinadas zonas que deberían estar perfectamente enfocadas. A medida que nos vamos alejando de esa focal nativa con el zoom digital, esos pequeños defectos se van haciendo más evidentes.

Img 20250823 175610

No me malinterpretes, estamos sin duda ante la que con toda probabilidad es una de las mejores cámaras en un móvil de 2025, y estos detalles pasarán inadvertidos para el 90% de los usuarios. Pero mi reto era conseguir los mismos resultados que con una cámara de objetivos intercambiables.

En ese sentido, si por ejemplo hubiera usado el Tamrom 17-70 mm f/2.8 que habitualmente monto en mi Sony A6400, habría conseguido una focal óptica en todo el rango con la calidad de imagen que eso implica. Algo que, por muy bueno que sea el procesado con IA del vivo, nunca se podrá conseguir de forma digital. Pese a ello, y en este escenario en el que los rangos focales de 35 y 85 mm son los más indicados, poder reducir mi equipo fotográfico hasta llevarlo en un bolsillo, en lugar de tener que cargar con 700 gramos al cuello, valió la pena.

Llegados a este punto, debo hacer una mención especial a la empuñadura que incluye el kit fotográfico que, además, contribuye a incrementar la autonomía del móvil, ya que también actúa como una powerbank de 1.500 mAh. Además, proporciona el agarre necesario y la posición de la mano que faltaba para sentir que lo que tenía entre manos estaba más cerca de una cámara que de un móvil gracias a los botones y al control de zoom y exposición que proporcionan los mandos adicionales que incluye.

Vivo X200 Ultra

vivo X200 Ultra con el kit fotográfico instalado: Teleobjetivo, empuñadura, correa y carcasa de montaje

La gran sorpresa: un gran angular que no flaquea

Img 20250821 194719

La cámara gran angular es todo un dolor de cabeza para los fabricantes. Sin embargo, no he sentido que el gran angular del X200 Ultra sea “una cámara secundaria” que uno suele evitar. El sensor Sony de 50 Mpx ofrece un rendimiento a nivel de las cámaras principales, ofreciendo una colorimetría coherente con la del resto de cámaras. Esto hace que el cambio de cámaras solo se aprecie en la focal, pero no en el tratamiento del color, por lo que da la sensación de estar cambiando de objetivo en una cámara sin espejo.

Lo más sorprendente fue comprobar cómo mantiene a raya la distorsión geométrica, un problema habitual en este tipo de lentes, así como que se mantenía el enfoque incluso en los extremos de la imagen. Sin embargo, tal y como sucede con el resto de cámaras, el punto dulce del gran angular está en su focal nativa. Adentrarse en zoom digitales (24 mm, por ejemplo), implica comprometer progresivamente esa precisión en el enfoque.

En este sentido, contar con una focal de 14 mm, en ciudades como Shenzhen o Hong Kong, repletas de enormes rascacielos y rodeada por un frondoso bosque subtropical se traduce en poder fotografiar grandes edificios y paisajes naturales sin esquinas blandas que distorsionen los espectaculares skylines de esas ciudades.

El kit fotográfico opcional del X200 Ultra también incluye un accesorio muy interesante: un anillo portafiltros que permite instalar en el móvil filtros polarizadores para mejorar el filtrado de la luz al hacer fotos de paisajes o reduciendo la velocidad de obturación sin que las fotos queden quemadas por un exceso de exposición.

Este anillo se instala en la misma carcasa que la bayoneta del teleobjetivo y, mediante una rosca que tiene en la parte externa, pueden instalarse filtros polarizadores de 67 mm tal y como se hace en los objetivos de las cámaras profesionales.

vivo X200 Ultra con filtro polarizador

vivo X200 Ultra con un filtro polarizador instalado

Un teleobjetivo a un móvil pegado

La prueba de fuego llegó durante la presentación de las gafas de realidad mixta de vivo. El evento se celebró en un estadio cercano al cuartel general de la marca, con la prensa situada a más de un centenar de metros del escenario. En condiciones normales, esto habría supuesto un problema: cualquier móvil habría quedado limitado a fotos testimoniales, demasiado lejanas y sin detalle suficiente para una cobertura en condiciones.

