A Flick le salen más ‘rebeldes’

Casualidad o no, a Hansi Flick se le empieza a acumular trabajo con los descontentos del vestuario del Barça. Los jugadores con menos minutos han acumulado una serie de gestos de disconformidad en los últimos partidos que se alejan del ambiente de camaradería e idílico que ha vivido la caseta azulgrana en la última temporada.

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 Mundo Deportivo señala cómo Ter Stegen tuvo que integrar a Iñaki Peña en el corrillo de este lunes del alemán, un episodio que se une a los de Ansu o Héctor Fort el pasado sábado.  

Casualidad o no, a Hansi Flick se le empieza a acumular trabajo con los descontentos del vestuario del Barça. Los jugadores con menos minutos han acumulado una serie de gestos de disconformidad en los últimos partidos que se alejan del ambiente de camaradería e idílico que ha vivido la caseta azulgrana en la última temporada.

El último episodio tiene que ver con Iñaki Peña. El portero alicantino, según refleja en sus páginas Mundo Deportivo este martes, estaba alejado de la piña que escuchaba la charla de Hansi Flick previa al entrenamiento. Ter Stegen, capitán del Barça, advirtió la circunstancia y tuvo que llevarlo casi a tirones cerca de donde el entrenador azulgrana daba las consignas a sus jugadores. MD señala que las cámaras captaron la situación.

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Esta cadena de fricciones entre jugadores y entrenador no llegan en el momento más adecuado para el Barça. El mismo Flick les tiró de las orejas en la rueda de prensa de este lunes, en la que pidió a los jugadores que se rebelaran en el terreno de juego, no cuando todo debe ser alegría por remontar un partido como el de este sábado contra el Celta. La imagen de Ferran, molesto por el cambio después de estar jugando un buen partido, resulta mas lógica y se ha visto en muchos titulares. Pero la de Ansu, golpeando el banquillo cuando vio que Pau Víctor pasaba por delante de él en los últimos cambios; y sobre todo de Héctor Fort, que esquivó el abrazo de Flick después de la última victoria, sorprenden con un entrenador del que, si se ha alabado algo, es su componente humano. Este lunes, el protagonista es Iñaki Peña, que con el regreso de Ter Stegen radicalizará su papel residual, y que sigue sin entender por qué un día, de la noche a la mañana en Arabia por una impuntualidad, acabó en el banquillo a manos de Szczesny y salvo un par de episodios más, no volvió a jugar.

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