Politica
PLD: Sentencia demuestra que el Ministerio Público actuó con ensañamiento y sin pruebas
Santo Domingo. – El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) afirmó este jueves que la sentencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional confirma que el Ministerio Público actuó con “ensañamiento”, falta de objetividad e imparcialidad en contra de exfuncionarios y dirigentes de la organización política.
El partido destacó que la decisión judicial, que dispuso el descargo de varios procesados, incluidos miembros del PLD, demuestra que nunca existió la supuesta “estructura criminal” presentada por la acusación.
“Este fallo ratifica que la acusación carecía de sustento probatorio real y que se intentó vincular de manera infundada a una organización política con actos ajenos a su naturaleza y práctica institucional”, señala el comunicado oficial.
La organización recordó que, durante todo el proceso, el Ministerio Público desconoció garantías fundamentales, afectó reputaciones y utilizó filtraciones y declaraciones sin sustento para construir una narrativa política, amplificada por algunos medios de comunicación.
“La justicia no se construye con titulares, sino con pruebas; este caso ha evidenciado que las imputaciones carecían de base legal y probatoria”, subraya el documento.
El PLD también cuestionó la inclusión en el expediente de personas que, según las pruebas disponibles, debieron ser excluidas desde el inicio, y acusó al Ministerio Público de armar un caso con fines políticos para aparentar la existencia de una red criminal inexistente.
Para el PLD, la sentencia evidencia que, durante cinco años, se intentó sustituir el debido proceso por campañas de descrédito orquestadas desde el poder político. La organización calificó este caso como un ejemplo de lawfare —judicialización de la política—, práctica que asegura haber denunciado en múltiples ocasiones.
El partido advirtió que este tipo de acciones erosionan la confianza ciudadana en las instituciones, debilitan la democracia y distorsionan la lucha legítima contra la corrupción, convirtiéndola en un instrumento de venganza y manipulación política.