Zoom

Img 20250821 154538

La cámara telefoto integrada de 85 mm nos deja esta perspectiva

En ese escenario, lo ideal era contar con un teleobjetivo de gran alcance, como el 14-150 mm f/4-5.6 que llevo con mi cámara Olympus. Al ser micro 4/3, esa focal se convierte en equivalente a 28-300 mm en formato completo, pero con un formato de bolsillo. Sin embargo, cabe recordar que ese equipo se había quedado en casa.

Aquí entró en juego no solo el telefoto nativo del X200 Ultra, sino también el kit fotográfico y su objetivo extraíble que se acopla al móvil mediante una funda con bayoneta. No es discreto —es voluminoso y debes asumir que vas a convertirte en el centro de las miradas cuando está montado en el móvil—, pero convierte al móvil en una cámara con focal equivalente a 200 mm, ampliable con resultados aceptables más allá de las focales de 400 mm con la ayuda del zoom digital.

Img 20250821 194227

El resultado fueron imágenes con muy buena nitidez y sin esas acuarelas artificiales que acostumbran a aparecer al forzar los aumentos.

El procesado de las fotos mantiene la textura y el color de forma muy convincente, hasta el punto de que muchas de las fotos realizadas desde la grada transmitían la misma sensación que podría dar un teleobjetivo tradicional en una cámara APS-C.

Obviamente, al montar este objetivo externo también se amplía el rango del zoom digital del móvil llegando hasta más allá de los 2.400 mm, aunque las fotos obtenidas con este rango son más testimoniales que usables por el intenso procesado que requieren.

Cabe destacar que una de las cosas que me decepcionó de este kit es que el objetivo es fijo pese a su tamaño. Es decir, actúa como una lupa que complementa la lente telefoto integrada en el X200 Ultra para incrementar su zoom óptico a 2,35x hasta los 200 mm, pero no permite ampliar ese rango óptico porque sus lentes internas son fijas.

Este accesorio también tiene su parte negativa. Al instalarlo en su bayoneta, se anulan el resto de cámaras. Su longitud hace que el objetivo se cuele en el plano cuando se cambia a la cámara principal o a la gran angular, obligándote a desmontarlo para usarlas.

Además, para usarlo es necesario seleccionar el modo Extensor de teleobjetivo que aparece en los modos de disparo de la cámara. Si no se usa, la imagen aparece invertida y desenfocada ya que el móvil no aplican la corrección de lente en el resto de modos.

El mecanismo de anclaje del objetivo en su bayoneta se hace con el mismo sistema de clic que los objetivos de las cámaras intercambiables, proporcionando un montaje sólido que no da la sensación de que se pueda soltar fácilmente. No obstante, como también sucede en las cámaras, el hecho de llevar un mamotreto de 12 cm sobresaliendo del móvil incrementa el riesgo de golpes que podrían dañarlo.  

R1012033

Con este reto, el X200 Ultra me demostró que un móvil puede ser útil no solo para fotografía urbana o paisajes, sino también para cubrir eventos en los que la distancia es un reto, algo que hasta ahora había sido territorio casi exclusivo de las cámaras con objetivos intercambiables.

El lado menos brillante de la experiencia: el software

Si hay un aspecto que empañó un poco la experiencia, ese fue el software. El X200 Ultra que probé llegaba con OriginOS 5, un sistema operativo adaptado al mercado chino.

Como sistema operativo funciona tan bien como lo hace su homólogo FuntouchOS en los modelos que vivo trae a Europa, como vimos en el análisis del X200 Pro y del X200 FE. Sobre todo porque viene respaldado por la potencia del Snapdragon 8 Elite y 16 GB de RAM. 

Interfaz Vivo X200 Ultra

Sin embargo, su punto crítico es que, al no estar adaptado, muchos de sus funciones y aplicaciones no estaban traducidas y aparecían en chino, y la integración con servicios habituales en Europa quedaba limitada.

Como es habitual en los móviles del mercado chino, tampoco viene con las aplicaciones de Google instaladas de serie, pero puedes instalarlas desde la tienda de aplicaciones alternativa de vivo. Algunas funciones de la IA integrada tampoco estaban traducidas, lo cual me ha impedido probarla. Aprender chino todavía es una de mis asignaturas pendientes.

