Cara y cruz de Olga

Cámaras, miradas y focos la buscaban a ella. Olga Carmona (Sevilla, 2000) fue la gran protagonista de la victoria del Real Madrid sobre el Madrid CFF (7-3) este viernes. Los motivos, sin embargo, no estaban sobre el terreno de juego. Después de que esta semana se conociera que no ha renovado y que tiene sobre la mesa una oferta irrechazable del PSG, la futbolista andaluza se llevó el cariño de la afición blanca, que le pidió que se quedase, en un choque en el que fue suplente y acabó frustrada tras recibir una peligrosa entrada y ver la amarilla. Una de cal y otra de arena.

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 Tras conocerse su no renovación, la capitana del Real Madrid fue suplente, pero se llevó el cariño del público del Di Stéfano, que le dedicó varios cánticos. Recibió un entradón y vio la amarilla.  

Cámaras, miradas y focos la buscaban a ella. Olga Carmona (Sevilla, 2000) fue la gran protagonista de la victoria del Real Madrid sobre el Madrid CFF (7-3) este viernes. Los motivos, sin embargo, no estaban sobre el terreno de juego. Después de que esta semana se conociera que no ha renovado y que tiene sobre la mesa una oferta irrechazable del PSG, la futbolista andaluza se llevó el cariño de la afición blanca, que le pidió que se quedase, en un choque en el que fue suplente y acabó frustrada tras recibir una peligrosa entrada y ver la amarilla. Una de cal y otra de arena.

Porque Olga empezó el derbi ante el vecino homónimo desde el banquillo, una circunstancia a la que no está acostumbrada: apenas fue su octavo partido como suplente. Aunque bien es cierto que la sevillana viene alternando titularidad y banquillo en los últimos ocho encuentros, durante su carrera en el Real Madrid tampoco ha sido habitual verla ahí…

Y es que desde su llegada en 2020, año de creación oficial del equipo femenino blanco, la andaluza fue fundamental. Lateral, carrilera o extremo, posición que todavía esta campaña ha ocupado en alguna ocasión, Olga representaba el tipo de jugadora en el que el Real Madrid iba a asentar su proyecto: joven, con proyección, española y con sentimiento merengue.

Hasta el momento, la sevillana ha jugado 184 partidos con la camiseta del equipo blanco, siendo la jugadora que más veces lo ha hecho por delante de Misa (183). Y solo ha sido suplente en 41 ocasiones. Por eso, y por ser una de las caras más importantes del proyecto, su salida duele tanto a la afición blanca, que este viernes le ofreció todo su cariño…

Primero, al sonar su nombre por megafonía y verse su cara en la pantalla del videomarcador. Después, al salir a calentar en la segunda parte. Poco después, también, cuando entró al terreno de juego en el minuto 62. En cada acción en la que tocaba el balón, subía la banda o centraba, había aplausos y un “Olga, Olga, Olga…” que retumbaba en Valdebebas.

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Para acabar, la lateral zurda también recibió una petición especial al escuchar varias veces el cántico de “Olga, quédate”. Además, recibió el apoyo de su afición cuando recibió una peligrosa entrada de Bárbara López, en los últimos minutos del choque. La sevillana reaccionó de forma airada y su gesto de frustración, casi con lágrimas en los ojos, se saldó con una amarilla, la misma que vio de Cebollada López la delantera del Madrid CFF. Fue un viernes de cara y cruz para Olga.

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