A esto se suma que el terminal no ofrece compatibilidad con eSIM, lo que en un viaje como este suponía un inconveniente importante: quedarme sin conectividad no era una opción, y depender de una SIM física reducía las posibilidades de aprovechar al máximo sus capacidades como smartphone.

Pese a estas limitaciones, el dispositivo resultó plenamente operativo y me permitió trabajar sin quedarme tirado en ningún momento. Pero es evidente que, sin una adaptación real al mercado occidental, este móvil difícilmente puede desplegar todo su potencial fuera de China.

Por otro lado, y manteniendo el foco en el rendimiento fotográfico, además de contar con una aplicación de cámara nativa llena de opciones (a veces incluso tantas que resulta complicado encontrarlas), el X200 Ultra también incluye un modo adicional que vivo llama Cámara Humanística, al que se accede deslizando hacia arriba desde la app de cámara nativa.

Este modo cambia el aspecto de la interfaz y simplifica el acceso a determinadas funciones como los ajustes manuales del modo Pro o los filtros de procesamiento de la cámara. Mi sensación al usar esta cámara es que Zeiss ha metido (más) mano en los ajustes para aplicar un tratamiento más orgánico a las fotos, reduciendo la agresividad de los filtros de reducción de ruido para acercarse más a los resultados de una cámara sin espejo.

No obstante, y pese a que el manejo de la cámara se simplifica (especialmente útil en fotografía callejera) y los resultados son más “fotográficos” no he terminado de encontrarme cómodo usando este modo.

Para empezar, el más mínimo deslizamiento en la pantalla hace que el modo se cierre volviendo a la interfaz nativa, lo cual genera frustración por cerrarse mientras la usas. Por otro lado, esta opción, en teoría más orientada a la fotografía avanzada, no permite configurar el disparo en RAW directamente desde la app, como sí permite desde los modos de la cámara nativa.

La vida tras el X200 Ultra

Confieso que antes de viajar tenía dudas. Me parecía demasiado arriesgado dejar mis cámaras mirrorless y confiar todo a un móvil. Hoy, en cambio, me pregunto lo contrario: si tuviera en mi bolsillo un móvil de la talla del X200 Ultra, ¿por qué debería volver a llevar alguna de mis cámaras la próxima vez?

Como amante de la fotografía y de la tecnología, lo que más lamento es que el vivo X200 Ultra no vaya a llegar al mercado español. Tras de esta experiencia tengo la sensación de haber usado el mejor móvil fotográfico que he probado en años.

R1012040

Reconozco que el kit fotográfico no es para todo el mundo. Más que nada porque no todo el mundo necesita usar un zoom de 200 mm en su día a día o un portafiltros, salvo que sepa con antelación que se va a encontrar en una situación en la que los va a necesitar, como en mi caso la posibilidad de estar lejos del escenario durante la presentación.

Elementos como la empuñadura (y su correa) o la carcasa de este kit sí son mucho más útiles para usar el móvil como sustituto de una cámara. Ahí ya queda a elección del usuario pagar los 350 euros que aproximadamente cuesta este kit.

Más allá de estas consideraciones, dicen que solo se echa de menos lo que se ha tenido. Yo ya echo de menos al X200 Ultra.

En Xataka | Editar tus fotos con el móvil y que queden “profesionales” es posible: estos son los mejores trucos

Imágenes | Xataka


La noticia

Pensaba que la fotografía móvil no volvería a sorprenderme. Entonces probé el vivo X200 Ultra con teleobjetivo externo en China

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Rubén Andrés

.

​Cuando viajo por placer suelo llevar conmigo mi “vieja” Olympus OMD M5 Mark II. Una cámara ligera, compacta y con la versatilidad suficiente para no sentir que cargo con medio estudio fotográfico en la mochila. Para trabajar, en cambio, mi compañera habitual es una Sony A6400, un poco menos compacta, pero más versátil para trabajos que requieren buena calidad de foto y vídeo.Hace unas semanas tuve la oportunidad de viajar a Shenzhen, Dongguan y Hong Kong, invitado por vivo para conocer su cuartel general y, ya puestos, asistir a la presentación mundial de las Vision Discovery Edition. A la hora de preparar el equipaje me propuse un reto personal: dejar mi equipo fotográfico en casa y confiar todo mi viaje y la cobertura del evento a un único dispositivo, el vivo X200 Ultra que la marca me había cedido con motivo del viaje. Fue una decisión arriesgada. A toro pasado, también creo que fue la mejor que podía haber tomado.Además, el móvil venía acompañado de su kit fotográfico: un “objetivo” telefoto externo, una empuñadura con batería integrada y una carcasa que permite acoplar una lente desmontable y ampliar la focal del telefoto hasta los 200 mm. Lo que no incluye el kit es una advertencia de que, cuando saques tu móvil para hacer una foto, vas a convertirte en el centro de todas las miradas. Incluso en China.

En Xataka

El gran reto de diseñar una óptica fotográfica en miniatura para un teléfono móvil: visitamos el laboratorio de ZEISS y vivo

Un móvil que se comporta como un sistema fotográfico completoSi algo he aprendido en los años que llevo probando todo tipo de móviles es que siempre hay un “punto débil” en el apartado fotográfico. Los grandes angulares que pierden consistencia, esos telefotos que apenas aguantan con solvencia unos pocos pasos de zoom real o el ese exceso de procesado que arruina las texturas o la naturalidad de las fotos.La primera sorpresa: con el X200 Ultra no me encontré con ninguno de esos compromisos en sus cámaras, al menos no de una forma tan descarada como en otros modelos.

Su propuesta fotográfica se sostiene sobre tres pilares:Hardware solvente: un sistema de cámaras con sensores de gran tamaño y focales muy bien escogidas y afinadas (sensor principal de 1 pulgada, teleobjetivos de 35 mm y 85 mm, y un ultra gran angular de alto nivel).Precisión óptica y color: la colaboración con Zeiss se nota en las lentes T* que vivo viene montando en sus últimos lanzamientos de la serie X, así como en la fidelidad de los colores.Procesado con IA: aquí encontramos una de las grandes sorpresas. El X200 Ultra ha afinado todavía más sus algoritmos de edición y aplica un procesado que mantiene la naturalidad de la imagen, con desenfoques muy orgánicos y un tratamiento del color que hace que la edición fotográfica sea una opción y no una necesidad. Para los más sibaritas, el modo SuperRAW permite cocinarse uno mismo la edición y recuperar mucha más información en sombras y altas luces, dejando un margen de maniobra más amplio.

Muestra con SuperRAW

Hong Kong: contrastes y fotografía callejera

Hong Kong es una ciudad caótica, callejera y llena de contrastes, por lo que uno de los escenarios en los que pude poner a prueba al X200 Ultra es en la fotografía callejera. Esta disciplina exige discreción, rapidez y precisión (y un poco de suerte). La ciudad y sus habitantes no se detienen, por lo que no hay tiempo de preparar encuadres complejos ni margen para intimidar al entorno con una cámara voluminosa.Con el X200 Ultra en el bolsillo la dinámica era simple: sacar el móvil del bolsillo y, con el mismo gesto, hacer doble clic sobre el botón de volumen para abrir la cámara, dar un toque en la pantalla para elegir qué focal usar y disparar casi sin tiempo para detenerte a encuadrar. Es mejor tener una foto ligeramente torcida que no tener ninguna.Ese gesto tan sencillo me permitió fotografiar “al vuelo” escenas cotidianas en los mercados y calles de Hong Kong, captando la esencia del momento sin que la presencia de la cámara con objetivo, por compacta que fuera, rompiera la espontaneidad del momento. Llevar un móvil en lugar de una cámara en ese escenario supone una ventaja.Lo cierto es que fui el primer sorprendido de que muchas de las fotos que tiré casi sin mirar la pantalla salieran con la precisión en el enfoque y la naturalidad con las que se hicieron. Honestamente creo que, en las mismas circunstancias de “fugacidad” para tirar la foto, no habría conseguido esos resultados con ninguna de mis cámaras.

En este contexto, contar con una focal de 35 mm atípica en una cámara principal (acostumbran a ser de 24 mm) y otra telefoto de 85 mm fue una ventaja. En el caso de la cámara principal, los 35 mm aportan una percepción más cercana a lo que ves con tus ojos.Por otro lado, el 85 mm permite aislar de forma más natural a los sujetos del fondo cuando se usa en retratos.A nivel de calidad fotográfica, las focales nativas de estas cámaras (35 mm y 85 mm) son las que mejor rendimiento ofrecen y sospecho que aquí los sensores de 50 Mpx de Sony y el de 200 Mpx de Samsung que montan estas cámaras tienen mucho que ver.El nivel de contraste, el rango dinámico y la nitidez dieron como resultado retratos y escenas urbanas llenas de detalle y, lo que es más importante, manteniendo texturas en las pieles. En resumen, imágenes a la altura de cualquier cámara de objetivos intercambiables.El X200 Ultra mantiene el tipo cuando se fuerza un paso el zoom digital (50 mm y 135 mm respectivamente) en cada una de ellas, pero en esos casos y buscando mucho el detalle, comienzan a apreciarse las correcciones en el procesado y las pieles pierden ligeramente su textura o comienza a aparecer una cierta pérdida en el enfoque de determinadas zonas que deberían estar perfectamente enfocadas. A medida que nos vamos alejando de esa focal nativa con el zoom digital, esos pequeños defectos se van haciendo más evidentes.

No me malinterpretes, estamos sin duda ante la que con toda probabilidad es una de las mejores cámaras en un móvil de 2025, y estos detalles pasarán inadvertidos para el 90% de los usuarios. Pero mi reto era conseguir los mismos resultados que con una cámara de objetivos intercambiables.En ese sentido, si por ejemplo hubiera usado el Tamrom 17-70 mm f/2.8 que habitualmente monto en mi Sony A6400, habría conseguido una focal óptica en todo el rango con la calidad de imagen que eso implica. Algo que, por muy bueno que sea el procesado con IA del vivo, nunca se podrá conseguir de forma digital. Pese a ello, y en este escenario en el que los rangos focales de 35 y 85 mm son los más indicados, poder reducir mi equipo fotográfico hasta llevarlo en un bolsillo, en lugar de tener que cargar con 700 gramos al cuello, valió la pena.Llegados a este punto, debo hacer una mención especial a la empuñadura que incluye el kit fotográfico que, además, contribuye a incrementar la autonomía del móvil, ya que también actúa como una powerbank de 1.500 mAh. Además, proporciona el agarre necesario y la posición de la mano que faltaba para sentir que lo que tenía entre manos estaba más cerca de una cámara que de un móvil gracias a los botones y al control de zoom y exposición que proporcionan los mandos adicionales que incluye.

vivo X200 Ultra con el kit fotográfico instalado: Teleobjetivo, empuñadura, correa y carcasa de montaje

La gran sorpresa: un gran angular que no flaquea

La cámara gran angular es todo un dolor de cabeza para los fabricantes. Sin embargo, no he sentido que el gran angular del X200 Ultra sea “una cámara secundaria” que uno suele evitar. El sensor Sony de 50 Mpx ofrece un rendimiento a nivel de las cámaras principales, ofreciendo una colorimetría coherente con la del resto de cámaras. Esto hace que el cambio de cámaras solo se aprecie en la focal, pero no en el tratamiento del color, por lo que da la sensación de estar cambiando de objetivo en una cámara sin espejo.Lo más sorprendente fue comprobar cómo mantiene a raya la distorsión geométrica, un problema habitual en este tipo de lentes, así como que se mantenía el enfoque incluso en los extremos de la imagen. Sin embargo, tal y como sucede con el resto de cámaras, el punto dulce del gran angular está en su focal nativa. Adentrarse en zoom digitales (24 mm, por ejemplo), implica comprometer progresivamente esa precisión en el enfoque.En este sentido, contar con una focal de 14 mm, en ciudades como Shenzhen o Hong Kong, repletas de enormes rascacielos y rodeada por un frondoso bosque subtropical se traduce en poder fotografiar grandes edificios y paisajes naturales sin esquinas blandas que distorsionen los espectaculares skylines de esas ciudades.El kit fotográfico opcional del X200 Ultra también incluye un accesorio muy interesante: un anillo portafiltros que permite instalar en el móvil filtros polarizadores para mejorar el filtrado de la luz al hacer fotos de paisajes o reduciendo la velocidad de obturación sin que las fotos queden quemadas por un exceso de exposición.Este anillo se instala en la misma carcasa que la bayoneta del teleobjetivo y, mediante una rosca que tiene en la parte externa, pueden instalarse filtros polarizadores de 67 mm tal y como se hace en los objetivos de las cámaras profesionales.

vivo X200 Ultra con un filtro polarizador instalado

Un teleobjetivo a un móvil pegadoLa prueba de fuego llegó durante la presentación de las gafas de realidad mixta de vivo. El evento se celebró en un estadio cercano al cuartel general de la marca, con la prensa situada a más de un centenar de metros del escenario. En condiciones normales, esto habría supuesto un problema: cualquier móvil habría quedado limitado a fotos testimoniales, demasiado lejanas y sin detalle suficiente para una cobertura en condiciones.

La cámara telefoto integrada de 85 mm nos deja esta perspectiva

En ese escenario, lo ideal era contar con un teleobjetivo de gran alcance, como el 14-150 mm f/4-5.6 que llevo con mi cámara Olympus. Al ser micro 4/3, esa focal se convierte en equivalente a 28-300 mm en formato completo, pero con un formato de bolsillo. Sin embargo, cabe recordar que ese equipo se había quedado en casa.Aquí entró en juego no solo el telefoto nativo del X200 Ultra, sino también el kit fotográfico y su objetivo extraíble que se acopla al móvil mediante una funda con bayoneta. No es discreto —es voluminoso y debes asumir que vas a convertirte en el centro de las miradas cuando está montado en el móvil—, pero convierte al móvil en una cámara con focal equivalente a 200 mm, ampliable con resultados aceptables más allá de las focales de 400 mm con la ayuda del zoom digital.

El resultado fueron imágenes con muy buena nitidez y sin esas acuarelas artificiales que acostumbran a aparecer al forzar los aumentos.El procesado de las fotos mantiene la textura y el color de forma muy convincente, hasta el punto de que muchas de las fotos realizadas desde la grada transmitían la misma sensación que podría dar un teleobjetivo tradicional en una cámara APS-C.Obviamente, al montar este objetivo externo también se amplía el rango del zoom digital del móvil llegando hasta más allá de los 2.400 mm, aunque las fotos obtenidas con este rango son más testimoniales que usables por el intenso procesado que requieren.Cabe destacar que una de las cosas que me decepcionó de este kit es que el objetivo es fijo pese a su tamaño. Es decir, actúa como una lupa que complementa la lente telefoto integrada en el X200 Ultra para incrementar su zoom óptico a 2,35x hasta los 200 mm, pero no permite ampliar ese rango óptico porque sus lentes internas son fijas.Este accesorio también tiene su parte negativa. Al instalarlo en su bayoneta, se anulan el resto de cámaras. Su longitud hace que el objetivo se cuele en el plano cuando se cambia a la cámara principal o a la gran angular, obligándote a desmontarlo para usarlas.

En Xataka

Le hemos preguntado a ocho fotógrafos cuál es su secreto para hacer mejores fotos con el móvil. Esto han respondido

Además, para usarlo es necesario seleccionar el modo Extensor de teleobjetivo que aparece en los modos de disparo de la cámara. Si no se usa, la imagen aparece invertida y desenfocada ya que el móvil no aplican la corrección de lente en el resto de modos.El mecanismo de anclaje del objetivo en su bayoneta se hace con el mismo sistema de clic que los objetivos de las cámaras intercambiables, proporcionando un montaje sólido que no da la sensación de que se pueda soltar fácilmente. No obstante, como también sucede en las cámaras, el hecho de llevar un mamotreto de 12 cm sobresaliendo del móvil incrementa el riesgo de golpes que podrían dañarlo.  

Con este reto, el X200 Ultra me demostró que un móvil puede ser útil no solo para fotografía urbana o paisajes, sino también para cubrir eventos en los que la distancia es un reto, algo que hasta ahora había sido territorio casi exclusivo de las cámaras con objetivos intercambiables.El lado menos brillante de la experiencia: el softwareSi hay un aspecto que empañó un poco la experiencia, ese fue el software. El X200 Ultra que probé llegaba con OriginOS 5, un sistema operativo adaptado al mercado chino.Como sistema operativo funciona tan bien como lo hace su homólogo FuntouchOS en los modelos que vivo trae a Europa, como vimos en el análisis del X200 Pro y del X200 FE. Sobre todo porque viene respaldado por la potencia del Snapdragon 8 Elite y 16 GB de RAM. 

Sin embargo, su punto crítico es que, al no estar adaptado, muchos de sus funciones y aplicaciones no estaban traducidas y aparecían en chino, y la integración con servicios habituales en Europa quedaba limitada.Como es habitual en los móviles del mercado chino, tampoco viene con las aplicaciones de Google instaladas de serie, pero puedes instalarlas desde la tienda de aplicaciones alternativa de vivo. Algunas funciones de la IA integrada tampoco estaban traducidas, lo cual me ha impedido probarla. Aprender chino todavía es una de mis asignaturas pendientes.A esto se suma que el terminal no ofrece compatibilidad con eSIM, lo que en un viaje como este suponía un inconveniente importante: quedarme sin conectividad no era una opción, y depender de una SIM física reducía las posibilidades de aprovechar al máximo sus capacidades como smartphone.

En Xataka

eSIM: qué es y cómo saber si mi teléfono lo tiene

Pese a estas limitaciones, el dispositivo resultó plenamente operativo y me permitió trabajar sin quedarme tirado en ningún momento. Pero es evidente que, sin una adaptación real al mercado occidental, este móvil difícilmente puede desplegar todo su potencial fuera de China.Por otro lado, y manteniendo el foco en el rendimiento fotográfico, además de contar con una aplicación de cámara nativa llena de opciones (a veces incluso tantas que resulta complicado encontrarlas), el X200 Ultra también incluye un modo adicional que vivo llama Cámara Humanística, al que se accede deslizando hacia arriba desde la app de cámara nativa.Este modo cambia el aspecto de la interfaz y simplifica el acceso a determinadas funciones como los ajustes manuales del modo Pro o los filtros de procesamiento de la cámara. Mi sensación al usar esta cámara es que Zeiss ha metido (más) mano en los ajustes para aplicar un tratamiento más orgánico a las fotos, reduciendo la agresividad de los filtros de reducción de ruido para acercarse más a los resultados de una cámara sin espejo.

No obstante, y pese a que el manejo de la cámara se simplifica (especialmente útil en fotografía callejera) y los resultados son más “fotográficos” no he terminado de encontrarme cómodo usando este modo.Para empezar, el más mínimo deslizamiento en la pantalla hace que el modo se cierre volviendo a la interfaz nativa, lo cual genera frustración por cerrarse mientras la usas. Por otro lado, esta opción, en teoría más orientada a la fotografía avanzada, no permite configurar el disparo en RAW directamente desde la app, como sí permite desde los modos de la cámara nativa.La vida tras el X200 UltraConfieso que antes de viajar tenía dudas. Me parecía demasiado arriesgado dejar mis cámaras mirrorless y confiar todo a un móvil. Hoy, en cambio, me pregunto lo contrario: si tuviera en mi bolsillo un móvil de la talla del X200 Ultra, ¿por qué debería volver a llevar alguna de mis cámaras la próxima vez?Como amante de la fotografía y de la tecnología, lo que más lamento es que el vivo X200 Ultra no vaya a llegar al mercado español. Tras de esta experiencia tengo la sensación de haber usado el mejor móvil fotográfico que he probado en años.

Reconozco que el kit fotográfico no es para todo el mundo. Más que nada porque no todo el mundo necesita usar un zoom de 200 mm en su día a día o un portafiltros, salvo que sepa con antelación que se va a encontrar en una situación en la que los va a necesitar, como en mi caso la posibilidad de estar lejos del escenario durante la presentación.Elementos como la empuñadura (y su correa) o la carcasa de este kit sí son mucho más útiles para usar el móvil como sustituto de una cámara. Ahí ya queda a elección del usuario pagar los 350 euros que aproximadamente cuesta este kit.Más allá de estas consideraciones, dicen que solo se echa de menos lo que se ha tenido. Yo ya echo de menos al X200 Ultra.En Xataka | Editar tus fotos con el móvil y que queden “profesionales” es posible: estos son los mejores trucosImágenes | Xataka

– La noticia

Pensaba que la fotografía móvil no volvería a sorprenderme. Entonces probé el vivo X200 Ultra con teleobjetivo externo en China

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Rubén Andrés

.   

​   

​ 

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *